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Españoles en el «conflicto armado interno» en Ecuador: «Es como estar en una película de narcotraficantes»

Abc.es 

Enclaustrados en casa con las puertas y las ventanas cerradas, surtidos de todo tipo de víveres y tratando de no sucumbir al pánico . Es como Mónica Escudero y su familia están viviendo «el conflicto armado interno» que azota Ecuador, tal y como lo ha definido el presidente del Gobierno, Daniel Noboa. Residen en Huaquillas, en la frontera con Perú, y después de que se desatara el caos en el país este martes asisten a la proliferación de la violencia en las calles de su localidad. «Estamos muy asustados. Todo lo que se ve por la tele es poco, se está viviendo peor que una guerra. Queman coches, autobuses... Hay balaceras. No nos atrevemos a salir a la calle porque, si estás en un patio, no sabes si te va a alcanzar una bala», relata a 'ABC' esta madre de tres hijos, propietaria de negocios de hostelería y peluquería y residente en Ecuador desde hace ocho años. En las últimas horas, explica, la criminalidad se ha adueñado de la ciudad . Se trata de un enclave particularmente delicado al encontrarse en la frontera con Perú, ya que hay personas que tratan de abandonar el país, espantadas por la tensión que se ha apoderado de Ecuador. «La gente se quiere escapar, pero al otro lado no quieren que pasen y los devuelven. En general, hay que tener mucho cuidado y acatar las leyes. Puedes salir a la calle y que te lleven preso o que te secuestre una banda delictiva», detalla. Noticia Relacionada estandar Si La crisis en Ecuador anuncia una presidencia de Daniel Noboa ahogada por la violencia Emili J. Blasco Al nuevo mandatario le ha estallado el conflicto sin haberse podido asentar en el Gobierno La situación ha estallado en las últimas horas tras la fuga de 'Fito', un preso líder de una banda criminal cuya fuga ha propiciado todo lo que ha venido después: motines en las cárceles, secuestros, asesinatos, toma de hospitales, asalto en directo a una televisión... Sin embargo, la situación ya estaba deteriorada desde hace meses: «Hace unos días fui a buscar a mis hijos al colegio y en una de las esquinas habían asesinado a varias personas. En otra, apareció una cabeza ». «Es un Estado controlado por terroristas y delincuentes. Esto no es una democracia, como se presume. Nosotros, que tenemos negocio, nos vemos obligados a pagar a un par de sinvergüenzas para que no nos hagan nada. Te amenazan, te dicen que te matarán a ti o a tu familia si no lo haces , te mandan fotos de tus hijos... Y lo cumplen», afirma. En este dramático escenario, Mónica decidió hace meses que debía dejar Ecuador y regresar a España con toda su familia , pero ha tenido que enfrentarse a un sinfín de burocracia para conseguir la documentación necesaria. Tras un año y medio de papeleo, sigue peleando para obtenerla y confía que, en medio de esta crisis, el consulado acelere la gestión para sacarlos del país. Priscila Añó: «Fue como una novela de Escobar» «La cosa aquí está fuerte». Es es el primer comentario de Priscila Añó , actriz y cantante de Benicarló (Castellón), que lleva más de diez años en Ecuador. Reside en Quito y, como Mónica, está encerrada en casa con su familia sin atreverse a salir: «El martes, en el centro histórico tuvieron que cerrar todo. Hubo saqueos, los delincuentes aprovecharon para sembrar el caos. Mi esposo tuvo que abandonar la institución pública en la que trabaja debido a una amenaza de bomba, se suspendieron las clases y hubo que ir a buscar a los niños, se cortó el transporte público...». En esta coyuntura, Priscila lamenta la deriva de Ecuador en los últimos meses, del que cuenta que siempre había sido un país «tranquilo». «En Quito siempre había habido zonas rojas, pero, si no ibas por ahí, no había problema. Nunca había vivido nada al nivel de lo sucedido ayer. Fue terrorífico, f ue como estar en una película de narcotraficantes , como en una de esas novelas de Pablo Escobar», se desespera, al tiempo que recuerda los asesinatos retransmitidos en directo. «Han dicho que van a ir a por civiles. Es una guerra entre el narcotráfico y el Gobierno. Hemos pensado en marcharnos a España , pero es una decisión difícil de tomar. Ya no es por la cuestión económica, es que yo tengo mi vida hecha aquí, tengo hijos... De momento, nos quedamos en casa, como en pandemia, pues las clases de los niños son online. No obstante, si la cuestión continúa así, tendré que conversar con mi esposo y ver qué hacer», reflexiona. Precisamente sobre el futuro, la también secretaria del Centro Español de Ecuador considera que el conflicto actual «va para largo» . «Hay dos opciones: que el narcotráfico tome el poder y elimine a todo el que le estorba, como el presidente y la fiscal, o que Noboa se ponda los pantalones como se los tiene que poner y haga lo que hizo Bukele. Si se da el primer escenario, saldría volando de aquí». Juan Martín: «No nos vamos a volver» Más al norte, en la ciudad costera de Guayaquil, vive Juan Martín García de Leonardo . Profesor jubilado de la Universidad Casa Grande procedente de Náquera (Valencia), regresó a su casa en Ecuador el 8 de enero, después de visitar a su hija pequeña en España por Navidad. La explosión de violencia de este martes le pilló a él y a su mujer de vuelta a su domicilio, pero eso no les ahorró el «susto» . «Sobre todo porque es indiscriminado», señala. «Ya llevamos un año mal» , asegura mientras rememora las diferencias con la nación que conoció hace 18 años al instalarse allí. «Hace una década o así, Ecuador era uno de los países más seguros de la región», apunta, y reflexiona sobre la proliferación de las bandas en todo el Estado. En este sentido, este coordinador de un equipo de rugby de 170 chicos con diversidad funcional intelectual y síndrome de down considera que el el problema no es solo de las bandas, sino del entramado que han construido. « Las mafias existen y manejan el dinero a través de instituciones. Las aduanas y los puertos son un desastre, no sé cuántos contenedores con droga pueden salir de Guayaquil. Gran parte de la droga de Colombia y de Perú sale de aquí», indica. Sobre un posible retorno a la tierra que lo vio nacer, Juan hace tiempo que desea regresar a España, pero no de manera inminente, sino como un proyecto a largo plazo: «No vamos a coger las maletas ahora y nos vamos a volver» . Lili Prados: «Sembraron el pánico» Algo más tranquila es la situación en Portoviejo, donde vive Lili Prados con su marido y su hijo. Natural de Barcelona y con doble nacionalidad española y ecuatoriana, esta peluquera se trasladó al país sudamericano, de donde es originario su esposo, hace dos años y medio. En todo ese tiempo, no había vivido nada semejante: «Cerró el registro civil, los colegios, hubo restricciones en los hospitales... Los delincuentes sembraron el pánico colectivo , generaron alarma entre la población, que era lo que querían». «A pesar de todo, aquí la situación está más tranquila que en Guayaquil o en el sur . Imagino que la Policía está operando en Portoviejo y todo está más calmado. A nosotros, el martes la situación nos pilló en el coche y mi suegra nos llamó muy alarmada. El miércoles hay gimnasios y restaurantes que sí están abiertos», profundiza. Como Mónica, ella también mantiene su propia pelea con la administración para realizar todos los trámites que le permitan volver a España. «Llevo unos dos años para conseguir la documentación relativa a mi hijo. El consulado, donde incluso he visto a la Policía ecuatoriana, no nos ofrece ninguna facilidad y siento una impotencia enorme. Pedro Sánchez o el ministro de Exteriores deberían hacer una revisión y aplicar mano dura ». Así, tendrá que seguir esperando mientras la situación en el país empeora.

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