Israel defiende ante la CIJ que la acusación de genocidio es una «distorsión grosera» de la realidad
El Gobierno israelí ha defendido ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que las acusaciones de comisión de genocidio contra la población palestina durante la guerra contra Hamás en Gaza que ha planteado Sudáfrica son una «distorsión grosera» de la realidad y un esfuerzo implícito para privar al país de su «derecho a la autodefensa» y, en último término, solo valen para «abaratar» el delito de genocidio, el «crimen de todos los crímenes». La vista de este viernes ha comenzado con un discurso inicial del asesor legal del Ministerio de Exteriores de Israel, Tal Becker, en el que ha responsabilizado por completo a Hamás y al resto de las milicias palestinas por la situación actual. «Si han ocurrido actos de genocidio, han sido perpetrados contra Israel», ha declarado Becker antes de defender que Israel ha actuado siempre de conformidad con la ley «a pesar del desprecio absoluto sobre el derecho Internacional exhibido por Hamás», una organización que es la única responsable del «atroz sufrimiento» de los civiles palestinos e israelíes. Asimismo, Becker ha interpretado la denuncia de Sudáfrica como una expresión del «rechazo del Gobierno sudafricano a la capacidad para la autodefensa». «La absurda consecuencia de ello es que la CIJ está intentando detener a Israel en sus esfuerzos para defender a los civiles contra una organización que persigue unos objetivos genocidas », ha añadido. El asesor legal israelí, a continuación, ha procedido a denunciar a Hamás por su «aberrante método bélico» por el que «ha insertado de manera sistemática e ilegal», como ha asegurado en numerosas ocasiones el Gobierno israelí, «en colegios, mezquitas y hospitales». Noticia Relacionada estandar Si Israel acusa a Sudáfrica de ser «el brazo legal de Hamás» tras escuchar la demanda por genocidio en Gaza Mikel Ayestaran Las declaraciones más incendiarias de ministros radicales del Gobierno fueron utilizadas como pruebas Proteger En resumen, el asesor israelí ha esgrimido que la acusación de Sudáfrica carece de la base fundamental que caracteriza al delito de genocidio, esto es, «la intención de destruir a un pueblo en parte o en su totalidad», y que el motivo fundamental de la campaña en Gaza es el de «proteger», en realidad, al «pueblo israelí de un enemigo despiadado». De igual modo se ha expresado el abogado Malcolm Shaw, también parte de la representación legal israelí, quien ha esgrimido que no existen pruebas que ameriten una acusación de genocidio, un delito «único en su malicia, que destaca como el cénit del mal, el crimen de todos los crímenes, definitivo en su maldad». Por ello Shaw, experto en Derecho Internacional por la Universidad de Leicester (el Reino Unido), ha apelado a la característica singular y excepcional de este delito para valorar lo que está ocurriendo en Gaza en su justa medida porque «si las acusaciones de genocidio se convierten en moneda común, la esencia de este crimen acabaría perdiéndose». Shaw procedió después a restar importancia a las declaraciones de políticos israelíes que los abogados sudafricanos reprodujeron en la víspera bajo el argumento de que podrían ser constitutivas de una incitación al genocidio. El abogado aseguró en este sentido que Sudáfrica había seleccionado estos comentarios de manera «completamente partidista» y desatendido las numerosas declaraciones en las que altos cargos israelíes llamaban al cumplimiento de la legalidad internacional. Compromiso internacional En la misma línea se ha pronunciado, ya para ir cerrando la defensa israelí, el asesor legal israelí Gilad Noam sobre una acusación sudafricana que solo intenta «pervertir el significado del término en sí mismo». «Si la CIJ admite la petición (de Sudáfrica) solo conseguirá debilitar el compromiso internacional para impedir y castigar el genocidio, y convertirá un instrumento adoptado para evitar horrores como los que sacudieron la conciencia de la comunidad internacional durante el Holocausto, en un arma en manos de grupos terroristas que no tienen respeto alguno por la ley», ha manifestado. El asesor israelí ha esgrimido que la acusación de Sudáfrica carece de la base fundamental que caracteriza al delito de genocidio Concretamente, Noam entiende que lo que está ocurriendo en Gaza es un «acto de autodefensa contra un enemigo que se esconde detrás de los civiles» y que «si eso es considerado como genocidio, provocará una tensión inevitable entre la Convención a este respecto y los estados que se defienden del terrorismo». Tras el final de la serie de comparecencias, el Ministerio de Exteriores israelí ha felicitado al equipo legal israelí a través de un comunicado de su portavoz, Lior Haiat, quien, en nombre del titular de la cartera, Israel Katz, ha expresado su esperanza de que «la queja (de Sudáfrica) sea desestimada sin miramientos». «Hemos llamado al asesor legal del Ministerio de Exteriores para agradecerle a él y a los miembros del equipo legal israelí su impresionante desempeño , que ha desbaratado todos los hipócritas argumentos de Sudáfrica, un país que ha enseñado su verdadera cara: la de leal representante de una organización terrorista que ha masacrado de manera inhumana a bebés, mujeres y hombres», ha indicado Katz.