Una pelea 'animal' por el trono y un beso robado: 'Succession' y 'The Bear' arrasan en una nostálgica noche de Emmy
Marthin Luther King tuvo un sueño, y muchos vieron los suyos cumplidos el día de su conmemoración, festivo en Estados Unidos y el día que unos Emmy que se hicieron de rogar decidieron celebrar sus premios. Hubo buenas victorias pero no una gran ganadora, toda vez el salomónico reparto entre comedia y drama provocó que tiburones y osos compartieran trono y, aún así, otra serie se colara en su fiesta. 'Succession', 'The Bear' y 'Bronca' ('Beef') arrasaron en una gala que llegó con retraso, no de hora sino de meses, cuatro, por una huelga que paró el mundo casi más que una guerra. Ni que hubiera varias en este momento. Los prestigiosos galardones, como si quisieran volver atrás, como si el tiempo perdido y pasado no importara, viajaron en el tiempo, reconocieron temporadas ya lejanas y cayeron en la nostalgia, buceando en la memoria de la televisión y recordando, con varios reencuentros. Calista Flockhart bailó como Ally McBeal, acompañada de parte del reparto de la serie de abogados; sonó el 'I'll be there for you' de 'Friends' para despedir a Matthew Perry y apareció Christina Applegate, estrella desde niña y ahora en muletas, con esclerosis. Por lo demás no hubo sorpresas. La novedad, si acaso, fue el aprobado del presentador en una temporada de premios que le empieza a coger el gustillo a cargar tintas contra el maestro de ceremonias. Y eso que nadie mejor que Anthony Anderson ('Blackish') sabe lo que es perder, él que vio escapársele el Emmy no una sino ocho veces. Esta, dijo en la gala, iba tranquilo porque no podía ganar, pero tampoco perder, y salió intacto, quizás porque estaba su madre, también comediante, y así cualquiera termina ileso aunque repita el manido chiste contra los discursos, que por norma son planos y siempre tienen música. Una fauna en los Emmy No defraudó 'Succession', la favorita con 27 nominaciones, que celebró la codicia de sus personajes arrasando hasta con las butacas del Peacock Theater. Se despidió por todo lo alto mordiendo el oro de mejor serie dramática tras su temporada final, y le dejó el plomo a 'The Last of Us', perjudicada por estrenar una primera y no una última entrega. Matthew McFayden, el marido más rastrero de la ficción de Jesse Armstrong, agradeció el Emmy a sus dos esposas de 'Succession', Sarah Snook y Nicolas Braun; Kieran Culkin se mimetizó con su Roman Roy y le dijo, de paso, a su rival Pedro Pascal: «Chúpate esa». Se llevó la serie de HBO también premios para su actriz, para el guión, la dirección... Y, a riesgo de parecer una fauna, el competidor por el trono le salió a los tiburones no en un país nórdico sino en las cocinas, en cuyo caos se movió con gracia el oso de Jeremy Allen White. Ya saben, dramas que hacen reír y comedias que hacen llorar. ¿Acaso no es la vida eso? Hubo Emmy para White, claro, y también para sus mejores escoltas, Ayo Edebiri y Ebon Moss Bachrach, que protagonizó el beso de la noche, que, lástima, no fue con Rosalía (pareja del protagonista de 'The Bear') sino con Matty Matheson, a quien martiriza en la serie. Los seis premios de 'The Bear', por cierto', no fueron para su segunda temporada, magistral, sino para la primera. Cosas del retraso, que calló a los ganadores desde finales de verano. Noticia Relacionada estandar No 'Ally McBeal', 'Anatomía de Grey', 'Juego de Tronos', 'Cheers'... Los Emmy disparan la nostalgia televisiva con sus homenajes y reencuentros ABC La gala de los Emmy 2023 propuso un emotivo y nostálgico viaje por 50 años de TV Jennifer Coolidge, la robaplanos de 'The White Lotus', dedicó el premio a mejor actriz de miniserie a «todos los gais malvados»; pero la ficción que se coló en la fiesta de 'Succession' y 'The Bear' no fue otra que la miniserie 'Bronca' ('The Beef'), encargada de salvar el prestigio de Netflix con cinco Emmy .