González arremete contra el acuerdo de Sánchez y Puigdemont y descalifica al mediador
Aunque ya casi no es noticia, Felipe Gonzále z volvió a erigirse este martes en la principal referencia crítica contra Pedro Sánchez dentro del PSOE. En un largo coloquio con el exdiputado socialista Eduardo Madina , en el Caixaforum de Madrid, organizado por su propia Fundación y por la Fundación Gregorio Peces Barba , el expresidente del Gobierno reiteró su rotunda oposición a la amnistía , que calificó como una «autoamnistía», que es «difícil de aceptar». En la misma línea, Madina, rival de Sánchez en las primarias socialistas del año 2014, aseguró que «no la comparto porque no la comprendo». González, como en otras ocasiones, y con una sorna aplaudida por el público, señaló que al oponerse a la amnistía está «en la posición de mi partido el 23 de julio, e incluso el 24». Y no se privó de otra carga de profundidad sobre el particular: «¿Que ha cambiado la posición de mi partido? Sí. Pero por eso no estoy obligado a cambiar», sentenció. Ante más de trescientas personas que abarrotaban el auditorio, entre ellas la presidenta del Congreso, Francina Armengol , el del Senado, Pedro Rollán , y varios exministros socialistas como Virgilio Zapatero o Javier Corcuera , además de varios jueces y magistrados, entre ellos el instructor del 'procés', Pablo Llarena , y el juez que firmó la sentencia, Manuel Marchena , González comenzó su intervención mostrándoles «todo mi apoyo», ante una situación que describió como de «emergencia» ya que «se está cuestionando en serio la independencia judicial» e incluso se está «atacando al poder judicial de manera inesperada». Noticia Relacionada estandar Si El Congreso rechaza las enmiendas contra la amnistía en el hemiciclo que aprobó el artículo 155 Juan Casillas Bayo Los socialistas evitan usar el turno en contra y ceden a ERC el protagonismo en la defensa de la ley Delante de Llarena y Marchena, elogió como «impecable» el proceso jurídico del 'procés' y recordó, en referencia a los independentistas catalanes, que fueron quienes promovieron el acoso a jueces y fiscales. Igualmente lanzó un dardo velado a los separatistas al decir que «salieron en tromba» contra el último discurso del Rey en Nochebuena, centrado casi monográficamente en una defensa de la Constitución. El expresidente calificó de «impecable» el mensaje navideño y aludió a las «muchas tonterías que he escuchado» en su contra. A su juicio, «no le sobró nada» y, si acaso, «le faltaron cosas», en la línea de esa defensa de la Carta Magna. La víspera del encuentro que hoy mismo mantendrán en el Congreso el número 3 del PSOE, Santos Cerdán , y el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull , Gonzalez ahondó en sus críticas a los acuerdos de los socialistas con los de Carles Puigdemont . Tanto a lo ocurrido en la agónica votación de los decretos de la semana pasada como a la negociación abierta en Ginebra con un mediador , el salvadoreño Francisco Galindo. El histórico socialista arremetió contra la exigencia de Junts de que el Tribunal Supremo no plantee, eventualmente, una cuestión prejudicial ante la justicia europea por la amnistía. «¡¿Cómo se puede aceptar eso? !», exclamó. El mediador En cuanto a Galindo, y sin citarle por su nombre, señaló en tono severo que no tiene «cualificación profesional ni democrática», y adujo para ello que «de conflictos no sabe». Para sustentar su argumentación, recordó que ha sido testigo de todos los procesos y negociaciones de paz en Colombia (país del que tiene la nacionalidad el expresidente) y que este diplomático no estuvo «en ninguno» de ellos. González volvió a pedir acuerdos entre el PSOE y el PP, los partidos que «suman», señaló, «los 210 diputados que son necesarios para reformas imprescindibles», como la que a su juicio merece el Senado. Les pidió que no «levanten muros ficticios» y que busquen consensos incluso en reformas que afecten a la Constitución, como la del Senado. En un tono más generaciónal, Madina pidió más acuerdo y menos «combate», algo que dijo haberle pedido en su día al exlíder de Podemos, Pablo Iglesias . Ambos exdirigentes socialistas defendieron la Constitución como la mejor de la historia de España.