La concertada vasca vuelve a la huelga en enero
La reunión que han celebrado este martes representantes de los sindicatos y representantes de Kristau Eskola ha terminado sin acuerdo. Desde la Patronal que representa a los centros de la enseñanza de Iniciativa Social, la concertada que queda fuera de la agrupación de Ikastolas, había llamado a los representantes de los trabajadores porque tenían intención de presentar «nuevas propuestas». Fuentes sindicales han explicado que el encuentro que había empezado a las nueve de la mañana se ha dado por concluido pasadas las once y media por considerar «insuficiente» la propuesta. Las agrupaciones sindicales han anunciado que, por el momento, tienen intención de mantener las huelgas previstas para este inicio del año. En concreto, unos 9.000 trabajadores están llamados a la movilización un total de diez días en los próximos diez meses. Según la convocatoria que está sobre la mesa, los trabajadores de la concertada vasca están llamados a la huelga los días 17, 18, 26, 24 y 25 de enero y 6, 7, 8, 19 y 20 de febrero . La primera de ellas, por lo tanto, comenzará este miércoles y se calcula que podría afectar a unos 130.000 alumnos . La patronal defendió en la reunión de la mañana que su nueva propuesta incluía mejoras por valor de «decenas de millones». Sin embargo, los sindicatos les han acusado de «no hacer los deberes» y creen que las modificaciones se quedan lejos de sus reivindicaciones. Así lo han expresado en una nota conjunta los sindicatos ELA, CCOO, UGT y Steilas. El comunicado no está suscrito por LAB , que hasta ahora venía apoyando a la mayoría sindical del sector, que sí ha reconocido ver «avances» aunque tampoco los considera suficientes para desmarcarse de la convocatoria. Noticia Relacionada estandar No El conflicto laboral se recrudece en la concertada vasca: los alumnos ante cinco días de huelga a las puertas de la Navidad Miriam Villamediana La patronal cifra el seguimiento en el 21%, pero desde los sindicatos lo elevan hasta el 65%-70% Miren Zubizarreta, portavoz de ELA , ha explicado que, entre otras cuestiones, no se garantiza «la recuperación del poder adquisitivo», una reivindicación «minima», ha asegurado, para desconvocar los paros. José Antonio González, responsable de CCOO , por su parte, ha criticado las «pocas aportaciones» que, a su juicio, contenía la propuesta anunciada por la Patronal. El sindicato considera que faltan «puntos fundamentales y prioritarios». «Incrementar cada vez un porquito más de la propuesta anterior noe s la cuestión», ha advertido, sino recoger «aquellas cuestiones fundamentales que no han aparecido ni en la primera, ni en la segunda» y tampoco en esta última. Mejoras más allá de los salarios Y es que, sus reivindicaciones van más allá de una actualización de salarios . Los trabajadores de la concertada, que no pertenecen al consorcio de Ikastolas, llevan más de tres años con el convenio sin renovar. Solicitan mejorar salariales que garanticen su capacidad adquisitiva, pero también medidas relacionadas con las cargas de trabajo, los planes de igualdad o la enseñanza de FP. «Es evidente que las patronales sólo se mueven por la influencia de las huelgas», concluye la nota. Frente a ello, Kristau Eskola (la patronal que engloba a los centros religiosos) ha apelado a la responsabilidad de los sindicatos. Ha insistido en que su propuesta era «sustancialmente y mejorada» respecto a la inicial y que contemplaba opciones «cuantitativamente elevadas». «Seguir pidiendo y seguir pidiendo no es responsable», ha lamentado María Eugenia Iparragirre, directora general de la agrupación en declaraciones a Europa Press. Desde la patronal siguen tendiendo la mano a la negociación y hacen un llamamiento a encontrar «un acuerdo». Aunque llegar a un entendimiento se antoja lejano. Hasta entonces, los trabajadores seguirán con sus protestas. Los escolares de la concertada acumulas ya más de una decena de días de paros, y en el horizonte hay diez más en el primer trimestre del año. El Gobierno vasco ha optado por reforzar los servicios mínimos esta vez, lo que los sindicatos han calificado de «abusivo».