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‘Bukele sigue patrón hacia el autoritarismo a paso aceleradísimo’, advierte organismo sobre derechos humanos

“Lo que hizo (Hugo) Chaves en 10 años, en Venezuela, él lo hizo en dos en El Salvador”. Así de categórica es Ana María Méndez-Dardón, directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), al expresar su percepción sobre el deterioro provocado por la gestión de Nayib Bukele en materia de derechos humanos.

Méndez-Dardón asegura que el mandatario salvadoreño está siguiendo “a paso aceleradísimo” la ruta hacia el autoritarismo desde que su partido, Nuevas Ideas, obtuvo la mayoría de escaños en la Asamblea Legislativa, en el 2021, lo cual le permitió poner gente de su confianza en el Poder Judicial y la Sala de lo Constitucional para beneficio propio.

“La preocupación es la enorme concentración del poder y eso ha llevado a la ausencia de frenos y contrapesos en las diferentes esferas del Estado”, señala al tiempo que recuerda, por ejemplo, las recientes reformas aprobadas en ese país que permitirán a Bukele buscar la reelección inmediata, posibilidad con la que en el pasado dijo estar opuesto.

WOLA es un organismo líder en la investigación sobre derechos humanos y en el fortalecimiento de las democracias en las Américas. Para su directora, en todo el Istmo hay una tendencia hacia el autoritarismo y, por ello, sostiene que el gran reto para la región es defender la democracia. A continuación un extracto de una entrevista con La Nación:

-- El Salvador está a las puertas de las elecciones presidenciales, serán este 4 de febrero. ¿Cómo evalúa la salud de las democracias en Centroamérica?

En el caso salvadoreño, al igual que en toda la región, hay una tendencia hacia el autoritarismo. Hay una tendencia regional hacia las prácticas que están atentando contra las democracias. Eso sí, cada uno de los países tiene matices diferentes y diferencias, pero muchos desafíos.

”En el caso de El Salvador, preocupa enormemente el acelerado deterioro desde el año 2021 cuando Nayib Bukele tomó el control de la Asamblea. La preocupación es la enorme concentración del poder y eso ha llevado a la ausencia de frenos y contrapesos en las diferentes esferas del Estado”.

-- El régimen de excepción está a las puertas de cumplir dos años (el 27 de marzo). Esa es la bandera de Bukele hacia la reelección. ¿Cuál es su valoración sobre esta medida tan criticada por quienes defienden los derechos humanos?

El Estado de derecho y los derechos humanos son de suma preocupación. Dentro de todas las medidas que tomó Bukele, está el estado de excepción que suspende todas las garantías elementales y da pie a lo que él llama su guerra contra las maras. Sin embargo, esto ya ha sido comentado por muchísimas organizaciones, como lo es Amnistía Internacional.

”Si bien es cierto que logró disminuir la violencia homicida, una serie de garantías se han venido violando, garantías de derechos humanos y que están protegidas en tratados internacionales.

”Entonces, no se critica que exista una política de seguridad en contra de las pandillas, lo que sí no debería de ser es que una medida, que debe ser temporal (como el régimen de excepción), se vuelva permanente. Y estamos a las puertas de que se cumplan dos años en el que prácticamente no se cumple con la Constitución”.

— ¿Cómo evalúa WOLA la estrategia de comunicación de Bukele que se basa en su respaldo popular?

Me parece que él es inteligente en su estrategia de comunicación para decir que él se ampara en la democracia porque el pueblo depositó el voto en él. Pero una cuestión es la democracia del voto, la democracia representativa, y otro punto, muy importante, es el respeto del Estado de derecho dentro de una democracia.

”Un candidato no puede cambiar las reglas del juego, alterando el orden legal, para beneficiarse y eso fue lo que él hizo el año pasado, cuando seis meses antes de que se diera la convocatoria oficial para las elecciones, en setiembre del 2023, él impuso una reforma para reducir el número de diputados y municipalidades, por ejemplo”.

-- ¿Por qué cree que Nayib Bukele redujo la cantidad de municipios en el país? ¿Es una medida para concentrar poder o un movimiento para liquidar a Arena y al FML?

Él goza de una gran popularidad, pero eso recae sobre su figura, no sobre el Partido Nuevas Ideas, por ejemplo. El país casi que tenía una tradición bipartidaria con el FMLN y Arena, en donde la base social comunitaria era tan fuerte, y los diputados de Nuevas Ideas no eran conocidos. Bukele necesitaba esas reformas para continuar con la concentración de poder.

“Estaba dentro del plazo establecido, pero eso es una señal. No es un amparo hacia la democracia, sino alterar las reglas del juego excusándose de que él tiene el voto de la ciudadanía”.

— Nayib Bukele se ampara en su popularidad para construir una narrativa en El Salvador como si las pandillas fueran el único problema que tiene la población.

Exacto. No podemos negar que Bukele es popular en el país, uno va a El Salvador, y habla con las personas, y los barrios dejaron de ser de las maras, los comerciantes trabajan en sus negocios tranquilos. Pero es muy complejo porque al final la democracia se trata también de devolverle algo tangible.

”Si yo hablo de libertad de expresión en Costa Rica, y de los ataques que puede recibir la prensa del presidente y voy a un mercado y le comento al ciudadano común que un periodista está haciendo atacado, probablemente me dirá: ¡Y eso a mí qué! No me afecta. Entonces, eso es lo que pasa en El Salvador.

“No hay conciencia de lo que significa que Bukele ataque a la prensa, que controle la Asamblea Legislativa, que prácticamente viole la Constitución de manera permanente, porque es claro que la reelección no es posible. Entonces, eso es preocupante. No hay una conciencia clara de las implicaciones de que Bukele se mantenga en el poder por parte de la ciudadanía”.

— El mismo Bukele tenía claro que un presidente no podía reelegirse de manera consecutiva en El Salvador y, una vez en el poder, el pensamiento es otro…

Sí, totalmente. Incluso él contradice las declaraciones que emitió en algún momento. Hace un par de años dijo que él no optaría por la reelección, que no se podía optar por ella y ahora vemos lo que pasará. El medio digital El Faro publicó un reportaje de todas las declaraciones que en algún momento publicó en su perfil en Twitter (hoy X) porque van en contra de lo que es su narrativa de hoy.

”La reelección es inconstitucional y no lo prohíbe solo un artículo en la Constitución. Si no estoy mal, hay estudios de Cristosal que dicen que al menos cinco artículos hacen énfasis de la necesidad del traspaso del poder y de la no permanencia indefinida en la presidencia”.

— Nayib Bukele alega que está en el poder de manera democrática, que el pueblo eligió a los diputados de su partido, pero esa confianza del pueblo la ha tomado para mover las fichas democráticas a su favor. ¿Es un patrón similar al de otros actores autoritarios en la región?

Los líderes en América Latina tienen una regla, que siguen los pasos de otros actores. Empiezas cortando la independencia judicial. Lo que pasa en Nicaragua con Daniel Ortega, donde, desde la Sala de lo Constitucional, interpretan las leyes a su manera, o reforman la Constitución,

“De hecho, no se descarta que esto suceda con Bukele: él va siguiendo el patrón hacia el autoritarismo a un paso aceleradísimo, lo que hizo Chaves en 10 años, en Venezuela, él lo hizo en dos en El Salvador”.

— ¿Usted cree que Bukele tenga en su hoja de ruta reformar la Constitución?

Al final, controla todo y podría hacerlo. Sí, puede ser que esté en la agenda. Es algo que se ha ido barajando en la opinión pública; desconozco si existe una propuesta concreta, pero el hecho de que el Partido Nuevas Ideas es el único que podría estar en la Asamblea Legislativa, podría encaminar a eso.

”El hecho de imaginarse un solo partido político en la Asamblea, va en contra de toda compatibilidad con la democracia. Se habla que de 60 diputados, tres o cuatro serán de oposición. El panorama que se espera es arrasador”.

— ¿Cuáles son los principales desafíos de Wola en Centroamérica?

La defensa de la democracia. Por ejemplo, en Honduras hay señales que vemos en el gobierno de Xiomara Castro, quien recibió un país sumamente fraccionado por el crimen organizado, en el que hay señales de que se ha querido interferir en otros procesos, especialmente en el Legislativo; entonces, no hay ese contrapeso.

”El caso de Nicaragua es el más dramático y Guatemala que desde agosto está en ‘tsunami’ con las persecuciones hacia Bernardo Arévalo y el Partido Semilla. El reto es promover sociedades que logren nutrir de oxígeno a la sociedad civil, fomentar la independencia judicial como algo esencial en cualquier democracia. Esto no lo vemos en la mayoría de países en Centroamérica.

”Por otro lado está la crisis migratoria, que es global y regional. La mayoría de personas son guatemaltecas y hondureñas. Prácticamente se expulsa a la gente por distintas causas y no hay interlocutores, o gobernantes, que tengan el compromiso de mejorar las condiciones en estos países”.

— ¿Qué les preocupa sobre Costa Rica?

Hemos tenido información de que el 2023 fue uno de los años más violentos en Costa Rica, o el más violento de su historia reciente. Esto preocupa porque hasta ahora Costa Rica se había mantenido en los indicadores recientes, de seguridad ciudadana, como una de las naciones más estables y seguras.

“Entonces, hemos empezado a monitorear este tema para ver, sobre todo, qué tipo de respuesta puede dar el sistema de justicia, especialmente para prevenir.

”Cuando comparamos con otros países de la región, cuando los homicidios empiezan a subir, quizás es porque están relacionados con crimen organizado o narcotráfico. Si no se logra identificar a tiempo de dónde vienen las causas, no se va a lograr prevenir y se podría dar una escalada terrible en la que se puede ver el país”.

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