91 años y 54 nominaciones al Óscar: John Williams sigue siendo el ‘capo’ musical de Hollywood
El nombre del compositor y director de orquesta John Williams es un viejo conocido de los premios Óscar y, este 2024, con su nominación número 54 a los galardones de lo mejor del cine, marcó un hito en la historia de la música del sétimo arte.
El artista, de 91 años, está postulado en la categoría de mejor banda sonora por su trabajo en el filme Indiana Jones and the Dial of Destiny. En la contienda compite contra las obras de American Fiction, Killers of the Flower Moon, Oppenheimer y Poor Things.
De ganar la competencia, ese sería su sexto Óscar. Antes lo había ganado por la música de películas como El violinista en el tejado (1972), Tiburón (1976), Star Wars: Episode IV - A New Hope (1978), E.T. (1983) y La lista de Schindler (1994).
Con sus 54 nominaciones, Williams se convirtió en la persona viva con más postulaciones a los premios. Walt Disney (quien falleció en 1966), obtuvo 59.
John Williams, un maestro teñido con el oro del Óscar
El trabajo en Indiana Jones and the Dial of Destiny fue el último en el cine del maestro Williams, pues en el 2022 el músico anunció que se dedicaría, exclusivamente, a la composición para conciertos.
La carrera de Williams ya supera los 60 años. Williams es el responsable de la banda sonora de muchas generaciones que se han emocionado viendo películas no solo por las imágenes, sino porque la música que ha compuesto para las producciones ha sido protagonista indiscutible.
Star Wars, E.T., Jurassic Park, Superman, Indiana Jones, Harry Potter, La lista de Schindler y muchas producciones más han usado la música de Williams como apoyo, aunque definitivamente es la saga de Star Wars su proyecto más ambicioso.
El compositor, nacido en Nueva York en 1932, es sin lugar a dudas una de las luminarias de este género artístico, un genio que con sus creaciones logró darle a las imágenes sentimientos de tristeza, miedo y alegría. Sus piezas son hilo conductor de las tramas, por lo que no podríamos imaginar escenas icónicas como la de E.T. y Elliot volando en su bicicleta sin la sentida pieza que los acompaña.