¿Prisioneros o misiles? Rusia y Ucrania enfrentan sus versiones entre la confusión por el derribo de un avión en Belgorod

Moscú acusó este miércoles a Kiev del derribo de un avión militar ruso IL-76 a unos cinco kilómetros de la localidad de Yáblonovo, en el distrito de Korochanski, cerca de la frontera con Ucrania , en el que iban a bordo 65 presos ucranianos que iban a ser intercambiados por prisioneros de guerra rusos. Tras el siniestro no ha habido supervivientes. Unas imágenes publicadas en las redes sociales muestran un avión cayendo casi en vertical que explota al llegar al suelo, en medio de llamas y humo negro. «Escuchamos un ruido muy fuerte y salimos», manifestó Maria Mezentseva, vecina en la localidad de Yablonovo que vio el accidente. «Hubo fuego», recoge AFP. El ataque se produjo en la región de Bélgorod , lugar que sufre con frecuencia la ofensiva de misiles y drones ucrananianos en respuesta a los múltiples bombardeos rusos desde que empezó la guerra en febrero de 2022. Según Moscú, el ejército ucraniano «sabía a ciencia cierta» que los rusos llevarían a los prisioneros ucranianos en un avión a Bélgorod y luego a un punto de encuentro en la frontera. En cambio, los servicios de inteligencia ucranianos aseguran que no habían sido informados . Kiev no conocía «el número de vehículos, la carretera ni el modo de transporte de los prisioneros», agregaron, acusando a Moscú de haberlos «puesto en peligro» adrede. Además, algunos medios de comunicación ucranianos aseguraron que el Il-76 ruso no llevaba prisioneros sino misiles para lanzaderas S-300 e incluso afirmaron que por eso fue derribado. «Mataron a sus propios soldados» Según el Ministerio de Defensa ruso, los ucranianos lanzaron dos misiles desde un sistema de defensa antiaérea situado en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, para derribar el avión de transporte militar y luego poder «acusar a Rusia». Los 65 prisioneros ucranianos que iban a bordo, así como la tripulación de seis civiles y tres militares, murieron a causa del siniestro, según confirmó este mismo ministerio. «Mataron a sus propios soldados en el aire», ha señalado el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, quien ha asegurado, sin aportar ninguna prueba, que se utilizaron «misiles estadounidenses y alemanes». Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, habló «del uso de métodos terroristas por parte del régimen de Kiev» para derribar el avión. Lavrov anunció este miércoles que los representantes rusos en Naciones Unidas han solicitado una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar el accidente de avión. Finalmente, la presidencia francesa de esta máxima instancia ha confirmado que la reunión se producirá este jueves en Nueva York. En una publicación en su canal oficial de Telegram, el representante adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dimitri Polianski, ha acusado a la representación francesa de retrasar la reunión en un intento de «dar tiempo a su clientela ucraniana para que presenten al menos una explicación más o menos plausible de lo que está sucediendo». «No nos informaron» El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió este miércoles una investigación internacional sobre el siniestro, algo que el Kremlin ha respaldado este jueves. «Es evidente que los rusos juegan con las vidas de los prisioneros ucranianos, con los sentimientos de sus familiares y con las emociones de nuestra sociedad. Es necesario aclarar todos los hechos», recoge EP. La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania (GUR) ha asegurado que no cuenta con «información fiable y completa» por el momento sobre los pasajeros a bordo del avión, pero sí ha reconocido que para este miércoles estaba previsto un intercambio de prisioneros que finalmente no se ha producido. La GUR aseguró en un mensaje en Telegram que no les informaron «sobre el número de vehículos, rutas y formas de entrega de los prisioneros». «En este momento no tenemos información fidedigna y completa sobre quién estaba exactamente a bordo del avión y en qué cantidad. Ucrania, por su parte, ha cumplido todos los acuerdos para preparar el intercambio. Los militares rusos capturados fueron entregados a tiempo al punto de intercambio acordado, donde han estado a salvo», explicó. «Según lo acordado, la seguridad de nuestros defensores debía ser garantizada por la parte rusa. Al mismo tiempo, la parte ucraniana no fue informada de la necesidad de garantizar la seguridad del espacio aéreo en la zona de la ciudad de Belgorod durante un cierto período de tiempo, como se ha hecho repetidamente en el pasado», prosigue el comunicado de la GUR. Y subraya que «el aterrizaje de un avión de transporte en una zona de combate de 30 kilómetros no puede ser seguro y, en cualquier caso, debe ser discutido por ambas partes, de lo contrario se pone en peligro todo el proceso de intercambio». Rafael M. Mañueco, corresponsal de ABC en Moscú, ha informado de que algunos medios de comunicación ucranianos aseguraron que el Il-76 ruso no llevaba prisioneros sino misiles para lanzaderas S-300 e incluso afirmaron que por eso fue derribado, desapareciendo después la referencia al Ejército ucraniano como autor del ataque. Canje de prisioneros Ucrania y Rusia han pactado varios intercambios de prisioneros desde el inicio de la agresión rusa en febrero de 2023, el más multitudinario de ellos se ha producido este mismo mes. Gracias a la mediación emiratí, cerca de medio centenar de personas de ambos bandos pudieron regresar de vuelta a sus hogares. En este mismo avión viajaron el pasado 3 de enero los 173 militares ucranianos que fueron canjeados por 248 soldados rusos. Además de asegurar que el aparato fue derribado por tres misiles (el Ministerio de Defensa habla de dos cohetes), Kartapólov asefuró que otro avión con 80 prisioneros iba en la misma dirección, pero se dio la vuelta al tener noticias de lo ocurrido. No obstante, Rusia y Ucrania seguirán intercambiando prisioneros de guerra a pesar del derribo de un avión militar ruso, dijo el jueves la agencia de noticias Interfax citando al legislador ruso Andrei Kartapolov. Kartapolov dijo que Rusia hablaría «incluso con el diablo» para traer de regreso a sus soldados capturados, dijo Interfax.