La primera foto de la nave japonesa en la Luna muestra que aterrizó de bruces

El módulo japonés SLIM (siglas de Smart Lander for Investigating Moon) se posó el pasado viernes en el polo sur lunar con una precisión nunca vista, a solo 55 metros de su objetivo. Sin embargo, el aterrizaje fue más accidentado de lo esperado y la nave terminó de bruces, como puede apreciarse en su primera imagen enviada desde nuestro satélite natural y que ha dado a conocer la agencia espacial JAXA . La foto fue tomada por LEV-2, uno de los dos pequeños rovers que el aterrizador liberó poco después de situarse sobre el terreno. La nave, que recibe el apodo de 'Moon Sniper' (Francotirador lunar), hizo honor a su nombre y alunizó donde estaba previsto, en un radio de 100 metros del lugar fijado en un cráter , un margen mucho más estrecho a los varios kilómetros habituales en este tipo de misiones. JAXA ha celebrado este logro como un gran éxito. Sin embargo, según confesó Shinichiro Sakai, director de la misión, el artefacto sufrió problemas de motor en su descenso que podrían haber afectado su trayectoria, impidiendo que alunizara incluso más cerca del punto fijado. Noticia Relacionada estandar No Japón se posa por primera vez en la Luna, pero la nave no puede generar energía Judith de Jorge JAXA confirma que la misión SLIM ha logrado tocar el polo sur lunar, convirtiendo al país nipón en el quinto en llegar a nuestro satélite natural, pero reconoce que ha sufrido problemas en los paneles solares Este fallo, además, pudo provocar que durante el aterrizaje el módulo girase 90º con respecto a cómo debería haber estado en reposo, lo que explica en parte las dificultades que han tenido las baterías solares para generar la energía necesaria para su funcionamiento. Tres horas después del alunizaje, JAXA decidió apagar el módulo con un 12% de batería restante para permitir una posible recarga cuando cambie el ángulo de la luz solar. «Si la luz del Sol llega a la Luna desde el oeste en el futuro, creemos que hay una posibilidad de generar energía y no estamos preparando para su restablecimiento», afirmó la agencia el pasado lunes. Esto podría ocurrir en solo una semana. «Basándonos en las estimaciones actuales, nos preparamos para reanudar las operaciones de la sonda el 1 de febrero», ha dicho JAXA. Dos rovers liberados Antes de apagar la nave, el control de la misión pudo descargar datos técnicos e imágenes del descenso del aparato y de la superficie lunar. La elección de ese punto del polo sur lunar está justificada por la gran cantidad de información que puede proporcionar. Por un lado, la nave está colocada en un cráter donde el manto de la Luna, la capa interior normalmente muy profunda, puede ser accesible desde la superficie. Además, la agencia también quiere analizar las rocas de la zona para intentar aportar luz al misterio de la posible presencia de agua en la Luna, un factor clave para la eventual construcción de bases humanas allí. Además, poco después del aterrizaje, los dos rovers de la misión lograron separarse con éxito del módulo: el LEV-1 (Vehículo de Excursión Lunar) con un transmisor y el LEV-2, una esfera diseñada para rodar por la superficie de la Luna y enviar las imágenes a la Tierra. Fue este mini-vehículo de exploración espacial, de forma cambiante y del tamaño de una pelota de tenis, el que tomó las imágenes de SLIM publicadas por JAXA. MÁS INFORMACIÓN noticia No Japón se suma a los países que han llegado a la Luna: esta es la lista completa noticia No La nave con la que EE.UU. iba a regresar a la Luna se desintegra sobre el Pacífico SLIM, que ha convertido a Japón en el quinto país en llegar a la Luna , es una de las múltiples misiones lunares lanzadas recientemente por gobiernos y firmas privadas, a menudo repletas de problemas técnicos. El último intento en acabar en fracaso fue el de la estadounidense Peregrine, una misión privada impulsada por la NASA, que finalmente tuvo que ser enviada hacia la Tierra para acabar destruida en la atmósfera sobre el Pacífico. El mismo Japón cuenta con dos misiones fallidas, la última de ellas el pasado abril, cuando una firma privada perdió la comunicación con su nave tras el alunizaje.