World News in Spanish

“Je t’aime… moi non plus”: la canción que escandalizó al mundo

La canción fue condenada por el Vaticano y estuvo prohibida en medio mundo por ser considerada pornográfica

The post “Je t’aime… moi non plus”: la canción que escandalizó al mundo appeared first on Cubanet.

LA HABANA, Cuba. — En los días finales de enero de 1970 irrumpió en las listas de venta y popularidad de la revista Billboard una canción del cantante y compositor  francés Serge Gainsbourg que lo lanzó a la fama y escandalizó al mundo: Je te aime… moi nun plus (en español, “Yo te amo…yo tampoco”).

Aun con la revolución sexual de la década de 1960 a toda mecha, aquella canción, que Gainsbourg interpretó con la que sería su esposa por más de diez años, la actriz y cantante británica Jane Birkin, y cuyo título parafraseaba un comentario de Dalí sobre Picasso (“él es comunista, yo tampoco”), fue condenada por el Vaticano y estuvo prohibida en medio mundo por ser considerada pornográfica.

Por supuesto, también fue prohibida en Cuba, donde el castrismo se enfrascaba en la zafra de los 10 millones y “la lucha contra el diversionismo ideológico y la decadencia moral del capitalismo”. Solo muchos años después lo que se escuchó, por Radio Enciclopedia, fue una muy  melosa versión instrumental de Je t’aime… 

No era para menos la prohibición. En la canción, entre frases como “voy y vengo entre tus riñones”, se escuchaban los susurros y jadeos de Jane Birkin, simulando un orgasmo.

Originalmente la canción había sido grabada por Gainsbourg con Brigitte Bardot, en 1968, cuando ambos sostenían una tórrida relación extramarital, pero B.B, para que no se supiera que engañaba a su esposo, antes de romper, le pidió a Gainsbourg que no hiciera pública la grabación en que figuraba su voz, lo cual no ocurrió hasta 1986.

Je t’aime…moi non plus es la canción pop más explícitamente sexual que se haya hecho. Ni siquiera logró superarla el propio Gainsbourg en Love on the beat, de 1984, cuando grabó, sin ella saberlo, los gritos orgásmicos de su esposa Bambou, sobre un fondo de música funk.

Cuando Gainsbourg grabó Je t’aime…moi non plus, ya era famoso en Francia por las canciones que había compuesto para Isabelle Adjani, Juliette Greco, Dalida, Brigitte Bardot, France Gall y las inglesas Petula Clark y Marianne Faithful. Pero menos de una década atrás, nadie, ni siquiera él mismo, cuando aspiraba a ser una suerte de alter ego de Boris Vian, hubiese sospechado que alguna vez tendría éxito.

Su verdadero nombre era Lucien Ginsburg. Nació en 1928. Sus padres eran judíos rusos que escaparon a Francia menos de dos años después del triunfo de la revolución bolchevique. La pobreza hizo difícil su infancia. Empeoró con la ocupación nazi, cuando, por ser judío, se vio obligado a llevar la estrella de David. Pero él decía que era una estrella de sheriff, una muestra precoz de su ironía y su  corrosivo humor.

Varias décadas más tarde, en 1975, haría una demoledora parodia del nazismo y toda su parafernalia en el disco Rock around the bunker.

Pero no solo de los nazis se burló Gainsbourg. La Marsellesa a ritmo de reggae, que grabó en Jamaica en 1978, le valió insultos y amenazas de muerte por parte de  veteranos de la guerra de Argelia y ex -miembros de la OAS.

Gainsbourg, una especie de híbrido galo entre Leonard Cohen, David Bowie y Lou Reed, originalmente quiso ser pintor, pero  finalmente triunfó como músico, absorbiendo y mezclando el jazz, el rock, el funk, el reggae, el rap y los ritmos afrolatinos. En los textos de sus canciones, siempre mordaces e irreverentes, empleaba profusamente los juegos de palabras, el doble sentido y  las rimas complicadas.   

Gainsbourg estuvo estrechamente vinculado con el cine: escribió la música de 40 películas y dirigió cuatro.

Tanto en sus canciones como en sus películas, gustaba epatar al tocar temas espinosos como el incesto, la pedofilia, el exhibicionismo, el voyerismo y la homosexualidad. A veces llevó la provocación al extremo, como en la canción Lemon incest, que grabó con su hija Charlotte.

A pesar de su narizota, sus grandes orejas, y su cabeza de col (como él mismo la definía) rasgos poco adecuados para un galán de la música pop, Gainsbourg fue afortunado  con las mujeres. Varias de  sus intérpretes —Juliette Greco, Brigitte Bardot, France Galla, Catherine Deneuve, Bambou, etc.—  fueron sus amantes.

En sus últimos años, cada vez se desdibujaron más los límites entre el Gainsbourg real y Gainsbarre, el áspero, desaliñado y ebrio personaje que se inventó. No le costó mucho esfuerzo. Inadaptado y rebelde, casi se alcoholizó mientras pasaba el servicio militar. Sus tiempos de pianista, crooner y bohemio empedernido agudizaron el problema. Además, fumaba como un condenado y presumía de ello: era rara la portada de uno de sus discos en que no aparecían las cajetillas de sus inseparables Gitanes.

Gainsbourg murió de un infarto en 1991, a los 62 años. Está enterrado en el cementerio parisino de Montparnasse. En su tumba siempre hay flores y ofrendas de todo tipo. Las paredes de la casa donde habitó están llenas de graffitis, versos y una frase inimaginable de decir a alguien que te confiesa su amor: “Y yo tampoco”.

Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

The post “Je t’aime… moi non plus”: la canción que escandalizó al mundo appeared first on Cubanet.

Читайте на 123ru.net