Cientos de banderas de Palestina y cánticos de “Israel, genocida” en el partido del Maccabi contra el Baskonia
El Maccabi de Tel Aviv, equipo de baloncesto símbolo de Israel, se ha llevado de Vitoria una derrota deportiva sin paliativos en la vigésima quinta jornada de la Euroliga (92-82) pero también la imagen de solidaridad de miles de personas con los más de 27.000 fallecidos en Gaza desde el 7 de octubre. En las gradas del Fernando Buesa Arena había cientos -o quizás miles- de banderas de Palestina y a los ánimos al Baskonia se han sumado cánticos de "Israel, genocida", "Estado sionista, Estado terrorista", "Maccabi, fuera de Europa" o "Palestina askatu!", entre otros.
Aunque formalmente no había sido declarado como tal, la Ertzaintza lo ha tratado como un partido de alto riesgo y ha planteado un despliegue policial sin precedentes, hasta el punto de que había perros en la pista. No ha habido ningún incidente reseñable.
El Maccabi ha llegado al pabellón en un autobús con el escudo del Baskonia escoltado por la Ertzaintza, como había estado blindado el hotel del centro de la ciudad en el que se había alojado desde el miércoles. Una hora antes del partido, iniciado a las 19.30 horas, ya eran visibles una decena de furgonetas de la Brigada Móvil (antidisturbios), media docena de patrullas, tres furgonetas sin rótulos de intervención y patrullas con perros-policía. La unidad de Explosivos ha realizado también labores preventivas.
En las puertas de acceso, activistas repartían exactamente 1.000 banderas de Palestina que habían preparado. Se han sumado a las de quienes ya las traían de casa. "Son legales, ¿eh?", animaba una de las mujeres que las entregaba. Hasta la mascota del Baskonia, Aker, ha querido llevarse una mientras se fotografiaba con niños en la puerta 5. Hacia las 20.00 horas, un centenar de personas han completado una pequeña manifestación que ha partido de Betoño y encabezada por una bandera negra, blanca y verde con triángulo rojo de mayor tamaño y con gritos contra Israel y a favor de Palestina. Han portado una bengala.
Se constataba ostensiblemente más presencia policial que en partidos ordinarios o incluso en visitas previas del Maccabi. Pero los cacheos en la entrada no eran muy diferentes a los de otros partidos. Había seguridad privada y un trío de ertzainas por puerta. En ningún momento se ha hecho amago de retirar las banderas palestinas, perfectamente legales. Algunos de los operarios que comprobaban entradas y abonos llevaban pañuelo palestino.
En el interior había colocadas todavía más banderas en puntos estratégicos. Alrededor de un tercio del público ha decidido acceder al partido a los cinco minutos de juego en señal de protesta, cuando el marcador mostraba un 10 a 11 y la estrella local, Markus Howard, acababa de salir a la pista. Antes, la presentación y el arranque del partido han sido más fríos de lo habitual, principalmente porque todo el fondo que ocupa el principal grupo de animación, Indar Baskonia, estaba vacante. El Baskonia ha regalado a su rival un vino de Marqués de Riscal como se hace con todos quienes visitan Vitoria en competición europea.
Alrededor del banquillo del Maccabi había un ostensible cordón policial con agentes de paisano con mochilas con material de seguridad pero también uniformados de la Brigada Móvil. Había también agentes en algunas bocanas del resto de las gradas. También en esa zona baja de pista estaban movilizados agentes de la unidad canina. El animal se ha mostrado nervioso por el ruido y han tenido que sacarlo en algunos momentos. No ha habido incidentes aunque, al finalizar el primer cuarto, la megafonía ha pedido lo siguiente en castellano: "Evitemos lemas que inciten a la violencia. Traería problemas para el club". Antes, solamente se habían exhibido unas letras gigantes con el lema "Free Palestine!", en inglés.
En el descanso, tres jugadores del Maccabi han lucido unas camisetas negras pidiendo en inglés y en hebreo la liberación de los rehenes de Hamás sobre el uniforme amarillo en homenaje a los judíos víctimas del holocausto. Se da la circunstancia de que era la jornada de la iniciativa One Team, en la que los clubes de la Euroliga muestran su apoyo a causas de desarrollo infantil. Un jugador del Baskonia y otro del Maccabi se han hecho una fotografía juntos con un grupo de niños.
El dueño del equipo israelí, con su inconfundible bufanda amarilla, ha visto el partido desde el banquillo aunque en el pasado fue sancionado por ello. Ha tenido escolta en todo momento. Ha saludado a los escasísimos seguidores de su equipo en Vitoria, ubicados en primeras filas y muy cerca de la Policía. El resultado final ha sido de 92 a 82. La estrella visitante Wade Baldwin IV, exjugador del Baskonia, ha protagonizado un feo final del partido encarándose con un árbitro y arrojándole un balón. Su equipo se lo ha llevado y han abandonado la cancha entre fuertes abucheos mientras, por otra salida, el dueño lo hacía en solitario.