Los otros 'mártires' tras el crimen del canónigo de Valencia

El crimen del canónigo de Valencia ha desvelado una vida diametralmente opuesta a la ejemplaridad. Don Alfonso López Benito fue hallado muerto el pasado martes 23 de enero en su casa con evidentes signos de violencia, una terrible escena tras la que la Policía y sus investigadores descubrieron una faceta alejada de la rectitud eclesiástica, a través de la que el religioso captaba a personas vulnerables, algunos sin hogar y otros con discapacidad, para mantener relaciones sexuales. Acumuló quejas y apercibimientos del Arzobispado y, en paralelo, destacaba por su trabajo de delegado en las causas de canonización de 250 mártires perseguidos durante la Guerra Civil. Una doble vida de la que sus vecinos venían avisando desde hace tiempo, molestos con las visitas que recibía en su domicilio de la calle Avellanas. Ahora, la Iglesia se desmarca del caso renunciando a ejercer como acusación particular y trata de borrar todo rastro del cura ante las informaciones publicadas en diferentes medios de comunicación sobre sus prácticas sexuales. Parte de esta huella habla de un sacerdote notablemente reconocido por sus trabajos de investigación. Licenciado en Derecho Civil por la Universitat de Valencia, en Derecho Canónigo por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense (Roma), la mayor obra del sacerdote asesinado fue Las causas de canonización. Comentarios a la instrucción Sanctorum Mater , la cual le valió para ascender, en 2015, de canónigo de la Colegiata de San Bartolomé Apóstol a la seo principal de la capital del Turia. MÁS INFORMACIÓN noticia No La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana ironiza sobre el crimen del canónigo: «Lo próximo igual lo vemos en Netflix» El libro, aprobado hace diecisiete años por la Congregación de las Causas de los Santos, fue editado por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia. Además, redactó otros ensayos sobre la persecución religiosa en la España de la Segunda República y fue designado juez delegado en la canonización de 250 mártires valencianos perseguidos durante la Guerra Civil. Una amplia trayectoria que le llevó, en 2019, a celebrar sus bodas sacerdotales de oro y a ser recibido en audiencia por el Papa. Tiempo atrás, el clérigo de 85 años formó parte de la Compañía de Jesús, destinado en el Palacio Ducal de San Francisco de Borja de Gandía. Asimismo, perteneció a la Congregación Mariana del Patronato de la Juventud Obrera, filiación con la que llegó a participar como actor en obras en el ahora en ruinas Teatro Escalante de Valencia. El Arzobispado de Valencia confirmó que «apercibió» hace dos años al canónigo cuyo cuerpo fue hallado sin vida. En cualquier caso, aseguraron fuentes que estas quejas «en ningún caso aludieron a hechos de la naturaleza que se narran» en los medios de comunicación y sostuvo que desde entonces «jamás se volvió a recibir ningún tipo de queja». «Profundo dolor» Al respecto de la investigación judicial, remarcaron que el secreto de sumario «no se ha levantado» e indicaron que no tienen «información oficial de las noticias que revelan los medios de comunicación». No obstante, «si lo publicado es verdadero», han expresado el «profundo dolor» que producen «los hechos narrados», que son «manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdota l, asumidos libremente en el momento de la ordenación«. Durante las inspecciones oculares del piso del sacerdote, los investigadores de la Policía Nacional hallaron múltiples dispositivos electrónicos, cuyo contenido está siendo minuciosamente analizado. Se trata de tres teléfonos móviles y hasta siete memorias USB , una de ellas guardada bajo llave en la habitación capilla ubicada junto al dormitorio. Al margen, el testimonio de la persona que ejercía de chófer y guardaespaldas de Alfonso López ha desvelado el encuentro sexual con otro hombre, un joven con discapacidad de Badajoz que viajó a Valencia y se hospedó en casa del canónigo. El titular del Juzgado de Instrucción 3 de Valencia, en funciones de guardia de incidencias, decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido por la muerte del religioso. El arrestado, un hombre peruano de 40 años con el que habría mantenido una relación, queda investigado en una causa abierta, inicialmente y sin perjuicio de ulterior calificación, por un delito de homicidio y un delito de estafa, según han informado desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).