Aires de cambio en la gestión municipal
Las calles vacías el domingo a la una de tarde presagiaban el cumplimiento de la profecía sobre el abstencionismo. Un amigo y yo recorrimos algunos distritos desde San José hasta Mora para medir la temperatura electoral, alimentando la esperanza de un despertar ciudadano horas antes del plazo.
Aunque la democracia no se sostiene solamente con el voto, lo hemos convertido en un mantra y omitimos el resto de los componentes del “peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado”, a saber, renunciar a la participación en una actividad electoral en una fecha y horas establecidas no exime a los 2,3 millones de abstencionistas de sus deberes ciudadanos, aunque crean lo contrario y sean los más quejumbrosos.
Sin embargo, un indicio alentador el domingo, en una Costa Rica desierta, eran los rostros de los jóvenes guías en los centros de votación, quienes sobresalían identificados con los colores de sus partidos y sus generosas sonrisas al recibirnos. Me devolvieron a mis 15 años, mi única participación voluntaria en una campaña política y el equivalente a un entretenimiento disfrutado con algunos amigos del barrio.
La juventud el domingo no se limitó a las labores logísticas. En estas elecciones, 29 menores de 40 años encabezarán las alcaldías: 7 mujeres y 22 hombres. En las del 2020, la cifra total alcanzó los 20. Que esto se traduzca en mejoras comunales e ideas renovadas está pendiente de análisis de los expertos.
En el cantón Central de San José, por ejemplo, destaca Diego Miranda, de 34 años, relevo de Johnny Araya; y en Nandayure, Teddy Osvaldo Zúñiga Sánchez, centennial que celebrará los 29 el 13 de febrero. En el grupo femenino, Vanessa Rodríguez, de Sarapiquí, es la de menos edad, con 33.
Las mujeres, gracias a la paridad horizontal, aumentaron la representación. De solo 8 en los comicios de hace cuatro años, subieron a 22. La mezcla de millennials, un centennial y mujeres en los gobiernos locales —dos de los tres grupos poblacionales más afectados por el desempleo— constituye un refrescamiento y una fase de la evolución política cuyo resultado podría ser, siendo optimistas, una mayor concurrencia de noveles votantes a las elecciones futuras.
Por ahora, como afirman los investigadores, la amplia gama de perspectivas y enfoques enriquecerá la toma de decisiones.
gmora@nacion.com
La autora es editora de Opinión de La Nación.