Los líderes digitales, preferidos por los accionistas: las claves que deben mirar los CEOs
La suba constante del tipo cambiario y la alta carga impositiva de los servicios importados son algunos de los tantos factores que hacen que la inversión en nuevas tecnologías resulte muy pesada para el estado de costos de cualquier empresa; algo que enciende alarmas para los directores ejecutivos (o CEOs) y potencia el escepticismo respecto a la capacidad de retorno.
Según registró McKinsey & Company, la consultora de gestión y estrategia empresarial, las grandes firmas a nivel mundial captaron, en promedio, solo el 31% del aumento de ingresos esperado y el 25% de los ahorros de costos esperados de sus transformaciones digitales y de inteligencia artificial (IA).
Frente a este escenario, es natural que surjan dudas sobre el valor real que pueda proporcionar una transformación tecnológica en relación a sus costos; que incluyen compras de softwares, licencias, nueva infraestructura y contracción de personal capacitado, entre muchas otras consideraciones.
A pesar de esto, los expertos de McKinsey aseguraron -con firmeza y pruebas empíricas- que los líderes digitales están creando mucho más valor para los accionistas que los rezagados y tienen mayores capacidades para aumentar los ingresos y reducir los costos de manera más rápida.
En base a un análisis del sector bancario, la empresa asesora registró que, entre 2018 y 2022, los líderes digitales lograron un rendimiento total anual promedio para los accionistas del 8,1 por ciento, frente al 4,9 por ciento de los rezagados.
"Los líderes también obtuvieron retornos sobre el capital tangible antes de impuestos (ROTE) significativamente mejores, incrementándolos del 15,5 por ciento en 2018 al 19,3 por ciento en 2022, frente al crecimiento más modesto de los rezagados, del 13,6 por ciento al 15,3 por ciento en el mismo período", detalló el reporte.
Pero entonces, ¿qué ocurre con las organizaciones que invierten en tecnología pero no obtienen los resultados que desean?. El problema es que muy pocas empresas realizaron el "recableado organizacional fundamental", como lo llama McKinsey, para desarrollar las capacidades necesarias para impulsar la innovación continua en toda la empresa.
Inversiones en tecnología: cómo capturar su valor total
"Saber qué hacer es importante, pero ejecutar el "cómo" es lo que marca la diferencia", escribió el equipo de McKinsey en alusión a que la reconversión tecnológica de una empresa implica un proceso integral, continuo y basado en una cultura de innovación perpetua. No se limita a integrar una aplicación o un asistente virtual en el sitio web porque otras empresas también lo hacen.
"El éxito a largo plazo se produce cuando la alta dirección cambia fundamentalmente su talento, modelo operativo, tecnología y capacidades de datos", señaló la consultora. En tanto, se deben orquestar equipos capaces de desarrollar innovaciones digitales y de inteligencia artificial, día tras día y en todos los recorridos de sus clientes y procesos comerciales centrales.
Es imperativo pensar el uso de la tecnología para lograr una diferenciación estratégica en la participación del cliente y atraer ejecutivos expertos en las nuevas herramientas para fomentar una mejor integración general del talento tecnológico en la organización en lugar de simplemente contratar nuevos perfiles.
Las entidades bancarias que aplicaron este modelo, de acuerdo al análisis de la consultora, alcanzaron mayores ventas digitales y menores costos en sucursales y operaciones en comparación a las instituciones más rezagadas.
El diferencial está en el compromiso del liderazgo y la alineación en torno al valor en juego en una transformación digital y de IA. "Asegurar esos elementos es difícil si los líderes se muestran escépticos respecto de que las inversiones necesarias de tiempo y dinero valgan la pena", concluyó la firma global.