El Defensor
“Se define el lector simplicísimamente: el que lee por leer, por el puro gusto de leer, por amor invencible al libro”.
La frase pertenece a El Defensor, un texto del gran poeta Pedro Salinas que merece la pena haber leído. Me lo recomendó un profesor cuando daba los primeros pasos en la Universidad y se lo agradezco. Se trata de cinco ensayos escritos entre 1942 y 1946, durante la etapa del exilio del escritor en Puerto Rico, antes de trasladarse a Estados Unidos.
¿Qué defiende Salinas?
La correspondencia epistolar, la lectura, la minoría literaria, a los viejos analfabetos y el lenguaje. Han cambiado las herramientas y muchas costumbres, así como los modos de expresarse, pero el fondo es el mismo: buscar la profundidad, la calidad, la tarea intelectual bien hecha, la armonía entre tradición y originalidad... Los últimos informes sobre el nivel de comprensión lectora y sobre la destreza lingüística de los alumnos españoles muestran importantes carencias. He leído recientemente, además, que, según un estudio patrocinado por CEDRO y por el Ministerio de Cultura, un tercio de los españoles no lee nunca.
La lectura es la mejor herramienta para escribir y hablar correctamente. Hoy tendemos a lo inmediato, a los mensajes banales, a la primacía de lo visual, frente al reposo que requieren la reflexión y la buena comunicación, y esto nos empobrece humana y culturalmente y nos hace más manipulables. Además, como dijo Carlo Goldoni, "un hombre con un buen libro en las manos nunca está solo".