Por nuestro campo

Nuestro campo se hunde. Y no es una exageración. En el último año, por ejemplo, en nuestra región el PIB del sector agrario se ha desplomado un 17%, la superficie de la huerta ha pasado de 20.000 a 9.000 hectáreas, hemos tenido 5.700 afiliados menos a la seguridad social y sólo el 8% tiene menos de 40 años. España ya no es la huerta de Europa . Es Marruecos, que ya es nuestro principal proveedor de frutas y verduras dejando atrás a nuestras producciones nacionales que han perdido toda su fuerza. Producimos un 70% menos de cereal, Lleida ha dejado de producir un 80% de frutas y la producción de aceite se ha desplomado un 38%. ¿Y todo esto, por qué? Pues porque la burocracia que les impone la UE les ahoga, pagan muchos impuestos, como todos, y los costes de producción se han elevado con las subidas del Gasoil, de la electricidad o de la maquinaria. No pueden competir con productos de Marruecos que pagan una miseria de mano de obra, que utilizan unos fitosanitarios que la UE prohíbe a nuestros payeses o que apenas pagan impuestos; Nuestros payeses sufren una clara competencia desleal, desigual o injusta; según quiera adjetivar el lector. Y encima, ahora se les culpabiliza de la falta de agua y se les exige restricciones. Cuando la verdad es que la Generalitat de Catalunya, que tiene competencias sobre el agua, no construye una desalinizadora desde 2009, ha derribado presas por mantras ecologistas y por mal mantenimiento de tuberías, despilfarramos 135.000 millones de litros al años, casi el doble de lo que consume la ciudad de Barcelona. No basta con recibir a los payeses en nuestras ciudades con aplausos, con emoción embargada, haciéndose «selfies« delante de los tractores, poniéndose un «lacito verde» en la solapa, ni mucho menos, respondiendo lo que les respondió el Govern de la Generalitat: «volved en 15 días». Nuestro sector primario tiene que ser puntero, un orgullo, y lo hemos de tratar con respeto. Basta ya de aplicar la agenda 2030 y el Pacto verde europeo, que todos apoyan menos VOX, que perjudica nuestras producciones agrícolas y ganaderas y permite la entrada de productos de terceros países que no cumplen nada de lo que aquí exigimos a los nuestros. Que nos acordemos en las elecciones europeas del 9 de junio. Joan Garriga es portavoz de Vox en el Parlamento de Cataluña