El resto de acusados por intentar matar a un joven de una paliza en Pasaia también niegan su participación en los hechos
Uno dice que su "teoría" es que culpable es uno de los procesados y que "tiene que ser un hombre y asumir lo que ha hecho"
SAN SEBASTIÁN, 27 (EUROPA PRESS)
Cuatro de los 13 acusados, todos ellos con vínculos familiares, de intentar matar a un joven, de intentar robarle un patín e intentar matarle de una paliza con armas blancas, botellas y palos en Pasai Antxo en la madrugada del 15 de mayo de 2021, que no declararon este pasado lunes lo han hecho este martes y han negado también su participación en los hechos.
En la segunda sesión del juicio, en la Audiencia de Gipuzkoa, han continuado declarado los acusados. En este caso, lo han hecho los cuatro que no dio tiempo a que lo hicieran en la primera jornada, uno de ellos en prisión preventiva desde hace tres años por la paliza y robo ahora juzgados y otro de ellos también en la cárcel pero por otra causa.
El primer acusado en declarar, el hombre que se encuentra en prisión provisional desde hace tres años, ha asegurado que el día de los hechos estaba en Astigarraga (Gipuzkoa), localidad en la que reside, y fue a tomar algo con dos amigos y a casa de uno de ellos. "No estuve para nada en Pasajes", ha aseverado, aunque, al parecer, la víctima le identificó en una fotografía colgada por un familiar del acusado en una red social.
Además, ha asegurado desconocer a la víctima. "No se quien es, no lo he visto nunca, si entra en la cárcel y me invita a un café, o me mata, no se quién es", ha incidido.
Según ha relatado, el día que la Ertzaintza lo detuvo estaba en búsqueda y captura y se puso "un poco agresivo, como ellos", porque estaba "enganchado a la droga". "Me ha costado recuperarme diez meses y tres horas diarias de terapia psicológica sobre cómo gestionar las emociones, obligado", ha señalado.
Este hombre, que ha afirmado tener una discapacidad por problemas de salud mental del 18% y varias enfermedades mentales como "esquizofrenia y trastorno d ela personalidad", además de consumir sustancias estupefacientes, ha negado su participación en los hechos que se juzgan y ha señalado que cuando él hace algo lo hace "bien" y si tiene que "pagar 15 años por ello, pues lo mato y lo hago", porque "si me tocas respondo"; pero en este caso ha opinado que es "una negligencia de la policía".
Sobre el hecho de que rechazara someterse a pruebas de ADN ha señalado que tenía "miedo", porque él se dedica "a robar empresas" y le podían "meter otros tres o cuatro años". Además, ha protestado por ser "el único que lleva tres años en preventiva, el único que está pagando", mientras el resto de los acusados "están fuera y se toman un cruasán, un café y un zumo".
"Yo quiero que me pongan una pulsera para que sepan donde estoy y salir de la cárcel", ha apuntado, para añadir, a continuación que se ve "preparado" para ello, aunque tiene "miedo a la policía". "¿Qué va a ser lo siguiente, que me metan un asesinato, una violación?", se ha preguntado.
IMPLICA A UN ACUSADO
Por otro lado, ha asegurado que se enteró "en prisión" de la implicación de uno de los acusados en el suceso de Pasai Antxo, porque "en la cárcel te enteras de todo, hay teléfonos, tablets, de todo" y le ha pedido que "sea un hombre y asuma lo que ha hecho".
Además, ha insistido en su inocencia y en el "trato discriminatorio" que, a su juicio, ha recibido por parte de la policía. "Es una negligencia de la Ertzaintza", ha incidido, para añadir que "va a haber muchas consecuencias" por ello, porque "no nos pueden meter a todos en el mismo saco, que luego se rompe y malamente, como la Rosalía".
Otra de las acusadas se ha limitado a afirmar que el día de los hechos fue a la fiesta de cumpleaños de su padre en la calle Blas de Lezo de Pasai Antxo con sus cinco hijos desde Bilbao y se quedó allí el fin de semana y no escuchó, ni se enteró de nada.
El tercer acusado en declarar en esta segunda jornada ha apuntado que sí estuvo en Pasaia con su mujer y sus hijos pero no en el cumpleaños y que igual le confundieron con su hermano, "porque todo el mundo nos confunde". "No tengo nada que ver con los hechos estuve todo el día en mi casa con mi mujer y mis hijos", ha aseverado.
El cuarto acusado, que se encuentra en prisión por otra causa, ha reconocido que sí fue al cumpleaños de su abuelo a la casa de Blas de Lezo con su pareja que estaba embarazada y fue identificado por la ertzaintza porque "supuestamente había habido una pelea".
Además, este hombre, que solo ha contestado a las preguntas del fiscal y de su abogada, ha reconocido que tenía una herida en la mano porque pegó "un puñetazo en la pared" en la vivienda de su abuelo en Blas de Lezo durante una discusión con su pareja que no quería que ayudara a su primo, un menor que al parecer ha sido condenado por robo por este caso, al que al parecer la víctima quería agredir, porque "estaba en Proyecto Hombre y con la condicional y no estaba para esas cosas".
"Por los nervios de no poder ayudar a mi primo pegué un puñetazo en el rellano", ha señalado, para añadir que se quedó en la casa de su abuelo con su pareja hasta las cuatro de la mañana aproximadamente, cuando fue identificado por la policía, "para evitar el conflicto" y después le dijeron que se podía ir a su casa en Lezo, a la que fue "andando". Este hombre también ha reconocido tener numerosos problemas de salud mental diagnosticados como "esquizofrenia y trastorno límite de la personalidad", por los que toma medicación. El juicio se retomará el próximo jueves a las 09.30 horas.