El educador acusado de abusos se declara inocente y achaca la denuncia al carácter problemático de la víctima
La joven ratifica que hubo un encuentro sexual consentido y sin verse "forzada en ningún momento", pero "no tendría que haber pasado"
PALMA, 27 (EUROPA PRESS)
El educador acusado de abusos sexuales a una menor de edad en una casa de acogida de una fundación en Mallorca se ha declarado inocente ante la Audiencia Provincial, donde ha achacado la denuncia al carácter problemático de la víctima y a un posible ánimo de venganza.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha acogido este martes el juicio, donde la joven, que tenía 15 años en el momento de los hechos, ha relatado un episodio sexual entre ambos el verano de 2018, matizando que fue consentido.
La Fiscalía pide para el acusado nueve años de prisión por abusos sexuales al tener la víctima menos de 16 años. Además, solicita una inhabilitación de diez años para el ejercicio de actividades que conlleven contacto con menores, y una indemnización de 20.000 euros.
El hombre ha negado cualquier tipo de contacto íntimo con la víctima, asegurando que, de hecho, su relación con ella era "mucho más distante" que con el resto de menores.
El educador ha justificado esto último por el hecho de que "desde el primer día" de su ingreso la chica mantuvo una actitud particularmente hostil, con un arrebato violento que requirió de una "contención física" por su parte. "Yo la estaba sujetando y el director y la psicóloga intentaban razonar con ella", ha recordado.
Según su versión, la menor, lejos de calmarse, "continuaba con amenazas" con frases como "os vais a acordar de esto" o "ésta me la vais a pagar". El acusado ha añadido que "prácticamente todos los días había algún problema" con esta usuaria, señalando que tiró por las escaleras a una educadora y que rompió mobiliario de la casa de acogida.
Así, el procesado ha negado rotundamente la versión de la víctima, rechazando que se quedara a solas con la menor en una habitación en ningún momento. El hombre ha relacionado la denuncia con una voluntad de la menor de "llevar a cabo su venganza" contribuyendo a una "cruzada" contra la fundación por parte de un extrabajador, al que reveló lo ocurrido.
LA VÍCTIMA: "NO TENDRÍA QUE HABER PASADO"
Mientras, la víctima ha sostenido que los hechos ocurrieron en su habitación cuando el educador estaba supervisando una llamada con su madre.
Según la joven, mientras ella hablaba por teléfono el hombre la fue "acariciando" y al colgar la llamada continuaron con roces íntimos hasta que ella le practicó una felación. Después él le habría indicado que no contara nada.
La joven ha aclarado que ella no fue "forzada en ningún momento", y que por ello, no lo contó a nadie hasta pasados dos años, dado que al principio entendía "que no había ningún abuso".
Con todo, en el juicio se ha mostrado consciente de que lo ocurrido constituye un delito. "Yo estaba interna en un centro de menores y él era educador, tenía que velar por mi seguridad", ha razonado la víctima.
En esta línea, la joven ha remarcado que "lo que pasó no estuvo bien" y "no tendría que haber pasado", independientemente de que ella consintiera: "Era joven, tenía 15 años, las hormonas, yo que sé. Pero él no debería haber accedido a ello, y quién dice que no lo ha vuelto a hacer o lo ha podido hacer con alguien más".