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El quinteto de exbéticos que compiten por el ascenso

Abc.es 

Entre altas y bajas de jugadores y entrenadores, el Real Betis Baloncesto ha realizado no menos de treinta movimientos desde que, primero bajo la propiedad de la entidad heliopolitana y luego tras la venta al conglomerado Xoy , el club activase la maquinaria para afrontar el regreso a la LEB Oro en una temporada que, por tantas cosas, deportivas y también extradeportivas, se asemeja a una montaña rusa. Se vive bajo la incertidumbre permanente de lo que deparará, no ya el futuro a medio plazo, sino el día de mañana. La mirada ha de ser obligatoriamente cortoplacista . Si el plan fue de supervivencia a principios del verano, cuando bajo el paraguas del Betis se redujo drásticamente el presupuesto tras el descenso de categoría, en estos momentos se está muy pendiente del día a día por culpa de las noticias procedentes de México, nada halagüeñas. Se puede decir que el club verdiblanco vive en una transición no completada. Todo ello después de haber ejecutado sobre la marcha una planificación tan arriesgada como ambiciosa al objeto de ofrecerle al entrenador los mejores elementos posibles para competir en la categoría. El Betis ha fichado mucho, muchísimo, puede que más de lo aconsejable para dotar de estabilidad al vestuario. Y también se ha desprendido de jugadores que, curiosamente, han terminado reforzando a equipos de la zona alta de la tabla. Clubes que deberían haber sido rivales directos del conjunto verdiblanco y no lo son en estos momentos ya que el Betis, tras la derrota ante el Leyma Coruña, se ha quedado de momento en zona de nadie, a una distancia simétrica del descenso y de la última plaza (noveno puesto) de las eliminatorias por el título. Que jugadores que, por unos u otros motivos, no han encajado en el Betis sí hayan sido valorados por potentes equipos de la LEB Oro invitan a pensar que tal vez no estuviese errado el tiro en el momento de sus adquisiciones. Con Frazier , que acaba de cerrar su fichaje por el Movistar Estudiantes, acertó de pleno el Betis, de hecho. Al neoyorquino lo captó, vía cesión del Libertadores de Querétaro, para darle un plus al perímetro sustituyendo a Jordan Barnes . Un objetivo conseguido desde el primer partido que el estadounidense se enfundó la camiseta verdiblanca. En sus siete partidos a las órdenes de Bruno Savignani, Frazier aportó 15 puntos (48% en triples), 2,4 rebotes y 3 asistencias de promedios jugando 28 minutos por choque y erigiéndose en un elemento diferencial, cuando no determinante. Era lo que el Betis buscaba: un anotador puro, con amenaza de larga distancia y capaz de subir la pelota, pero también de romper los sistemas. Su sola presencia subía exponencialmente el potencial del Betis, que de la noche a la mañana se encontró con la sorpresa de su marcha y sin avisar. Decidió acabar su estancia en la ciudad antes del partido contra el CB Ourense , cobrando todo lo que pertenecía, y dejando en la estacada al equipo en un momento clave de la temporada. A finales de la pasada semana anunció el Betis un acuerdo con el jugador para resolver el contrato y al poco confirmó el Movistar Estudiantes (segundo clasificado) su incorporación hasta el final de la presente temporada. Se temía por que un jugador de tan altas capacidades para la LEB Oro no estuviera mucho tiempo en el mercado y el club colegial, candidato al ascenso directo, se ha llevado el gato al agua antes del cierre del mercado de incorporaciones. Al Estudiantes a pares Curiosamente, el Estudiantes se ha reforzado por partida doble con exverdiblancos para cubrir el vacío que la lesión de otro exbético, Johnny Dee , ha dejado en su perímetro. Antes de Frazier, los madrileños ficharon a Nikola Rakocevic a través de un contrato temporal que se ha prorrogado finalmente hasta el final de la campaña. Rakocevic fue el primer fichaje de la era Xoy . Tardó en coger la forma y luego ofreció muestras de su talento, pero de manera irregular, a cuentagotas. Jugó once partidos en los que promedió 8 puntos y 2,7 rebotes con un 36 por ciento en el triple. Con el Estudiantes, en dos encuentros, presenta una tarjeta de 8,5 puntos y 1,5 rebotes con un 20 por ciento (1/5) en el tiro exterior. Con la llegada de Frazier, todo apunta a un rol secundario del montenegrino en la rotación colegial. Si a Rakocevic se le puede considerar el primer movimiento de la etapa con Xoy, Roko Rogic fue el segundo. Veterano director de juego croata con experiencia en varias ligas europeas, al balcánico se le firmó en su momento para cortar a Dylan Frye y emplear la ficha extracomunitaria de éste en Ismael Romero, al que luego se le rescindió también el contrato en esta especie de rompecabezas que ha sido la planificación nunca acabada del Betis Baloncesto. Capaz de lo mejor y lo peor, a Rogic se le abrió la puerta de salida a la llegada de Branden Frazier . No convenció su rendimiento pese a unos registros potables: 8 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y un 39 por ciento en el triple. Después de un tiempo como agente libre, el San Pablo Burgos (quinto de la tabla) le echó el ojo y lo sumó a sus filas, teniendo por ahora un papel secundario. En tres encuentros con su nuevo equipo, ha aportado 3,7 puntos y 3,3 asistencias de medias en 15 minutos por choque. El quinteto de exverdiblancos en la LEB Oro se completa con Caio Pacheco y Cameron Krutwig . Ambos, a diferencia de los anteriores, pertenecen a la primera fase de la planificación, cuyas riendas llevaron exaequo el director deportivo, Armando Guerrero, y Javi Carrasco en su cargo de entrenador jefe. Con Pacheco, combo brasileño, la fortuna fue esquiva. Se lesionó de gravedad el tobillo derecho en la segunda jornada, en la pista del Clavijo, y reapareció justo dos meses después, el 15 de diciembre, integrando la convocatoria ante el Alega Cantabria. En el debut de Frazier y el último partido de Rogic, Pacheco no jugó un solo minuto. Su destino no pasaba por Sevilla tampoco. El Tizona Burgos de Diego Ocampo , revelación de la temporada (tercero), le ofreció la oportunidad que no tuvo en el Betis. Hasta la fecha ha disputado siete partidos en los que ha promediado 8 puntos, un rebote, 2,3 asistencias y un 40 por ciento en el triple. El acierto de Javi Carrasco Krutwig, por su parte, era un gran desconocido. Pívot estadounidense bajito (2,06 metros), sin la morfología característica del center puro más habitual en el baloncesto español, se trataba de un melón por calar al que Javi Carrasco le veía mucho potencial . Y no por sus cualidades físicas, sino por su concepto del juego, movimientos en la pintura y habilidades poco usuales en un pívot, como su capacidad para el pase y su visión de juego. Necesitaba un periodo de adaptación que el Betis, ya con Xoy a los mandos, no le concedió. Tras las tres primeras jornadas, el Betis lo cortó para entregarle la ficha extracomunitaria a Barnes, quien luego se la cedió a Frazier. Fue el Força Lleida (sexto) el que confió en el estadounidense y lo cierto es que su apuesta ha resultado todo un acierto. Aún se recuerda el roto que le hizo al Betis en el encuentro jugado en el Barris Nord, con un recital de 12 puntos, 17 rebotes y 8 asistencias demostrando su dominio en todas las facetas del juego . Después de 21 jornadas disputadas, 16 en su caso, Krutwig es el MVP de los ilerdenses con medias de 8,7 puntos, 6,8 capturas y 3,5 asistencias estando apenas 21 minutos por encuentro sobre la pista. Javi Carrasco tenía razón.

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