Andalucismo de terciopelo
Andalucía es un edén ensimismado en la trampa de su propia belleza. Su patrimonio natural, histórico, antropológico y cultural es tan deslumbrante que a menudo empuja a la población a mecerse en una suerte de peligrosa autocomplacencia. Tienen (tenemos) los andaluces un vivir pausado, escaso de ambiciones , y un sustrato de estoicismo senequista que desconfía de las grandes certezas para centrarse en un tránsito existencial modelado por menudas realidades concretas. No se trata tanto del estereotipo de un pueblo en fiesta eterna, un tópico acuñado por la mirada ajena, como de una visión escéptica forjada en siglos de sueños frustrados y de promesas pasajeras. La verdadera seña de identidad de esta tierra es ese pragmático agnosticismo civil que surge... Ver Más