Antonia Fernández Oliver escribe su primera novela de ficción ‘La chica del río’
El egoísmo, la obsesión y la soberbia de uno de los personajes, se encarna en el papel de un maltratador y de su víctima porque "estoy convencida de que el odio solo genera odio" dice, hasta tal punto que a ojos del lector "la víctima se transformará en verdugo como una evolución natural del personaje".