La provincia de Sevilla tiene nombre de mujer: una ruta por los lugares donde nacieron las sevillanas ilustres

Los distintos pueblos de la provincia de Sevilla han visto nacer a muchas mujeres que han destacado en algún área y que es importante que no caigan en el olvido. Si en la antigüedad era difícil mantener documentos o imágenes que constataran la valía de las personas, más aún lo era si se trataba de mujeres, que, salvo en contadas ocasiones, han estado relegadas a un segundo plano . Hoy, 8 de marzo , recordamos a algunas de ellas y, de su mano, haremos diferentes paradas en las localidades que las vieron nacer para realizar un itinerario sociocultural que enriquecerá al viajero. Domicia Paulina y Santiponce Perteneciente a una familia imperial se desconoce la fecha exacta del nacimiento de Paulina aunque todo apunta a que podría haber sido en los años setenta del siglo I y en Itálica, la ciudad romana que se encuentran en Santiponce. Su padre era primo de quien después sería emperador, Trajano, y llevaba una vida en la que podía participar y así financian la construcción de obras públicas como termas, basílicas, pórticos y templos, incluso costean espectáculos. De aquella época se conserva buena parte del conjunto arqueológico con un recorrido recuperado del trazado de sus calles así como objetos de artes, casas y utensilios de la vida diaria. Sorprenden las vías porticadas, las majestuosas 'Domus' como la 'Casa de los Pájaros' o la 'Casa del Planetario' en los que se pueden contemplar mosaicos de gran valor, termas el denominado 'Edificio de Neptuno' y, lo más llamativo, el anfiteatro romano, uno de los más grandes del Imperio que tenía capacidad para unos 25.000 espectadores. En la misma localidad se encuentra el Monasterio de San Isidoro del Campo , fundado en el año 1301 por Alonso Pérez de Guzmán y María Alonso Coronel y donde reza la leyenda que fue enterrado San Isidoro de Sevilla. En 1432, la Orden Jerónima sustituyó a la cisterciense, llevando a cabo una profunda reforma en el Monasterio, sobre todo en decoración. Este monumento tiene doble iglesia y en él se yuxtaponen el estilo gótico y el mudéjar, en el que es visible la tradición almohade. Frente a la austeridad cisterciense, el monasterio jerónimo se decora con pinturas murales que conforman posiblemente uno de los conjuntos más notables de toda España. El Monasterio fue ampliándose y enriqueciéndose con los siglos. Durante el Barroco, este lugar se transforma con sillería, nuevas pinturas murales y retablos entre los que destacan el de la iglesia principal de Martínez Montañés. María Belén Peña Meléndez y Écija En 1832 nace, en Écija, María Belén Peña Meléndez , bautizada en la parroquia mayor de Santa Cruz de la citada localidad. La importancia de esta ecijana radica en el desarrollo de su magisterio , además de los galardones obtenidos a lo largo de su carrera pedagógica. Dirigió la Escuela Normal de Maestras de Sevilla y su interés por la docencia era tal que en 1872 remitió a las maestras de toda España una carta circular invitándolas a formar una asociación que había de consagrarse a la enseñanza de la lectura a las adultas pobres que por sus ocupaciones no pudiesen asistir a las Escuelas. La prensa de toda España alabó la idea y más de 2.000 asociadas se pusieron a su disposición. En este municipio es conocido por el de las torres ya que cuenta con siete conventos, más de diez palacios y en torno a cinco museos. Entre las iglesias, además de poder contemplar la monumental parroquia en la que se bautizó la maestra, Santa Cruz , no deben perderse la de Santa María o la de Santiago. En la época romana fue bautizada como Astigi y en el Museo Arqueológico que se encuentra en el Palacio de Benamejí se pueden contemplar mosaicos romanos y la escultura de la 'Amazona herida' con conservación más íntegra. El Palacio de los Marqueses de Peñaflor tiene una balconada de 59 metros. Como patrimonio inmaterial hay que resaltar su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional. En ella salen en procesión impresionantes tallas renacentistas y barrocas. Y no se puede olvidar la gastronomía con recetas famosas como las tortas de manteca. Balcón del palacio de los Marqueses de Peñaflor en Écija abc   Sor María Joaquina de la Encarnación y Alcalá de Guadaíra Pese a que los datos son escasos, sobre todo en periodos previos al siglo XX, en Alcalá de Guadaíra destacó una mujer por su actividad intelectual: Sor María Joaquina de la Encarnación Ordóñez y Vega, que ingresó siendo muy joven en el Convento de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra a comienzos del siglo XIX y desarrolló una importante labor literaria. Su personalidad y espiritualidad llamaron la atención de sus confesores quienes le transmitieron que había de poner por escrito los hechos más notables de su vida. Así, en el manuscrito conservado en el Monasterio de Santa Isabel de los Reyes de Toledo, se muestra su autobiografía que representa un viaje a la vida interior de la reverenda madre clarisa, que recoge en sus 750 páginas manuscritas sus experiencias místicas , su conexión con la divinidad y sus relaciones con la comunidad de religiosas clarisas , pero también con la sociedad alcalareña, a través de las cartas que intercambiaba con las mujeres de la localidad. En Alcalá, la monumentalidad es importante y así el visitante no se puede perder el castillo, un conjunto fortificado que son los hallazgos arqueológicos más antiguos de la Edad de Bronce, empezados a construir a finales del siglo XII de la mano del Califato Almohade. La Ermita de San Roque , del siglo XVI supone un punto clave en la Semana Santa alcalareña y la Ermita de la patrona, la Virgen del Águila, que data de la época de Fernando III El Santo . El Palacio de Gandul, el arco de la calle Ancha o el molino del Algarrobo son otros lugares que hay que visitar. Más contemporáneo, es el conocido como Puente del Dragón , único puente figurativo en Europa. La Niña de La Puebla y La Puebla de Cazalla Y de la escritura al flamenco y al siglo XXI, dando un salto a La Puebla de Cazalla, lugar en el que nació, en 1909, Dolores Jiménez Alcántara , popular y artísticamente conocida como ' La Niña de la Puebla ', que perdió la visión siendo muy niña y se refugió en el cante, pese a la oposición de su padre. Entre sus primeras grabaciones figura la versión de los Campanilleros , algo que hizo que saltara a la fama, e incluso iba a cantar a algunos lugares y la recibía la banda de música. Recorrió importantes escenarios de Madrid y de toda España ofreciendo recitales junto a su marido, el también cantaor Lucas Soto 'Luquitas de Marchena' . En su pueblo natal, se celebra la Reunión de Cante Jondo que reúne a importantes cantaores desde hace casi medio siglo. Además, el viajero puede contemplar la ruina de su antiguo castillo áraba, a orillas del Corbones un entorno ideal para practicar senderismo y cicloturismo. Asimismo, se puede visitar un museo dedicado a su tradición olivarera . Y casi es una obligación probar las aceitunas prietas , típicas de esta localidad.