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Tras el fin de las SIRAs los pagos continúan "pisados" ¿cuándo llega la normalización?

El primer balance cambiario del año que presentó el Banco Central (BCRA) puso luz sobre el ritmo de pagos de importaciones que, lejos de crecer por la mayor apertura, representó u$s 1068 millones, lo que significó un crecimiento de la deuda comercial de u$s 3500 millones si se compara con las operaciones que efectivamente se realizaron.

En enero, según los datos de Intercambio Comercial (ICA - Indec) las importaciones, totalizaron u$s 4601 millones y retrocedieron 14,3% anual, una caída similar a la que experimentaron en diciembre (2023) pero mayor al descenso de 6% promedio que mostraron entre septiembre y noviembre.

"El superávit durante el primer mes del año resultó sensiblemente mayor, de u$s 3879 millones, en buena medida, por las menores importaciones pagadas: u$S 1068 millones en el MLC vs u$s 4601 millones según el ICA", explicó un informe de MAP y advirtió que los importadores "todavía enfrentan limitaciones para hacerse de divisas por la vía del mercado de cambio oficial dado el esquema vigente".

En ese sentido, el estudio reflejó que los pagos "pisados" de importaciones (u$s 3533 M) resultan prácticamente equivalentes a las divisas que el BCRA compró durante el mes (u$s 3273 M), y marcó que, "sin esta estrategia, la autoridad monetaria no habría podido sumar divisas a sus arcas durante el primer mes del año".

De acuerdo con estimaciones preliminares oficiales, el resultado superavitario (ICA) habría vuelto a repetirse en febrero, de la mano de una nueva mejora de las exportaciones del sector agrícola e importaciones que siguieron contrayéndose.

Frente a despachos al exterior que rondarán los u$s 5.800 millones (10%) las importaciones se ubicarían en torno a los u$s 4500 millones lo que supondría una caída de 10% respecto del mismo mes del año pasado, lo que permitiría la acumulación de u$s 2357 millones al Banco Central.

Sin trabas, pero sin importaciones: ¿hasta cuándo?

Aunque parezca paradójico, la mayor contracción en un escenario de apertura comercial se explica en 4 razones: stock de deuda, recesión de la economía, falta de financiamiento y tipo de cambio muy alto.

"Con una caída esperada de la actividad de 3% anual para este año, cabría esperar un retroceso de las compras en el exterior en torno a 9%/10%", alertaron desde MAP y anticiparon que "no parece probable una reactivación de las importaciones en el corto plazo".

En ese sentido, los analistas explican que, a pesar de la desregulación del sistema de administración del comercio, los pagos de importaciones siguen sujetos a un cronograma y las empresas no pueden acceder al MLC por el 100% de los recursos que precisan de manera inmediata.

"De no mediar un cambio en la estrategia cambiaria, no se esperan novedades o modificaciones en el esquema de acceso escalonado al MLC; sólo cabría esperar un giro en materia comercial cuando se produzca la unificación del tipo de cambio y se levante por completo el cepo cambiario vigente".

Las limitaciones de pago actuarán como una "contención" para el propio flujo de importaciones.

En ese sentido, las limitaciones para pagar las compras en el extranjero de los próximos meses actuarán como una "contención" para el propio flujo de importaciones.

Además, hasta tanto no se solucione el stock deuda acumulada con los proveedores externos, tampoco luce probable que haya más crédito para las filiales locales.

En el plano de las proyecciones, el informe es taxativo: "si la recesión mantuviera deprimidas las importaciones, las dificultades en los pagos de deuda y el esquema de acceso actual podrían resultar, de sostenerse, un limitante para la recuperación económica de la segunda mitad del año".

Por eso concluye que, "de no haber un cambio en la dinámica de las compras en el exterior a partir del tercer trimestre de 2024, los sectores productivos podrían sumar preocupaciones y enfrentar meses complejos, dado que deberán operar en un escenario de falta de insumos".

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