Seamos STEMinistas
En el Día Internacional de la Mujer, nuestra obligación es reflexionar sobre los avances significativos de las mujeres en diversas esferas de la sociedad. Sin embargo, persisten desafíos y uno de ellos es la subrepresentación en las carreras STEM (sigla en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Lo reflejan las estadísticas del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, cuya mayoría de agremiados, un 76 %, son hombres y solo el 24 %, mujeres. De los 11.489 afiliados al Colegio de Profesionales en Informática y Computación, solo 2.700 (un 23,5 %) son mujeres.
Históricamente, las mujeres han enfrentado estereotipos que limitan su participación en algunas ingenierías y en otros campos científicos y tecnológicos. La idea preconcebida de que estas áreas son exclusivamente masculinas influyó en la toma de decisiones de muchas de ellas desde temprana edad.
Es imperativo que desafiemos estos clichés y fomentemos un cambio cultural que abrace y celebre la diversidad en las profesiones relacionadas con las STEM.
Debe ser un compromiso activo con el empoderamiento femenino, con la equidad de género y el reconocimiento de que la diversidad de perspectivas y talentos contribuyen significativamente al avance de las ingenierías, las ciencias y la tecnología.
Como académicos, debemos abogar por la igualdad de oportunidades y la eliminación de estereotipos, así como por la creación de un entorno inclusivo donde todas las personas tengan posibilidades de elegir carreras y estudios en estas u otras áreas.
¡Seamos STEMinistas! Inspiremos a la mujeres de todas las edades a perseguir sus pasiones sin importar los roles tradicionalmente asignados. Desechemos las limitaciones autoimpuestas y abramos nuestras mentes a la posibilidad de un futuro donde también ellas lideren e innoven.
Hablemos a las niñas sobre historias de éxito de mujeres que han triunfado en campos de las STEM. Al hacerlo, no solo se motiva a las nuevas generaciones, sino también desmantelamos la percepción de que estas profesiones son inalcanzables para las mujeres.
Contemos a las niñas sobre cómo la persistencia de la ingeniera Sandra Cauffman la llevó a ocupar una influyente posición en la NASA y de cómo la ingeniera Melania Guerra, que trabajó en el Centro Espacial Johnson de la NASA, es la directora de estrategia científica de Planet. Ella alcanzó su sueño gracias a que luchó contra la voz interna que la saboteaba y la ponía a dudar de sus capacidades y competencias frente al género masculino.
Rescatemos las historias de la física y química polacofrancesa Marie Curie, quien superó los obstáculos de su época y su legado sobre la radiactividad la convirtió en la primera mujer en ganar un premio nobel en dos campos distintos: física y química.
Hablémosles de los desafíos de la biofísica Rosalind Franklin, quien desempeñó un papel crucial en la identificación de la estructura del ADN, o de cómo la primatóloga Jane Goodall superó los escollos sociales que la discriminaban por ser una mujer joven sin formación académica cuando comenzó su investigación.
Narrémosles sobre la gran resistencia a sus teorías sobre la transposición de genes que experimentó la genetista Barbara McClintock.
Como docente de carrera, sé que es fundamental comenzar la estimulación desde edades tempranas. Las niñas deben ser alentadas a explorar sus intereses, independientemente de las expectativas de género preexistentes. La educación y las oportunidades equitativas son la clave para abrir puertas y construir un camino hacia un futuro más igualitario en el campo de las STEM.
En este Día Internacional de la Mujer, hagamos una promesa colectiva de desafiar los estereotipos, fomentar la igualdad de oportunidades y apoyar activamente a las mujeres en su camino hacia las carreras STEM.
La autora es rectora de la Universidad Fidélitas.