La Policía investiga a un anticuario catalán por vender a un museo la escultura de un faraón expoliado en Sudán

Una escultura del faraón Taharqa , datada entre el 690-664 antes de Cristo, y procedente del expolio a la República de Sudán . Una pieza que un anticuario catalán vendió, por 100.000 euros, al Museo Nacional de Antigüedades de Leiden , en Países Bajos. Fue precisamente el director del museo quien denunció al individuo. Y es que en la documentación falsificada para garantizar la autenticidad de la pieza cometió un error: asegurar que era un inexistente Ministerio de Arqueología el que garantizaba su trazabilidad. La investigación arrancó después de que las autoridades del país alertasen a la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional . Así constataron que el anticuario, con tienda en Barcelona, había vendido la escultura, un 'ushbeti' -piezas funerarias del Antiguo Egipto, que se depositaban en las tumbas de los difuntos-, en este caso, del faraón Taharqa. Para poder venderla, el individuo adjuntó una copia digital de un documento manuscrito del gobierno sudanés, datado en mayo de 1967. Dicho documento certificaba que la pieza había llegado a Londres procedente de Sudán entre 1930 y 1940, pero era falso. Las pesquisas llevaron a los agentes a comprobar que no sólo carecía de los requisitos de los escritos de la época, sino que mencionaba al Ministerio de Arqueología de Sudán , que nunca ha existido. Le acompañaba la firma de un supuesto director general del mismo. Noticia Relacionada reportaje No Un robo sacrílego resuelto 42 años después Elena Burés Encontrar algo que nadie busca. Es una de de las funciones de la Unidad de Patrimonio de los Mossos, que han logrado recuperar una cruz de plata, sustraída en 1981. Dos historiadores alertaron a la Policía catalana, tras hallar la pieza en una subasta. Su 'propietario' está denunciado por receptación, pero el caso aún no está cerrado: quedan más objetos por localizar La escultura había sido robada del Museo Gebel Barkal en la República de Sudán, en la región de Karima. Desde entonces, se había vendido en varias ocasiones, y el propietario más antiguo de la misma había fallecido años atrás. Tras la denuncia del responsable del museo de Leiden , la Policía Nacional investiga por estafa agravada al anticuario catalán, al haber vendido una pieza de patrimonio artístico, histórico y cultural.