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¿Asumen de igual manera los hombres y mujeres su propia infertilidad?

Abc.es 
Según los expertos en reproducción asistida, tradicionalmente se ha tendido a señalar a la mujer como la 'culpable' cuando había problemas de gestación dentro de una pareja, cuando la realidad es que, según diversos estudios, en casi un tercio de los casos, la alteración y problemas de fertilidad se deben sólo al factor masculino, mientras que en el mismo porcentaje, las causas están en la mujer. Existe otro 20% de casos relacionados con afecciones en ambos miembros de la pareja y otro 20% de causas desconocidas. Desde Next Fertility, clínicas de reproducción asistida, quieren derribar este tabú y concienciar acerca de la importancia de que los dos miembros de la pareja se sometan a los chequeos pertinentes cuando tienen problemas para lograr un embarazo. Y es que, tal y como señala, José María Rubio , ginecólogo de este centro, la fertilidad femenina y masculina se abordan de distinta forma, por lo que también se asumen de diferente manera. Esto se debe a las diferencias biológicas y fisiológicas entre ambos géneros. «Las mujeres biológicamente experimentan un período de fertilidad limitado durante el cual pueden concebir, mientras que los hombres pueden producir espermatozoides continuamente, después de la pubertad, durante el resto de su vida adulta». Noticias Relacionadas estandar No María Velasco «¡Qué tontería es esta de creernos que podemos trabajar fuera de casa, dentro y estar perfectas!» Laura Peraita estandar No El permiso laboral al que pueden acogerse los padres para cuidar de sus hijos y que la empresa tiene que pagar Ana I. Martínez Asegura que los problemas médicos que motivan la esterilidad de las mujeres son distintos a los de los hombres. «En general en ella se han de evaluar las disfunciones en el ovario y en la ovulación, la calidad ovocitaria, la correcta funcionalidad de las trompas de Falopio y la ausencia de problemas en el útero. En hombre se ha de estudiar el número, motilidad y morfología de los espermatozoides , la funcionalidad del testículo y fundamentalmente la permeabilidad de los conductos deferentes. Además, no debemos obviar que históricamente la responsabilidad sobre la fertilidad y la concepción siempre ha recaído en la figura femenina, lo que ha provocado que socialmente se aborde o perciba de manera distinta entre ambos sexos. También el periodo más limitado de fertilidad en la mujer supone una mayor presión biológica, personal, laboral y social sobre la misma». Explica que es bastante común que ante las dificultades que puede encontrar una pareja a la hora de concebir, los chequeos iniciales se centren en la mujer. Asegura que se debe en parte a que la biología reproductiva femenina es más compleja y se tiende a pensar que hay mayor probabilidad de identificar problemas como trastornos ovulatorios o estructurales en el sistema reproductivo de la mujer. «Lo cierto es que en el 30% de los casos de las parejas que acuden a clínicas de reproducción por problemas de fertilidad se dan en los hombres, otro 30% en las mujeres, el 20% en ambos sexos y en el 20% restante las causas son desconocidas. Por ello, el estudio de esterilidad ha de ser integral y holístico evaluando a todas las personas implicadas, tanto la mujer como su pareja» Marta Prat , psicóloga de esta clínica, añade que «la infertilidad es vivida como un duelo a todos los niveles (personal, de pareja y existencial) tanto para los hombres como para las mujeres. »Aunque demos por hecho que son las mujeres quienes más sufren esta pérdida, precisamente porque socialmente se nos ha vinculado con más fuerza con ese rol maternal, los hombres también padecen esta pérdida. Sin embargo, los roles de género no afectan sólo a la intensidad del duelo, sino a las estrategias de afrontamiento que se despliegan. En este sentido, los hombres tienden a reprimir sus sentimientos y a 'ser fuertes' en favor de su pareja«. La infertilidad masculina puede tener un impacto muy significativo en la salud mental y emocional de los hombres, generando sentimientos de fracaso, ansiedad, depresión, disminución de la autoestima y disfunciones sexuales. «Los hombres pueden sentir que su masculinidad se ha perdido y sentirse así menos valiosos como pareja -matiza esta psicóloga-. Las emociones más frecuentes que suelen devenir ante el diagnóstico son la frustración, el enojo, la tristeza, la vergüenza y la culpa; emociones que tienen que ver con la presión cultural y social ejercida sobre el hombre y que finalmente pueden acabar ocasionando problemas en distintas esferas: personal, sexual y social». Por ello, destaca que es importante saber que la infertilidad masculina no es responsabilidad exclusiva del hombre, «es un problema de pareja que debe ser abordado y afrontado juntos. Es fundamental que las parejas se apoyen mutuamente y busquen ayuda profesional para lidiar con las emociones y los desafíos asociados con la infertilidad». Pero, ¿cómo deben de afrontarlo? En primer lugar, esta psicóloga apunta que conviene separar la masculinidad de la fertilidad y trabajar en las creencias que generan al hombre estos sentimientos devastadores. También es fundamental que los hombres aprendan estrategias de afrontamiento centradas en la emoción; tales como la comunicación, la validación de emociones y la búsqueda de apoyo social. «La represión emocional siempre va acompañada de un deterioro en la salud mental y en el vínculo con la pareja, ya que la falta de comunicación puede acarrear un sinfín de conflictos. En la mayoría de casos, el acompañamiento psicológico es fundamental para afrontar el proceso y adaptarse a los posibles tratamientos de reproducción asistida que existen». Asegura que la infertilidad masculina todavía es un tema tabú, precisamente porque los hombres son menos propensos a hablar de ello con su entorno y a buscar ayuda profesional, lo que todavía incrementa más la carga emocional. Por ello, considera que es importante educar y concienciar acerca de la infertilidad masculina, fomentando la empatía y la comprensión por parte de la sociedad. «Por suerte, a día de hoy existen multitud de técnicas de reproducción asistida que pueden hacer que las personas con estos problemas cumplan su sueño de ser padres. Al final, debemos recordar que la infertilidad no define la valía como hombre y que ser padre es algo más que la capacidad para reproducirse naturalmente». José María Rubio explica que para evaluar la fertilidad masculina, las pruebas más comunes que se realizan son el espermiograma, donde se determina la cantidad de espermatozoides presentes, su movilidad y su morfología. Se completa el estudio con un análisis hormonal para medir los niveles de hormonas masculinas como la testosterona, la FSH y la LH, ya que los desequilibrios hormonales pueden afectar a la producción de espermatozoides. En otros casos se puede realizar también un ultrasonido testicular que puede detectar problemas estructurales como el varicocele o bloqueos en los conductos deferentes. «Debemos entender los elementos que pueden incidir en el correcto funcionamiento del sistema reproductivo masculino para poder identificar la solución más apropiada -matiza-. La muestra que se obtiene en la evaluación del semen contiene espermatozoides, producidos por el testículo y plasma seminal producido por el resto de órganos genitales masculinos como próstata y vesículas seminales. Además, se deben diferenciar las causas médicas de las causas ambientales. Las causas médicas pueden ser obstructivas o no obstructivas. Las obstructivas implican la imposibilidad de obtener semen (ejemplo. ausencia de conductos deferentes) y, por lo tanto, no podemos encontrar espermatozoides en el eyaculado y las causas no obstructivas suponen un problema en la producción de los espermatozoides en el testículo y, por lo tanto, aunque obtengamos muestra seminal no tendremos espermatozoides. En un segundo tiempo, tras obtener espermatozoides habremos de evaluar la calidad de los mismos, movilidad y morfología». También es conveniente analizar las causas ambientales, puesto que está ya demostrado que el estilo de vida resulta en múltiples ocasiones determinante para la fertilidad. El consumo excesivo de alcohol, tabaco , drogas o la continua exposición a tóxicos en el ambiente puede afectar también a la calidad seminal. MÁS INFORMACIÓN noticia No «Muchas mujeres no disfrutan del sexo por sus complejos. Se centran en su mente y no dejan fluir su cuerpo» noticia No «Existe mucho desprestigio del parto en casa, pero lo cierto es que es una opción segura» noticia No Los 13 principales riesgos que pueden surgir durante el embarazo Y es que, tal y como explica este ginecólogo, la capacidad para concebir está influenciada por diversos factores, como condiciones médicas preexistentes, factores congénitos y otras causas subyacentes que pueden escapar a nuestro control. «En muchas ocasiones, la esterilidad puede derivar de condiciones médicas o problemas biológicos que sencillamente no son prevenibles. Sin embargo, mantener un estilo de vida saludable evitando el alcohol, drogas o tabaco, mejorando nuestra dieta evitando productos precocinados, equilibrando nuestra ingesta de proteínas, hidratos de carbono y grasas y desarrollando medidas de seguridad para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS), puede ayudar a mantener una buena salud reproductiva », concluye.

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