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«Lograremos que Andalucía sea un referente europeo del amoniaco verde»

Abc.es 

Grupo Fertiberia quiere convertir a Huelva en una r eferencia europea de la producción y la logística del amoniaco verde , un compuesto desarrollado con hidrógeno renovable y nitrógeno, que se utiliza para fabricar fertilizantes bajos en carbono y combustible ecológico para el transporte marítimo. La transformación de la planta de Palos de la Frontera es esencial en su hoja de ruta, cuya meta global es producir 2,5 millones de toneladas de este compuesto cada año. «Se alinean numerosos factores, como las propias capacidades de Fertiberia, que atesora más de cinco décadas de experiencia en la producción, logística y transformación del amoníaco; se suma el Puerto de Huelva, un centro logístico de referencia en la gestión de productos químicos y combustibles; y las expectativas del mercado, con una demanda que crecerá exponencialmente en una década», según afirma Javier Goñi, presidente ejecutivo de esta compañía . Y a esto se le une que «existe consenso entre todas las administraciones de que estamos ante una oportunidad única de crecimiento industrial y creación de empleo de calidad». La entrevista forma parte del Especial de Transición Energética de ABC de Sevilla. [ Puede ver la publicación completa en este enlace ] -¿Cuál es la posición actual de Fertiberia en el mercado del hidrógeno?   -Somos el mayor consumidor de hidrógeno 'gris' de España. La demanda nacional se sitúa entre 500.000 y 600.000 toneladas y Fertiberia acapara 170.000, en torno al 30%, que utilizamos para la generación de amoniaco que, a su vez, se transforma en fertilizantes y otros productos para la industria (como Adblue). De esta cantidad, producimos unas 100.000 toneladas e importamos las otras 70.000. Y vamos a reemplazar toda esta cantidad por hidrógeno verde como parte de nuestra estrategia para ser neutros en carbono en 2035, lo que nos convierte en el gran facilitador de esta gran transición energética, ya que garantizamos el consumo, la transformación y comercialización de las futuras producciones de hidrógeno renovable. -¿Cómo impacta esta transformación energética en el negocio de la compañía?   -Estamos en una transformación a todos los niveles. En principio, como compañía ya teníamos el foco en desarrollar soluciones nutricionales de alto valor añadido, con productos diseñados a la medida de cada cultivo que son más sostenibles porque elevan el rendimiento agrícola, pero también la eficacia medioambiental al propiciar que los nutrientes sean plenamente absorbidos por las plantas. Ahora damos un paso adelante para minimizar la huella de carbono del producto, sustituyendo el amoniaco procedente de materias primas de origen fósil, por amoniaco de origen renovable, en un proceso que comenzó en Puertollano en 2022, donde inauguramos la mayor planta de Europa de fertilizantes bajos en carbono gracias al consumo de hidrógeno verde. Y esta transformación también nos permite entrar en los nuevos mercados de alto potencial asociados al amoniaco verde, lo cual nos cambia como compañía. -¿El amoniaco verde será atractivo mientras se desarrollan otros mercados para el hidrógeno?   -El amoniaco limpio va a crecer a largo plazo porque tendrá usos muy diversos. El más evidente es la descarbonización del sector de los fertilizantes, como ya hacemos de forma pionera en Puertollano; pero habrá otros mercados porque el amoniaco tiene grandes ventajas, como una mayor densidad energética que el propio hidrógeno y unas condiciones para su almacenamiento y logística más seguras y eficientes, con un sistema global de infraestructuras que ya existen. Por ello, junto al metanol, tendrá un papel esencial como combustible ecológico para el transporte marítimo, donde ya se están desarrollando barcos con motores duales. También sirve como vector para almacenar y transportar el propio hidrógeno: aunque se desarrolle una red de hidroductos, en la logística marítima seguirá siendo la mejor opción. En 2030 la demanda anual de amoniaco limpio será de 50 millones de toneladas y en 2050 rozará los 400 millones, se estima un crecimiento exponencial sin incluir otros posibles usos futuros. -Y en este mercado, ¿qué objetivo se marca la compañía?   -Estamos desarrollando proyectos que nos permitirán producir 2,5 millones de toneladas de amoniaco limpio al año. Empezamos en Puertollano en 2022 con Iberdrola y en Palos de la Frontera tenemos una alianza con Cepsa con un proyecto de 400 MW en electrólisis que también prevé el uso de biogás y convertirá a Andalucía en una referencia mundial en este segmento. En Avilés y Sagunto, donde actualmente importamos amoniaco de otros países, tenemos iniciativas para producir amoniaco renovable en consorcio con otras empresas, y fuera de España lideramos un proyecto en el Norte de Suecia y otro en Noruega. Con todo ello contribuimos además a la seguridad alimentaria de la UE, una cuestión sensible como ha demostrado la invasión de Ucrania, ya que reducimos la dependencia de terceros países de un producto vital para la producción agrícola. -Otros actores también están entrando en el desarrollo del amoniaco, ¿habrá una gran competencia en este sector?   -Es lógico que exista este interés de los inversores si atendemos a las expectativas de crecimiento del mercado, que requiere que haya diversos promotores que garanticen esta futura oferta. Nosotros partimos con una posición de ventaja clara, ya que controlamos las mayores infraestructuras asociadas a la logística del amoniaco en la Península Ibérica y atesoramos cinco décadas de experiencia en este mercado, de ahí que también estemos liderando ahora nuevas iniciativas en Suecia o Noruega. Con ese amoniaco desarrollamos más de 520 referencias, no solo en el ámbito de la nutrición vegetal más avanzada, también en AdBlue y otros productos para la industria. Tenemos una red logística con activos en España y Países Bajos que llega a más de mil clientes en ochenta países… Por eso somos esenciales para el desarrollo de este mercado. -La compañía ya tiene fertilizantes bajos en carbono en el mercado. ¿Cómo está respondiendo la demanda? ¿Son más caros?   -La respuesta ha superado las expectativas. La primera gran alianza fue con Heineken para reducir las emisiones de su producción de cebada cervecera y gracias al uso de nuestro fertilizante Impact Zero se ha recortado en un 60% por cada tonelada producida, al tiempo que ha elevado el rendimiento de los cultivos, según los ensayos que ya hemos realizado. También mantenemos acuerdos con PepsiCo (en sus cultivos de patatas para sus snacks), con los proveedores de productos lácteos de Marks&Spencer y con empresas líderes en sus respectivas regiones, como la cooperativa cerealista Vivescia en Francia y el productor hortofrutícola Primaflor en Almería. Además de su baja huella de carbono, son productos con un alto componente de innovación biotecnológica para elevar el rendimiento agronómico y la eficacia medioambiental, y su impacto final en el precio de los productos es muy reducido y son la única vía para reducir drásticamente las emisiones en la cadena alimentaria. Y esta sensibilidad llega a otros sectores. Hemos desarrollado un Nitrato Amónico Técnico bajo en carbono, en alianza con Orica, que cubre una necesidad del mercado de la minería y las infraestructuras. Cada vez producimos más amoniaco limpio y anunciaremos acuerdos con nuevos clientes en breve. -¿Qué ventajas aporta a la compañía su ubicación en Andalucía?   -Aporta competitividad y credibilidad. A medida que se acelera la transición energética asistimos a un cambio radical. Históricamente las compañías industriales competitivas se ubicaban allí donde existe un fácil acceso a combustibles fósiles, pero ahora ese mapa cambia a medida que la producción de renovables se hace más eficiente. Andalucía dispone de los mayores niveles de radiación solar de Europa, tiene espacio disponible en relación a otros países más densamente poblados, y a esto le añadimos que no partimos de cero: coincide que en Huelva ya está una empresa como la nuestra, que consume allí 65.000 toneladas de hidrógeno al año y tiene el mayor centro de producción de amoniaco del país. Contamos además con un puerto especializado en la logística de productos químicos y combustibles, y existe un consenso en todas las administraciones públicas de que estamos ante un momento idóneo. Junto a ello, también tenemos un proyecto en Suecia, una geografía con un 'mix' 100% renovable gracias a la eólica y la hidráulica. -La compañía está en la Alianza del Hidrógeno y en el Valle Andaluz, ¿qué aportan este tipo de consorcios?   -Todos nuestros proyectos se están realizando en consorcios. En nuestra alianza con Cepsa en Andalucía, el Energy Park Cepsa La Rábida y nuestras instalaciones en Palos han realizado un análisis de todas las sinergias industriales que existen para elevar la eficiencia en la gestión de los mismos. Esta visión de clúster es una oportunidad de crecimiento para todo el parque de proveedores y para la atracción de nuevas compañías. Y en cuanto a iniciativas como la Alianza Andaluza del Hidrógeno, me parece acertado aunar fuerzas entre actores públicos y privados.

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