World News in Spanish

La Fiscalía pide 22 años de cárcel para el jubilado que mandó cartas bomba a distintas instituciones

Abc.es 

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha instado una condena de hasta 22 años de cárcel para Pompeyo González, el jubilado de Miranda de Ebro (Burgos) que envió sobres con explosivos entre otras instituciones, al Palacio de la Moncloa y la Embajada de Ucrania en Madrid, donde un vigilante de seguridad resultó herido. El escrito, presentado ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, califica los hechos como un delito de terrorismo con resultado de lesiones y otro de fabricación tenencia, colocación y empleo de aparatos explosivos con fines terroristas, por los que solicita diez y doce años de prisión, respectivamente, Conforme relata, Pompeyo, «contrario al apoyo prestado a la nación ucraniana por el Gobierno de España, el de los Estados Unidos y otras instituciones radicadas en territorio nacional, con la finalidad de lograr variar esos posicionamientos y causar profunda conmoción en la normal convivencia pacífica de la sociedad española», construyó en su propia casa seis artefactos que después envió a otros tantos destinatarios. Noticia Relacionada estandar No El juez deja a un paso del banquillo al jubilado de Burgos que envió sobres explosivos a Moncloa Isabel Vega Había comprado en Amazon todo lo necesario para fabricar las cartas como la que hirió a un vigilante en la Embajada de Ucrania «Los artefactos explosivos improvisados tipo »artefacto postal « fabricados por el procesado Pompeyo González Pascual presentaban similitudes en su estructura y composición , diferenciándose por el tipo de sustancia explosiva utilizada.Tenían una activación mecánica, iniciación pirotécnica y todos los elementos necesarios para su correcto funcionamiento», relata la Fiscalía. Subraya en este sentido que la cantidad de explosivo y su disposición en el artefacto «sería suficiente para producir lesiones de diferente consideración en función de la cercanía y los posibles órganos afectados, tanto por la propia explosión de la sustancia, como por el impacto de la metralla incorporada (postas de plomo) y la producida por la fragmentación del perfil metálico debido al confinamiento del explosivo y demás elementos utilizados para su fabricación (principalmente tuercas y tornillos)». El dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contenía «carga explosiva de perclorato/clorato de origen pirotécnico y una pólvora de base nitrada», mientras el remitido al embajador de Ucrania llevaba una pequeña caja de madera que escondía «clorato de potasio, azufre elemental, óxido de silicio y parafina, así como partículas que podrían proceder de cabezas de cerillas» como carga principal. Era igual que el que recibiría también la Embajada de Estados Unidos, pero en la legación ucraniana el vigilante de seguridad, que sospechó, sacó el sobre a un patio y se asomó levemente a la caja. Descubrió lo que le pareció que podía ser un detonador. Lanzó el paquete al suelo ante el temor de que se tratase de un explosivo y efectivamente, se detonó, causándole abrasiones en una mano. Diseñó los envíos para que explotasen al abrir la caja La acusación sostiene que Pompeyo «diseñó los envíos a fin de que cuando la caja de madera se sacase del sobre de cartón, y el destinatario abriese la tapa retirando la cinta adhesiva que tenía a modo de cierre, la tapa arrastraría al pasador, sacándolo de su alojamiento, liberando al percutor que por la acción del muelle contraído, se desplazaría por el tubo que lo contenía hasta percutir al pistón, dando lugar a su iniciación». Un tercer artefacto llegó a la base aérea de Torrejón de Ardoz destinado al director del Centro de Satélites y pasó el escáner de seguridad, pero ante la similitud del paquete del que ya se tenía noticia llegado a la Embajada de Ucrania fue desactivado a tiempo. Contenía una composición muy similar al que explotó en la dependencia consular, como el igualmente aislado en la empresa armamentísitica Instalaza, con sede en Zaragoza y que la Guardia Civil detonó de manera controlada. El Ministerio de Defensa también fue objeto de envíos. En su caso, llegó con el remite de una cuenta de email y el escáner reveló que «contenía clavos, bolas de acero, un circuito electrónico y material orgánico, por lo que se activó el protocolo de emergencia», como detalla la Fiscalía. La carga principal podía estar compuesta de pólvora nitrocelulósica, de acuerdo a los vestigios analizados después.

Читайте на 123ru.net