Aguas dolorosas
La mañana fue oscura y la noche clara. El Lunes Santo encerró a los dos cristos presos, el del Polígono y el del Tiro. Les sentenció la lluvia que llenará hoy la palangana de Pilato. Pero el resto de las hermandades pudo aguantar el tirón para poner la cruz de guía en la calle, lo que demuestra que las previsiones meteorológicas son cada vez más precisas y que jugar a los pasos es una temeridad cuando los expertos anuncian el acabose. A primera hora, un hermano mayor del segundo tramo del día se resignaba: «No tiene que abrir na...». Y sin embargo abrió. Abrió antes la puerta de San Gonzalo que el cielo, pero abrió. Salió la Redención con las... Ver Más