Los sorprendentes beneficios de tener un diario de viaje escrito por vos mismo durante tus vacaciones
En el ir y venir de nuestras vidas, a menudo buscamos maneras de capturar esos momentos únicos que nos definen y transforman. Las vacaciones son como un paréntesis en nuestra rutina y ofrecen un escenario perfecto para reflexionar.
El diario de viaje es una herramienta que nos permite momentos de introspección y crecimiento personal. A continuación, te explicamos por qué documentar nuestros viajes es una práctica saludable que mejora la manera de viajar y, en definitiva, de vivir.
La escritura y los diarios de viajes para autoconocimiento y catarsis
El medio español de viajes, Condé Nast Traveler, se dio a la tarea de investigar más a fondo sobre este tema y tuvo el placer de conversar directamente con Sonia Rico, reconocida coach especializada en escritura terapéutica.
Desde tiempos de Aristóteles, quien primero habló de la "catarsis" como un proceso de purificación, la humanidad ha reconocido el valor sanador de expresar nuestras emociones y pensamientos.
Escribir sobre nuestras experiencias de viaje nos conecta de manera más significativa con los lugares que visitamos y las personas que conocemos. (Fuente: Unsplash)
Este concepto ha evolucionado a lo largo de los siglos, manifestándose en diversas formas como:
- Terapia narrativa
- Cuento sanador
- Logoterapia
- Libros bestseller como El camino del Artista de Julia Cameron.
Todas estas herramientas abrazan un punto en común: los beneficios de escribir nuestras vivencias en papel para un mejor análisis de nuestros pensamientos, emociones, y comportamientos.
"Escribir sobre nuestros viajes nos da una oportunidad única para explorar no solo lugares físicos, sino también nuestro mundo interior", explicó la coach Sonia Rico a Condé Nast Traveler.
La recomendación de Rico de escribir a mano, como una forma de facilitar la comunicación entre los 2 hemisferios cerebrales, nos invita a afianzar nuestras experiencias de manera más íntima, emocional y profunda.
Mantener un diario de viaje desarrolla nuestras habilidades de observación y expresión, enriqueciendo no solo nuestros viajes sino también nuestra escritura. (Fuente: Unsplash)
Al reflexionar sobre nuestras aventuras hacemos un ejercicio de memoria y también extraemos lecciones valiosas. Además, podemos ganar una comprensión más profunda de las culturas y las personas que hemos encontrado.
Esta práctica nos permite tomar perspectiva y aliviar nuestra mente, entrando en un estado de meditación que surge de la experiencia de sumergirnos en entornos completamente nuevos.
Sonia Rico anima a aquellos a abrirse a diferentes formas literarias. "Recomiendo abrirse a la poesía, es una manera de captar momentos y sensaciones con un lenguaje diferente y que puede resultar muy inspirador y novedoso en algunas personas".
Este consejo te alienta a dejarte llevar por lo que te inspiran los versos, y también a observar, en una relectura, cómo nos sentíamos en aquel momento y lugar. Esto puede revelar decisiones o pensamientos que quizás no habíamos percibido conscientemente.
La práctica de documentar viajes en un diario fomenta una mayor atención y apreciación por los detalles y momentos únicos de nuestros viajes. (Fuente: Unsplash)
Beneficios saludables de las postales: un viejo hábito que acompaña al diario de viajes
La práctica de enviar y recibir postales podría parecer un eco de un pasado lejano. Sin embargo, siguen teniendo un encanto único, ofreciendo un puente tangible entre nuestras experiencias de viaje y la expresión escrita.
Una simple postal puede desbloquear el "manantial creativo" dentro de nosotros, proporcionando un estímulo visual y un espacio íntimo y limitado para la reflexión y la comunicación.
Aquí te dejamos algunas maneras en que las postales pueden servirnos de herramienta en este proceso:
Despertar la imaginación: cada imagen en una postal nos invita a imaginar historias, diálogos y reflexiones que trascienden el espacio y el tiempo.
Exploración de emociones: las postales pueden ayudarnos a identificar y explorar nuestras emociones.
Comunicación con el futuro: puede ser una promesa, un deseo o un objetivo plasmado en palabras, una manera de escribirle a nuestro yo futuro.
Las postales actúan como cápsulas del tiempo, evocando no solo recuerdos de lugares, sino también de estados emocionales y pensamientos. (Fuente: Unsplash)
Meditación visual: la contemplación de una imagen puede tranquilizarnos, ayudándonos a alcanzar un estado de meditación a través del cual podemos acceder a una mayor claridad mental.
Inspiración poética y scrapbooking: las postales, especialmente aquellas con paisajes naturales o escenas urbanas, pueden inspirar versos y prosa poética que capturan la esencia de nuestras experiencias.Además, hacer podés usarlas en collages que empleen papeles de diferentes tamaños y texturas. El scrapbooking te puede a ayudar a crear piezas de arte muy íntimas y únicas, mientras relajás tu mente.
Reflexión y catarsis: escribir sobre lo que vemos y sentimos al mirar una postal puede ser un ejercicio de liberación emocional.