Condenado a diez años de cárcel por abusar sexualmente de su sobrina cuando era menor de edad
La Audiencia Provincial de Ávila ha condenado a un varón a diez años de prisión por un delito de abuso sexual «con acceso carnal por vía bucal» a su sobrina cuando era una niña y a la que ahora deberá indemnizar con 50.000 euros, además de que se le impone una orden de alejamiento y se le prohíbe comunicarse con ella. Según los hechos probados de la sentencia, cuando la víctima tenía «ocho o nueve años» y se encontraba durmiendo la siesta en una de las habitación de la vivienda de sus abuelos, el agresor le dio un beso en la boca «para a continuación hacerle con un dedo de una de las manos el gesto de que guardara silencio». Posteriormente, en unas navidades, cuando la niña tenía «nueve o diez años» y se encontraba en la cama de matrimonio de su tía junto a su hermana pequeña y un primo -ambos dormidos- después de que el hombre les hubiera llevado allí para «leerles un cuento», éste «empezó a tocar» a la niña «por encima de la ropa en la zona de la vulva» para después «colocar sus genitales entre los glúteos de la citada menor» y «meter una mano por el interior de los pantalones» de la niña a la que más tarde «le introdujo el pene por la boca obligándola a realizar una felación» . «Aproximadamente» un año después y en la misma casa en una localidad abulense, el condenado entró en la habitación «y bajó los pantalones del pijama» a la víctima «y cogió la mano de ella y se la colocó sobre su zona genital» para «que le acariciase el pene y de este modo le masturbara». A la vez, «comenzó a tocar la parte genital» de la pequeña antes de volver a obligarla a efectuar otra felación. Noticia Relacionada estandar No Condenado a nueve años de prisión por agresión sexual a su sobrina de 15 años en Ávila ABC La adolescente, que estaba internada en un centro de menores, denunció los hechos sola después de que su madre no la creyera Más adelante y cuando la niña tenía «once o doce años» y en el mismo lugar, «comenzó a acariciar las piernas» de la menor «hasta llegar a las nalgas», momento en el que la víctima «se levantó, agarró a su hermana más pequeña y ambas abandonaron la habitación». Ya en el verano de 2015 y con trece años de edad y estando de vacaciones en una localidad valenciana junto a su abusador y otros familiares, el varón volvió a entrar en la habitación «y empezó a tocarle por las piernas y a subir la mano hacia la zona de los glúteos», ante lo que la ya preadolescente «se levantó de la cama» y salió del cuarto.