La peor sequía en 30 años obliga a declarar la situación extraordinaria en la Confederación Hidrográfica del Júcar
La Confederación Hidrográfica del Júcar ha declarado la situación excepcional por sequía extraordinaria en toda su demarcación como consecuencia de la falta de lluvias en gran parte de la cuenca. Se suma así a la Confederación del Segura , que hizo lo propio a principios de marzo en la zona de la Vega Alta, Media y Baja, con mermas del agua que llega los agricultores. Aunque no se prevén restricciones para el consumo de agua urbano, de cara al mes de mayo sí que podrían aplicarse recortes del riego para el campo , que decidirán las diferentes secciones de la Comisión de Desembalse del Júcar. El actual año hidrológico -que recoge las precipitaciones entre el 1 de octubre de 2023 y el 30 de septiembre de 2024- está siendo el más seco de los últimos 33 años: se ha registrado una precipitación media acumulada de 115 mm frente a los 216 de la serie histórica. Eso se traduce en una reducción de las aportaciones a los ríos, un descenso de los recursos subterráneos y una merma en la capacidad de almacenamiento en los embalses que, pese a que a nivel global se sitúan por encima de la media de las últimas décadas, ha provocado que algunos sistemas - Palancia-Los Valles, Cenia-Maestrazgo y Marina Alta - se encuentren en un escenario de emergencia. En los dos primeros ya se han puesto en marcha diferentes medidas de seguimiento, control y gestión para hacer frente a esta situación de escasez. A estos se sumarán, si no se producen precipitaciones, aquellos que ahora se encuentran en prealerta : Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alacantí. «Las previsiones hidrológicas no son favorables y la tendencia nos habla de una situación de estrés hídrico general y, consecuentemente, un previsible empeoramiento a corto plazo durante la próxima campaña de riego« que está a punto de comenzar, explica la Jefa de la Oficina de Planificación Hidrológica, Arancha Fidalgo. Al declarar la situación excepcional por sequía extraordinaria, la Confederación del Júcar puede pedir al Gobierno que le permita acogerse a medidas para paliarla como la exención del canon de regulación y de la tarifa de utilización del agua a los usuarios que sufran restricciones, la ejecución de medidas infraestructurales urgentes, así como administrativas de modificación de las condiciones de utilización del dominio público hidráulico: dotaciones, criterios de prioridad, orígenes de agua, condiciones de autorizaciones de vertido o adaptación de aprovechamientos hidroeléctricos. Situación desigual por zonas En un comunicado, Fidalgo ha insistido en la importancia de que los municipios dispongan de un plan de emergencia frente a la sequía y realicen campañas de concienciación para ahorrar agua. Aquellos que no cuenten con el documento «sería interesante que vayan realizando un seguimiento de su fuente de recurso que les permita identificar y anticipar posibles problemas». El Informe de seguimiento de la sequía y la escasez del mes de febrero refleja que cinco unidades territoriales se encuentran en situación de sequía prolongada (Mijares-Plana de Castellón, Palancia-Los Valles, Bajo Turia, Magro y Marina Alta), mientras que tres están en situación de emergencia por escasez desde hace un par de meses (Palancia-Los Valles, Cenia Maestrazgo y Marina Alta) y cuatro en prealerta por el mismo motivo (Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alicantí). Por el contrario, las unidades territoriales de Turia y Júcar se encuentran en valores de normalidad. El fin de esta situación excepcional pasa por la llegada de precipitaciones prolongadas en el tiempo que permitan llenar los embalses , recargar los acuíferos y recuperar las aportaciones subterráneas a los ríos. «En los sistemas que cuentan con embalses más pequeños, la recuperación podría llegar con un episodio intenso de lluvia; en cambio, los embalses de regulación interanual requerirían de precipitaciones continuadas en el tiempo», indica Fidalgo. El pasado viernes, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón , señaló que la posibilidad de que haya restricciones de agua en zonas urbanas no está contemplada en estos momentos por las inversiones que se han hecho de depuración y reutilización, que no la descartó «si sigue la insolidaridad del Gobierno de España». El líder autonómico se cuestionó «cómo es posible que el Tajo mande a Portugal el doble de agua que pide, que necesita y que se ha firmado y cuando se pide para la Comunitat Valenciana -en referencia a la provincia de Alicante- resulta que todo es un problema político, y cómo es posible que el Ebro mande agua a Francia y nosotros no podemos ni plantear que el agua en España es para todos».