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El futuro digital de Cuba tiene talento joven

Sergio José Díaz García comenzó a trabajar en la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. en el año 2022. Hoy se desempeña como desarrollador del Equipo de Transfermóvil y es, además, coordinador nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Etecsa. Su trabajo en ese sentido ha sido profundo durante el último año, en aras de transformar realidades y construir un mejor espacio para los más nuevos de la empresa, lo que es igual a impulsar un mejor país.

Invitado al 12mo. Congreso de la UJC —que finaliza este jueves en el Palacio de Convenciones de La Habana—, Díaz García conversó con este diario sobre el papel de los pinos nuevos en la transformación digital que impulsa Cuba, además de la labor renovadora que ha impulsado la organización juvenil en favor del desarrollo profesional y personal de sus miembros.

—¿Cuál es el impacto de los jóvenes en la innovación tecnológica de Etecsa?

—Es significativo, dado que aproximadamente un tercio de nuestra fuerza laboral está compuesta por personas menores de 35 años. Esa cifra, combinada con el constante respaldo de la empresa a emprendedores y talentos jóvenes, subraya la importancia de su contribución. Desde sus roles, los jóvenes aportan nuevas ideas, soluciones técnicas y productos innovadores, impulsando así nuestra innovación tecnológica. Todo ello va de la mano con un fuerte movimiento desde las Brigadas Técnicas Juveniles y la ANIR, respaldadas por la administración de la empresa, lo que genera un ambiente propicio para la creatividad y la innovación.

—¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los trabajadores de menos edad en la industria de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)?

—Un constante aprendizaje frente a los avances tecnológicos emergentes en el mundo. Es crucial estar al tanto de nuevas tecnologías y ser capaces de implementar soluciones para garantizar la soberanía en este sentido. Además, es fundamental adaptarse a los cambios y contribuir al progreso de las TIC, ya que el desarrollo del país está estrechamente ligado a este sector.

El joven ingeniero Sergio José Díaz García impulsa el trabajo de la UJC en Etecsa. Fotos: Cortesía del entrevistado

—¿Qué habilidades consideras esenciales para contribuir al desarrollo de nuevas tecnologías?

—Las habilidades fundamentales incluyen la innovación, la creatividad, la generación constante de ideas, el debate y el trabajo en equipo, porque permite contrastar diferentes puntos de vista. Esas habilidades deben ir acompañadas de valores éticos y morales que guíen nuestras acciones en el sector.

—¿Qué cambios esperas ver en el futuro de las TIC y cómo crees que los jóvenes pueden contribuir a esas transformaciones?

—Espero ver avances significativos impulsados por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el blockchain y el análisis de datos, que van a facilitar muchos trámites, en el ámbito de la salud y las comunicaciones, por ejemplo.

«Los jóvenes pueden contribuir en gran medida a estos cambios, ya que están familiarizados con estas tecnologías y están siendo formados en ellas en nuestras universidades. Su capacidad para aplicar innovaciones en diferentes ámbitos será crucial para impulsar la transformación digital y el desarrollo del país».

—¿Cómo ves el papel de la colaboración intergeneracional en la evolución de las tecnologías digitales?

—La colaboración intergeneracional es imprescindible. Los conocimientos y la experiencia de generaciones anteriores son valiosos para comprender cómo ha evolucionado el sector. Su sabiduría es fundamental para aplicar nuevas tecnologías y servicios de manera efectiva. Esta colaboración permite generar nuevas soluciones y servicios que satisfagan las necesidades actuales de nuestra sociedad.

—¿Qué consejos les darías a otros muchachos interesados en entrar en el campo de las TIC?

—Les aconsejaría que se mantengan actualizados sobre las últimas tendencias y tecnologías. Es importante desarrollar habilidades técnicas y también habilidades blandas, como el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Además, los animaría a aprovechar las oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional que se les presenten.

—¿Cómo pueden las empresas apoyar mejor a los jóvenes trabajadores para fomentar la innovación?

—Etecsa tiene un mecanismo de fomento a la innovación. Uno de los trabajos que hacemos desde la UJC es el aprovechamiento de las BTJ como un espacio para que los jóvenes compartan sus ideas y proyectos, y nos está empezando a permitir identificar propuestas de soluciones en el país que nos van a ayudar a optimizar los recursos disponibles.

«Por ejemplo, un joven nuestro presentó una solución para un grupo de equipamientos en Pinar del Río, y otro joven presentó algo similar en Granma. Identificamos que unificando ambas logramos un mejor resultado.

«Fomentar una cultura organizacional que valore el aporte de los jóvenes, los estimule, no ponga límites a su imaginario y les brinde oportunidades de crecimiento profesional es fundamental para impulsar la innovación».

—¿De qué manera contribuyen los jóvenes al desarrollo de Transfermóvil, la pasarela de pago líder en Cuba?

—Desempeñan un papel crucial. El equipo de desarrollo y soporte de la plataforma, de poco más de 20 personas, está compuesto en su mayoría por muchachos menores de 35 años.

«A los jóvenes se nos ha fomentado el crecimiento profesional y personal. En mi caso entré directo de la universidad a laborar en la plataforma —es graduado de Ingeniería Informática en la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría—. He ganado en conocimientos y responsabilidades, y hoy soy uno de los más nuevos que trabajan en el “corazón” de Transfermóvil.

«Los jóvenes en Etecsa empezamos por lo básico y se nos van dando importancia y responsabilidades en la medida en que crecemos como profesionales. Eso es una apuesta clara de nuestros directivos por los jóvenes, y la confianza depositada en nosotros para sostener con responsabilidad la principal plataforma de pago, un privilegio que tenemos en Cuba al contar con un servicio soberano como Transfermóvil».

—¿De qué manera incide la UJC en el desarrollo profesional de los más nuevos en la empresa?

—La Unión de Jóvenes Comunistas juega un papel protagónico en eso. A raíz de un evento que hace la empresa para estimular a jóvenes destacados de todo el país, nos dimos cuenta de que muchos de nosotros somos militantes de la UJC. Ahí empezamos a trabajar de conjunto con el Comité Nacional y creamos un Grupo Coordinador Nacional desde el que dirigimos el trabajo de la UJC en Etecsa a nivel de país.

A partir de ese trabajo, los jóvenes comunistas de Etecsa crearon estructuras coordinadas en todo el país, las cuales se articulan para promover el intercambio de ideas y experiencias. Eso les ha permitido crecer.

«En enero de 2023 no teníamos en todas las provincias comités de base, y al cierre del año pasado habíamos logrado contar con uno en cada dirección territorial. Crecimos en militantes, casi duplicamos la cantidad de jóvenes que aportan a la empresa y a la organización, y fomentamos su desarrollo.

«Asimismo, casi no contábamos con brigadas técnicas juveniles, pero ahora tenemos 22 en todo el país, y el principal objetivo de ellas es aportar y crear.

«Impulsamos actividades de responsabilidad social, como visitas a hogares de niños sin amparo familiar y hemos apoyado donde ha hecho falta.

«Esta iniciativa nos ha permitido revitalizar el trabajo de la UJC dentro de Etecsa, crecer, aportar, y que los jóvenes no nos vean solamente como una organización política, sino como una organización que los escucha, cree y confía en ellos».

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