La certidumbre que necesitan
Los datos son irrefutables. México es y seguirá siendo un destino de inversión preferido por los capitales internacionales, o al menos es lo que confirma el índice de Kearney, que enlista a los 25 países más atractivos, y al que México regresó al lugar 21, luego de cuatro años en los que estuvo fuera. En 2019 se ubicó en el 25.
La firma global reconoció, como una de las principales ventajas, que pese al contexto global adverso, con conflictos armados y problemas de suministro, México se encuentra creciendo, además, con una buena perspectiva.
El reporte de Kearney detalla que a partir de 2021, los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) a nivel mundial vienen cayendo, al pasar de 1.608 billones de dólares en 2022, a 1.192 billones de dólares en 2023, lo cual realza aún más la tendencia alcista que reporta México, motivado principalmente por la relocalización de operaciones asiáticas, que buscan estar más cerca de Estados Unidos.
Sin embargo, no todo será nuevo capital, pues señala la tendencia del “reshoring”, que son capitales que salieron, pero que ante el clima de estabilidad y panorama positivo de la economía, deciden regresar.
Este factor está profundamente relacionado a una mejora en el clima para hacer negocios en el país, que si bien presenta retos importantes, como el tema de la seguridad en carreteras, así como el suministro de agua, por ejemplo, son situaciones que las empresas ya dan por descontado antes de decidir que es buen momento para volver a México.
En plena campaña electoral, los diferentes grupos empresariales en el país han alzado la voz para solicitar condiciones que incentiven la llegada de nuevos capitales, tal cual acusa el pliego petitorio de 14 puntos que presentará el Consejo Coordinador Empresarial a la próxima presidenta de México, y que tiene como finalidad aprovechar el nearshoring.
A la luz de índices como el de Kearney, que ayer fue presentado, los resultados del prudente manejo de las finanzas públicas por parte de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, principalmente, demuestran que México tiene un panorama positivo en la mente de los inversionistas globales.
Hacia adelante, vale la pena hacer algunos apuntes. El reporte destaca además que a nivel mundial, el 88% de los directivos prevé aumentar la Inversión Extranjera Directa en los próximos seis años, un aumento de dos puntos porcentuales respecto a la última entrega de 2022. Ahí, los CEOs más pesimistas bajaron de 35 puntos en 2022, a 29 en 2023; mientras que los de ánimo positivo sobre la economía global, subieron un punto, de 63 a 64 por ciento. Así que oportunidad, habrá.