World News in Spanish

Qué es lo que más le preocupa al CEO de BlackRock de la economía este año

El padre de los títulos respaldados por hipotecas muestra su confianza en el poder de los mercados.

Larry Fink publicó la semana pasada su esperada carta a los accionistas. Este año, el protagonismo lo acaparó su inquietud por la seguridad de las pensiones en el mundo, en un contexto de aumento de la esperanza de vida y de falta de ahorro.

Pero el inversor también ofreció su opinión sobre la estructura de los mercados de inversión. Fink explicó que los avances en la sofisticación de los mercados de capitales y de valores de Estados Unidos en los últimos 40 años habían restado la influencia del sector bancario en la asignación de capital.

La fuerte apuesta de BlackRock para dominar un sector clave de los mercados

El resultado, en su opinión, ha sido un mayor dinamismo en la economía, ya que los bancos tradicionales se enfrentan a restricciones -requisitos de capital, límites a las prácticas empresariales- diseñadas para disminuir los riesgos marginales. Esta supremacía de los mercados de capitales, argumenta Fink, crearía la mejor oportunidad para que dos ambiciosos proyectos, la financiación de las pensiones y la descarbonización, se lleven a cabo con éxito.

Es una tesis interesante que tiene cierto mérito empírico. Sin embargo, los mercados no son infalibles por sí solos. La crisis financiera mundial de 2008 fue el resultado de una disfunción sin precedentes del mercado de valores hipotecarios.

Los mercados de valores, en su forma idealizada, permiten a los inversores mantener el riesgo y la duración que desean y rechazar lo que no desean. El resultado debería ser un menor costo global del capital y, por tanto, una mayor inversión. Fink señaló que las acciones y la deuda pública representan actualmente el 70% de la financiación de empresas no financieras en EE.UU., la proporción más alta del mundo. El tamaño global de los instrumentos titulizados supera con creces los u$s 10 billones.

Fink atribuyó la recuperación más rápida de EE.UU. de la crisis financiera en comparación con Europa a la menor dependencia del país del sector bancario tradicional. Los bancos están, por definición, menos obsesionados con maximizar sus beneficios. Funcionan como un lugar para que los depositantes almacenen su efectivo de forma segura y obtengan otros servicios financieros más allá de los préstamos.

Larry Fink, de BlackRock: el hombre de los u$s 10 billones que se convirtió en el rey de Wall Street

Pero el desafío para los mercados de capitales surge cuando la agitación de las transacciones y las valoraciones se desvinculan de los beneficios fundamentales subyacentes y del flujo de caja, un fenómeno que se produce con alarmante regularidad. Cuando la formación de precios se evapora, las malas decisiones de asignación de capital no se recompensan adecuadamente.

El gran tamaño y la interconexión de los mercados de capitales han obligado a los bancos centrales -en 2008, 2020 y 2023- a convertirse en comprador de último recurso de valores para apuntalar tanto el sector bancario como la economía en general.

Sea cual sea su preferencia por los bancos frente a los mercados de valores, la responsabilidad de los malos actores y de quienes toman malas decisiones debe seguir siendo primordial.

Читайте на 123ru.net