El hijo de la candidata Gálvez, fuera de la campaña electoral tras filtrarse un vídeo en el que insulta a los trabajadores de un bar

La campaña presidencial mexicana vive horas intensas después de que la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez , tuviera que despedir a su hijo Juan Pablo Sánchez de su equipo de campaña por la filtración de un video en el que el joven aparece borracho e insultando a los trabajadores de un bar en el exclusivo barrio de Polanco, en la Ciudad de México. Luego de ser despido de la campaña de su madre, Sánchez pidió disculpas en su perfil de X: «Antes que nada, quiero pedir una gran disculpa a toda la gente que haya ofendido, estoy muy arrepentido de mis actos, quiero aclarar que esto fue hace un año y en su momento me disculpé con personal del antro y ellos lo saben». Como sea, la historia ha tenido un giro hacia la cúpula del poder político actual: la Primera Dama Beatriz Gutiérrez Müller se ha solidarizado con Gálvez y ha sido enfática en que no se debe criticar a familiares de quienes incursionan en la política, especialmente, cuando son menores de edad. «Por más que quieran vincular (de un lado u otro) a los consanguíneos para beneficiar o perjudicar a alguien por cuestiones políticas, el problema no es con ellos. Los padres, los hijos, los familiares no somos responsables de los actos de ellos ; solo de los nuestros. Cuando somos mayores de edad, cada cual también debe ser consecuente de los suyos. Los niños y menores están todavía más aparte. Es abominable que ataquen a estos últimos«, expresó la esposa de Andrés Manuel López Obrador en Facebook. Ataques en redes sociales Gutiérrez Müller tiene un hijo adolescente con López Obrador llamado Jesús Ernesto y que suele ser atacado en redes sociales por los opositores al gobierno. El joven es insultado por su aspecto y se le suelen poner apodos de corte discriminatorio. Pero más allá de esas expresiones condenables, la lectura que predomina en Palacio Nacional es que la Primera Dama ha querido, con su texto, separar a Jesús Ernesto de los hijos mayores de López Obrador, todos señalados por casos de supuesta corrupción. El principal es el mayor, Andrés López Beltrán , a quien se le adjudican múltiples negocios con Pemex, la petrolera estatal cuyo estado financiero es crítico. Diversos allegados al hijo del presidente han ganado contratos millonarios como proveedores de Pemex. La empresa es conducida por un ingeniero agrónomo amigo de la infancia de López Obrador, Octavio Romero, que viene a ser una suerte de tutor de los hijos del presidente. Otro hijo del anterior matrimonio, José Ramón López Beltrán, protagonizó uno de los grandes escándalos del sexenio conocido como la «Casa gris» ya que vivía en Houston en una casa propiedad de una firma que brindaba servicios a Pemex. La Primera Dama ha tenido desde siempre una relación de tensión con los hijos mayores de López Obrador porque ella comenzó su relación con el mandatario cuando su todavía primera esposa, Rocío Beltrán, agonizaba de una larga enfermedad que habría de causarle la muerte en el 2003, cuando López Obrador gobernaba la Ciudad de México.