Nueva tecnología permite estudiar células de cáncer una por una y ver cómo reaccionan a tratamientos
Si se pudiera ver detalladamente dentro de las células de un cáncer, cada observador se percataría de que no todas son iguales. Por el contrario, si se analizan una al lado de la otra, se verá que pueden tener cambios en sus mutaciones, y que la variabilidad genética puede ser amplia. Hay varias subpoblaciones de células cancerosas.
Esta heterogeneidad en un mismo tumor complicaba el tratamiento en muchos casos, porque no se tenía mayor detalle. La secuenciación normal de genes disponible en Costa Rica solo permite obtener un valor promedio, ya que únicamente se puede analizar la mezcla de todas las células tumorales y no hurga en cada célula individual.
El Centro de Investigación de Cirugía y Cáncer de la Universidad de Costa Rica (Cicica-UCR) dispone ahora de una nueva tecnología que sí permite ir célula por célula, ver las diferencias genéticas en la masa tumoral y determinar si alguna de las subpoblaciones tiene resistencia a alguno de los tratamientos. El equipo se llama Rhapsody.
“Es la única tecnología que permite evaluar, completamente, la heterogeneidad del cáncer a nivel genético”, explicó Rodrigo Mora Rodríguez, investigador del Cicica-UCR.
Mora explicó que si un 95% de las células en un cáncer son sensibles a la terapia, y hay un 5% de células resistentes, con las técnicas convencionales parecería que el paciente responde favorablemente al tratamiento. Pero ese 5% de células van a sobrevivir y a restablecer el tumor después del tratamiento.
Entonces, Rhapsody permite estudiar eso en profundidad para la investigación. El investigador confía en que en el futuro esto también tenga aportes en el campo clínico, como la consecución de terapias más específicas.
“Médicos especialistas nos han contado de pacientes con leucemia a quienes se les da un tratamiento y, después de varios meses, la leucemia vuelve bajo un tipo diferente. Resulta que ese tipo diferente de leucemia siempre estuvo ahí. Era un clon muy pequeñito de una célula cancerosa resistente, poco frecuente, pero que sobrevivió a la terapia y regresó más fuerte. Si al principio de la terapia también se le hubiera dado tratamiento, las probabilidades de erradicar el tumor desde la primera vez se incrementan”, explicó el científico.
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El estudio célula por célula también permite analizar otros aspectos a nivel de investigación. Uno de ellos es en un tema denominado compensación de dosis génica. Este concepto, que suena muy complejo, radica en las “artimañas” de las que se valen las células cancerosas para subsistir.
Normalmente, una célula con muchos “errores” o daños en su ADN morirá, pero las células cancerosas desarrollan técnicas para sobrevivir y proliferar. Estas células logran compensarse a nivel genético para no morir.
La nueva tecnología permitiría a los científicos del Cicica-UCR realizar pruebas en laboratorio para generar células todavía más heterogéneas y analizar su respuesta. El objetivo es incorporar nuevos cromosomas y ver cómo reacciona la célula. Así, se identificarán cuáles genes están compensados y si podrían representar, eventualmente, posibles blancos terapéuticos para bloquear esta respuesta de sobrevida.
Otro de los experimentos consiste en darle a las células dosis subletales de quimioterapia, es decir, que no las matan. Eso hace que las células se vuelvan más inestables y, con esto, aparece más heterogeneidad.
Con esa heterogeneidad veremos si hay genes “compensados” y si eso lleva a un aumento en el número de copias de células cancerosas.