Un tanto desbordados

Temporada Orquesta Bética de Cámara 2023-24 Entre las ramas Programa: Obras de Berwald, Chini y Bizet Intérpretes: Jacobo Díaz (oboe). Orquesta Bética de Cámara. Dirección Michael Thomas Lugar: Teatro Turina Fecha: 05/04/2024 4 ' Estrella de Soria ' era la décima ópera de Franz Berwald , quien pasó su vida -básicamente- entre su Estocolmo natal y Viena , ciudad esta última donde escribió la ópera que nos ocupa (1841), y donde sólo consiguió contadas audiciones privadas; y luego en Estocolmo (1862), en la que pudo disfrutar de la única representación que llegó a ver de su ópera . Pero lo único que ha sobrevivido ha sido su obertura . Y con razón, porque para alguien que alternó su vida entre épocas dedicadas a tareas relacionadas con la medicina con otras dedicadas a la música, conseguir que esta obertura rezume fuerza, nervio, amplitud de contrastes y audacia no es poco: golpes de timbal y enunciados casi susurrantes, nerviosos fraseos con tiernos momentos. Desde el punto de vista musical, la pieza tiene la madurez y el arrojo de un compositor con un catálogo amplio y variado, basado en una obra monumental. Sin embargo no era del todo así, porque cuando parecía querer dedicarse por completo a la música, de pronto abre su propio gabinete ortopédico , lo que hace que nos resulte milagroso que haya conseguido momentos tan interesantes y maduros como este. La Bética se tomó en serio el reto y su lectura funcionó con interés , si bien varió mucho sobre lo que oiríamos después, donde además de los fuertes contrastes, la brillantez sobresalía por unos metales, en especial las trompas, y los timbales, que se distanciaban sobre las maderas, algo más dispersas, aunque en la coda oímos dos estupendas intervenciones de clarinete y flauta. Esta obertura sirvió también para que el conjunto se acoplase para afrontar la siguiente obra, verdaderamente difícil. Se trataba del referido estreno absoluto de ' Sueños de ébano, concierto para oboe y orquesta ' (2019) de André Chini , presente en este estreno absoluto, dedicado por el autor a nuestro oboísta Jacobo Díaz, a Thomas y a la Bética. Con una orquesta nutrida que incluía un trío de percusionistas , la obra se divide fundamentalmente en tres partes, que responden a la disposición clásica de tiempos alternantes rápido-lento-rápido ('Con alegría!-Lent, très souple-Con alegría!'). No es una obra fácil, ni de interpretar ni de seguir , pero continúa basándose en parámetros tan esenciales como la melodía o el ritmo, con un variopinto seguimiento de l a orquesta, que recurría a diferentes efectos , desde el golpe seco, pasando por una suerte de contrapuntos hasta movimientos acordales que nos podían recordar a un continuo oleaje, cada vez que apuntillaban una frase. Díaz cargó con una presencia casi constante , y diríamos incluso que 'humanizando' el distanciamiento emocional que suele presentar esta música, y eso que, como decimos, persistían elementos básicos, así como una interconexión entre los elementos. Motivos aislados repetidos, escalas de ámbito a veces muy corto y por lo tanto muy insistente o tramos más largos que llevaban a alcanzar agudos poco habituales, a veces simples 'pizzicatti'. Una escritura nerviosa , espasmódica , merced con frecuencia a las constantes síncopas . En el movimiento lento , introducido por la flauta, luego al oboe, si bien parecía que se continuaban las escalas exhibidas en el tiempo anterior, con frecuencia las notas se hacían más largas, a ellas Díaz añadía un dulce 'vibrato' que aportaba ese lirismo tan característico de los tiempos lentos . En el último tiempo esa entrada con raza nos traía a la memoria (que no al parecido) de la manera en que los timbales introducen la ' Orgía ' de Turina . Insistimos en negar cualquier parecido, pero si esa bravura taurina . Pero pronto cambiaba a una célula dialogada entre la flauta y el oboe, en el que se hacía más patente el aroma a jazz , y de ahí seguramente la alusión del título. La impresión se reforzaba con el ritmo absolutamente regular de swing en el temple block . Çomo en otras obras similares, siempre nos da la impresión de que l os efectos se repiten y esas partituras enormes no parecen otra cosa que una manera de llamar la atención , aquello que decía Gala de remover el charco para que parezca más hondo. Aunque lo cierto es que la obra se tomó tan en serio, sobre todo estando en manos del maestro Thomas que seguramente la Bética debió de dedicar gran parte de su tiempo de ensayo a ella, por la novedad y enorme dificultad, mientras seguramente dejaban la ' Sinfonía' en Do mayor de Bizet para leer casi sobre la marcha, dado que el tiempo que había era el que había quedado. Bueno, lo cierto es que aunque no es de un estilo clásico propiamente dicho, sí que posee una transparencia que obliga a una claridad intachable. Las trompas fueron las que más se resintieron del esfuerzo sobre la obra de Chini, hasta el punto de parecer haber dado por perdida su intervención. Las cuerdas , sobre todo las más agudas , también pasaron por momentos que es preferible no recordar. En cambio, el viento madera estuvo muy bien en sus intervenciones individuales (nos quedamos especialmente con los oboes) y buenos momentos en trompetas y trombones , pero en conjunto parecía haber cansancio y tal vez que faltaron las fuerzas.