129 muertos y más de 180.000 casos positivos en la peor epidemia de dengue en la historia de Argentina

En las últimas semanas el Gobierno argentino ha sido blanco de una oleada de críticas por el manejo de la que está siendo la epidemia más fuerte de dengue de la historia del país. Del inicial silencio oficial, se pasó luego a la mención de la enfermedad y recién este jueves el oficialismo ha decidido abrir la importación de repelentes, luego de más de dos semanas de faltantes en un país en el cual los muertos por esta enfermedad ya son 129 y más de 180.000 los casos que han sido registrados. La vacuna que combate el dengue no es gratuita y solo resulta accesible para un sector de la población. Llueven críticas al ministro de Salud. Una epidemia sin precedentes Argentina no atraviesa el mejor momento de su historia. En lo que va del año, el país se ha convertido en el primero en el mundo en materia inflacionaria –con un incremento de precios anual que supera el 270%-, y en las últimas semanas la crisis económica ha dado pie a una aguda situación social, que se vuelve inocultable en las calles del país, donde la pobreza de más del 40% de la población adquiere un rostro visible. Sumado a este escenario, la nación albiceleste se encuentra en el ojo de la tormenta en materia de salud debido a la cantidad de casos de dengue, que han alcanzado el mes pasado su pico histórico. Las soluciones no están a la vista: el valor de la vacuna supera los 70 dólares, un precio nada accesible para el bolsillo de los argentinos, hace dos semanas que no se encuentran repelentes en las tiendas –los que se ofrecen en internet alcanzan precios desorbitantes- y desde el Gobierno no se explica bien cuál es el plan de acción para combatir la enfermedad. Las salas de urgencias de los hospitales del país se encuentran saturadas de pacientes desesperados y aterrados por la gravedad de la situación. Noticia Relacionada estandar No Argentina sufre el peor brote de dengue de su historia GUADALUPE PIÑEIRO En los últimos dos el aumento de casos ha provocado que la cifra alcance los 120.000 afectados Además, en estos días la ciudad de Buenos Aires ha sido escenario de una inédita invasión de mosquitos sin antecedentes, lo cual agrava el escenario ya que a simple vista no es fácil diferenciar a los especímenes que transmiten dengue del resto de las especies. Otra de las críticas al Gobierno tiene que ver con la falta de campañas oficiales de prevención de la epidemia. La defensa del ministro La ausencia de una propuesta oficial por parte del Gobierno explicando los pasos a seguir para combatir la enfermedad dio origen a un sinfín de críticas que obligaron al ministro de Salud, Mario Russo, a defenderse. Esta semana, en diálogo con el portal Infobae, el funcionario sostuvo que quienes lo acusan de no hacer nada para frenar el brote de dengue «confunden trabajar con perfil bajo con inacción». Y añadió: «Diseñamos un ministerio con una función rectora, no con una función de prestador de servicios». Otra de las referentes del oficialismo que se ha expresado esta semana sobre el tema ha sido la diputada Lilia Lemoine –muy cuestionada meses atrás por querer eliminar la cuota alimentaria en caso de paternidad-, quien en declaraciones televisivas se mostró en contra de aplicar la vacuna. «Si tuviéramos un gobierno kirchnerista, ya habrían comprado todas las vacunas contra el dengue», sostuvo e insistió: «Si la vacuna no te hace efecto y encima te la pones... ¿No? Solo para quedar bien apareces con esa solución que no sirve». El caso brasileño Otro de los países sudamericanos en los que el dengue ha causado estragos es el vecino Brasil. Si bien años atrás el país carioca decidió implementar como solución un experimento consistente en mosquitos genéticamente modificados al parecer esta no tuvo los resultados esperados. Esta semana se ha dado a conocer que, en lo que va de este año, Brasil ya ha superado las 1.000 muertes por dengue y se acerca a su récord, que tuvo lugar en 2023, cuando el país alcanzo las 1.094 víctimas mortales. Debido al súbito incremento de casos, el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva inició este año una campaña de vacunación en todo el territorio nacional.