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Italia prohíbe un anuncio de patatas fritas que se presentaban como hostias

Abc.es 

El anuncio de patatas chips como si fueran hostias consagradas genera una enorme polémica en Italia , al considerarlo blasfemo y una ofensa al sentimiento religioso de millones de personas. El escándalo ha sido tal que el comité de control del Instituto de Autodisciplina Publicitaria (IAP) bloqueó la difusión, en todas las versiones y en todos los canales , de los polémicos anuncios de chips Amica, en los que las hostias consagradas eran reemplazadas por patatas fritas de bolsa. La noticia es destacada esta tarde abriendo su portada digital el periódico Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana. La decisión de prohibir el anuncio se adoptó con urgencia debido a las «numerosas solicitudes de aclaraciones y protestas» recibidas por el IAP, explicó su secretario general Vincenzo Guggino. La decisión podrá ser apelada en los próximos 7 días.  La campaña publicitaria fue lanzada por Amica Chips, conocida marca de aperitivos. La Asociación Italiana de Oyentes de Radio y Televisión (AIART), de inspiración católica, pidió la «suspensión inmediata» del anuncio, ya que « ofende la sensibilidad religiosa de millones de los católicos practicantes por lo escandaloso que es trivializar la comparación entre una patata chip y la partícula consagrada«. Noticia Relacionada reportaje Si San Pedro, la plaza en la que todo tiene eco mundial Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en el Vaticano Cada día, al menos 25.000 personas visitan este enclave único a nivel geopolítico. La Guardia Suiza y la Gendarmería Vaticana se encargan de proteger el carácter neutral de un lugar que recibe a todos con los brazos abiertos En los treinta segundos del vídeo, uno de los tres creados por la agencia publicitaria, un grupo de novicias de un monasterio desfilan hacia el altar. En el sagrario, la madre superiora saca el cáliz y al verlo vacío, sin hostias, tiene la ocurrencia de llenarlo echando mano de una bolsa de chip s. La primera de las jóvenes novicias se acerca a comulgar, mientras suena de fondo el Ave María de Schubert interpretada con el órgano. Un fotograma del anuncio en el que la monja recibe la patata frita como si fuera una hostia ABC Pero en lugar de recibir el 'cuerpo de Cristo' en su boca hay una chips. Un sonido de patata crujiente se escucha nítidamente, porque se para momentáneamente la música de Schubert, mientras la novicia sorprendida abre sus ojos como platos. Luego, se muestra el cáliz lleno de chips , y al sacerdote y a las novicias que dirigen su mirada en dirección a la madre superiora que con cierta ansia se devora una bolsa de chips que tiene en la mano.  El anuncio concluye con la imagen de dos bolsas de patatas fritas y una voz en off sobre el Ave María que pronuncia el nombre de la marca de aperitivos y lanza este eslogan escrito en imagen: «el divino cotidiano». Penoso mensaje publicitario  Giovanni Baggio, presidente nacional de la Asociación de espectadores de inspiración católica, define como «penoso» el mensaje publicitario que, según él, «intenta relanzar una empresa recurriendo a la blasfemia«. De ahí que el anuncio haya sido denunciado ante el Instituto de Autodisciplina Publicitaria, por considerarlo «contrario a los artículos 1 y 10 del código de autodisciplina de la comunicación comercial, sobre lealtad de la comunicación, convicciones morales, civiles, religiosas y dignidad de la persona». Para AIART, esta campaña publicitaria es «el indicador de una sensibilidad social y una indiferencia ética que no sólo caracteriza el comportamiento de una empresa y de un anunciante. Se apela a la corrección política y a la cultura de la cancelación , pero sólo contra la religión cristiana», afirma AIART en un comunicado. «El anuncio de Amica Chips es una falta de respeto y de creatividad, además de una muestra de la incapacidad de hacer marketing sin recurrir a símbolos que nada tienen que ver con el consumo y la comida crujiente», añade Giovanni Baggio. «La ofensa al sentimiento religioso de cualquier confesión -añade el presidente de AIART- es el indicador de la falta de respeto hacia los usuarios, su identidad cultural y moral, su dignidad como persona. Arrancar el aplauso de un público complaciente con referencias blasfemas, como hace el nuevo anuncio de Amica Chips, es degradante para quienes hacen, o dicen hacer, publicidad». La agencia que ideó el anuncio, Lorenzo Marini Group, replicó así al presidente de la Asociación Italiana de Oyentes de Radio y Televisión: «La AIART actúa de mala fe. Pide que retiren de la televisión un anuncio que no está en la TV. El vídeo en cuestión fue difundido en las redes sociales, mientras que en el anuncio de televisión no se ve si a la novicia se le entrega la hostia consagrada o la patata chip , y el sonido de la chip 'crujiente' que se escucha es el ruido de la madre superiora en la sacristía comiendo patatas crujientes . Además, la publicidad no es información, sino un lenguaje. Y si el objetivo son los jóvenes, debemos utilizar un modo de expresión que se parezca a ellos, que sea irreverente, cínico y divertido«, concluye Lorenzo Marini. Al explicar la prohibición de la campaña publicitaria, el Instituto de Autodisciplina Publicitaria (IAP) destaca en su comunicado que «el art. 10 del Código de Autorregulación tiene como objetivo proteger la sensibilidad de los consumidores, 'que tienen derecho a no sentirse ofendidos en sus convicciones más profundas por campañas publicitarias que, siendo instrumentales para intereses de naturaleza puramente económica, no deben entrar en conflicto con los valores'. que tienden a ser de rango absoluto y superior, entre las cuales un lugar de rango superior corresponde a las creencias religiosas, que el Código de Autodisciplina protege no como un bien de la comunidad italiana o de su mayoría, sino más bien, en armonía con la Constitución y a raíz de la concepción 'liberal' de la protección del sentimiento religioso como un bien individual, reconocido, de manera absolutamente igualitaria, a todos los ciudadanos, sin distinciones de ningún tipo entre las posibles opciones religiosas», concluye el Instituto de Autodisciplina Publicitaria. Intento de boicot Las reacciones han sido numerosas, incluyendo las redes sociales. Algunos plantearon boicotear la marca Amica Chips, como ha hecho el político de la Liga, Simone Pillon, católico conservador miembro del Camino neocatecumenal, quien escribe en X: « Estoy cansado de quienes se burlan de la fe cristiana para ganar dinero y tengo cuidado de no publicar el blasfemo anuncio de Amica Chips, con patatas fritas en la Eucaristía. Evaluaremos una queja y a partir de hoy solo elegiré otras marcas. Una pregunta a los propietarios: ¿cuándo será Mahoma el protagonista?». Simone Pillon, a su vez, ha recibido numerosas reacciones en su perfil de X, en su mayoría muy críticas.  El prestigioso crítico de televisión del Corriere della Sera, Aldo Grasso, dedica un artículo a la campaña publicitaria y la polémica, preguntándose: «¿Es blasfema la publicidad de las chips-hostias?» Grasso responde: «No, es sólo una cínica ostentación de sí mismo (en referencia a Lorenzo Guerini, titular de la agencia publicitaria). Quería que todos hablaran del anuncio y que hablando dieran a conocer la campaña publicitaria. Lo ha conseguido». MÁS INFORMACIÓN noticia Si Matar por blasfemar, el arma del islam para intimidar a sus minorías religiosas noticia Si Superviviente de Boko Haram: «Degollaron a mi padre delante de mí, pero perdono y olvido» noticia Si La decadencia de Occidente en el espejo de Roma En definitiva, la empresa Amica Chips, que tiene «350 empleados y una facturación superior a los 130 millones de euros, exportando a más de 22 países en todo el mundo», según informa en su página web, ha conseguido también su objetivo con la campaña publicitaria: Estar en boca de los italianos suscitando polémica; el caso es que se hable de su producto estrella, las chips, para seguir siendo un líder en el mercado de las patatas fritas.

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