¡Que salude don Santiago Domecq!
De sombrerazo la corrida de Santiago Domecq. Casta, fondo, humillación, prontitud, recorrido, nobleza, galope, ritmo, entrega, clase... Bravura en definitiva. No fallaron sus entipadas hechuras ni la categoría del ganadero de Garcisobaco. ¿Qué no hay corridas con señorío en el campo? Lo que no hay son ganas de las figuras por salirse del sota, caballo y rey, ni tampoco asesores que pongan el cascabel al gato. ¿Cómo se les pasó una corrida tan bien hechurada a los veedores de los que hacen, deshacen y rehacen? O tal vez sea cierta la aseveración de aquel castizo: «Los de arriba no quieren que el toro les moleste». En otras palabras: ¡fuera casta! Pues los que no quisieron anunciarse se perdieron lotes que... Ver Más