Eneko Andueza, candidato del PSE-EE: "Tenemos un perfil propio que está lejos del PNV"
Eneko Andueza Lorenzo (Eibar, 1979) no se conforma con ser el tercero en discordia en la batalla por la hegemonía en Euskadi entre el PNV y EH Bildu, algo que pronostican todas las encuestas. Confía en que la victoria electoral de las generales de 2023 impulse su candidatura y recuerda que los sondeos siempre los infraestiman. Insiste en el 'no es no' en Vitoria a EH Bildu por motivos "éticos" (es decir, por ETA) y no lo ve incoherente con los acuerdos de los socialistas con la coalición abertzale en Pamplona o Madrid. Al tiempo, tampoco quiere presentarse como condenado a dar el poder al PNV y sugiera que ambas formaciones podrían estar pergeñando una alianza en clave nacionalista.
"Tenemos perfil propio", repite y reitera Andueza. Por ello, a lo largo de todo el cuestionario subraya sus críticas a la gestión de quienes han sido sus socios en los últimos años. Cuestiona su labor en Sanidad, en Educación, en Vivienda y en la Ertzaintza y demanda más peso para el PSE-EE en la próxima legislatura, aunque no termina de concretar qué carteras quiere asumir o si él sería vicelehendakari de Imanol Pradales. Expresivo en todas las preguntas, hasta el punto de adelantarse en sus respuestas a muchas de las cuestiones que estaban por llegar, Andueza solamente parece querer cambiar de tercio cuando se le pregunta por su afición por los toros, plasmada incluso en varios libros que ha escrito. La entrevista tiene lugar en el vestíbulo de un hotel de Vitoria en la jornada en la que se conoció el fallecimiento del lehendakari más longevo en democracia, José Antonio Ardanza, del PNV pero que tuvo consejeros socialistas en varias etapas.
¿Qué ha representado la figura de Ardanza?
Desde el punto del PSE-EE, puedo decir que contribuyó a construir una Euskadi en paz y en libertad. Trabajamos codo con codo en aquellos Gobiernos de Ardanza que sentaron los pilares del Estado del bienestar en Euskadi. Contribuimos desde aquellos Gobiernos a hacer un Euskadi mejor. Además, Ardanza y la mayoría de fuerzas políticas firmaron un acuerdo, el de Ajuria Enea, que sentó las bases frente a una ETA que tenía atenazada a la sociedad vasca. Siempre he visto la figura de todos los lehendakaris desde el máximo respeto, aunque no compartiera algunos de sus postulados, y evidentemente la figura de Ardanza solamente la puedo ver desde el reconocimiento de un trabajo, de una dedicación y de un compromiso con Euskadi.
El PSE-EE ganó las últimas elecciones que se celebraron en Euskadi, las generales de julio. Ahora, en cambio, no son los favoritos.
Estoy convencido de que hay muchísima gente que el pasado mes de julio confió en nosotros y que va a volver a hacerlo ahora. Bastantes más de lo que dicen los sondeos. Porque la gente sabe que lo que está en juego no es si gobierna un partido nacionalista u otro. La gente tiene que saber que lo que nos jugamos son los derechos sociales y las libertades. Y ahí, desde luego, el mejor garante es el PSE-EE. Sé que la gente reflexionará muy bien su voto y se dará cuenta de que lo que verdaderamente importa es la Sanidad, la Educación, la Vivienda o el Empleo. El PSE-EE es un valor seguro.
Intentemos ponerlo en números. Ahora parten de diez escaños. ¿Cuál es la perspectiva real de posible crecimiento?
Nunca me suele gustar hacer vaticinios. En nuestro caso, los sondeos siempre nos dan por debajo de lo que luego realmente sacamos. Precisamente en los últimos comicios electorales que se han celebrado en Euskadi, las generales de julio, no partíamos como favoritos y terminamos ganando las elecciones. En el caso de las municipales de mayo, cabe recordar que incluso algunos sondeos nos daban como cuarta fuerza política aquí, en Vitoria-Gasteiz, y ahora mismo tenemos una alcaldesa socialista al frente del Ayuntamiento. Sé que vamos a crecer y sé que ese crecimiento va a suponer que los socialistas estemos con mucha más fuerza en los Gobiernos, porque vamos a decidir nosotros quién va a gobernar Euskadi.
¿La pugna entre el PNV y EH Bildu les deja menos espacio para tener protagonismo?
Diría que no. Su pugna está en demostrar constantemente quién es más nacionalista. Y el PSE-EE está a hablar de lo que verdaderamente le importa a la ciudadanía vasca. De qué soluciones proponemos para mejorar y para situar en puestos de excelencia a la Sanidad, que cuando gobernábamos nosotros era la envidia de los sistemas sanitarios a nivel nacional y a nivel internacional. De qué ofrecemos para mejorar el resultado y el rendimiento de los alumnos y las alumnas en el ámbito de la Educación. Y para hablar de Empleo, de Vivienda o de mejorar las condiciones laborales de la Ertzaintza y de dotarla de más medios humanos y materiales. O de nuestra política industrial, que tiene que convertir al Gobierno vasco en una locomotora económica y no en un mero acompañante de nuestras empresas. En fin, en todo eso se debe centrar la política vasca y no en otras aspiraciones que sólo ocupan a los nacionalistas.
Su lema es “Vota al que decide”. Pero parece que ya está decidido que no van a hacer lehendakari a un candidato de EH Bildu. Es decir, está decidido que volverán a apoyar a un lehendakari del PNV.
¡No! En primer lugar, evidentemente aspiramos a ganar. A partir de ahí, veremos a ver qué es lo que ocurre. El otro día lancé una pregunta al PNV y al señor Imanol Pradales. Ante el ofrecimiento público que le ha hecho el señor [Arnaldo] Otegi de llegar a un acuerdo de Gobierno entre ambas fuerzas nacionalistas para impulsar el proceso independentista, todavía no le he escuchado decir ni ‘mu’ al PNV. ¿Acaso va a hacer exactamente lo mismo que hizo en 2011 en Gipuzkoa y dejar gobernar a EH Bildu si gana? Esa incógnita está ahí. Desde luego, vamos a ser el dique de contención. Nosotros, evidentemente, vamos a decidir el futuro de Euskadi. Y no vamos a decidir única y exclusivamente cuál va a ser la mayoría que va a gobernar sino, sobre todo, qué políticas va a hacer ese Gobierno. Tenemos la capacidad de influencia y la fortaleza, desde luego, para condicionar las políticas y que sean progresistas. Lo hemos demostrado esta legislatura; por ejemplo, con la ley de Educación o con la ley de lucha contra el Cambio Climático. Tenemos voz y capacidad de llevar hasta el final nuestros planteamientos.
Si ese escenario se produjera, es decir, si el PNV dejase gobernar a EH Bildu como en Gipuzkoa en 2011, ¿rompería el PSE-EE las coaliciones en diputaciones y ayuntamientos?
Siempre decimos que somos el partido que dota de estabilidad a las instituciones. En ese caso, el que rompería no sería el PSE-EE. El que rompería sería el PNV. Quedaría muy claro que comparten un modelo de país y que comparten un objetivo que está en las antípodas de lo que nosotros defendemos. Evidentemente nos tendríamos que replantear muchísimas cosas.
¿Verdaderamente cree que esto es un escenario real?
Sí, claro que es un escenario real. Nadie se lo imaginaba en 2011 en Gipuzkoa y pasó. Lo repito y lo reitero: EH Bildu le ha hecho el ofrecimiento al PNV. Si el PNV tuviera las cosas claras, diría lo mismo que dice el PSE-EE desde el primer momento, que no van a gobernar con EH Bildu. Parece que el PNV no lo tiene tan claro.
Ustedes aluden a motivos “éticos” que los impiden gobernar con EH Bildu. ¿Motivos “éticos” es ETA?
Motivos éticos es que siguen sin reconocer su pasado y sin condenar el terrorismo. Pero, más allá de eso, también pongo el acento en una manera de gobernar que nos diferencia mucho. La nuestra está basada en el diálogo y el intento de búsqueda de consensos. Y ellos tienen una manera de gobernar basada en la imposición. Ya lo vimos en 2011 en aquella legislatura en Gipuzkoa. Y, por otro lado, nuestro modelo de país dista mucho del suyo. No vamos a compartir un modelo de país que busca la independencia para Euskadi. Nosotros estamos en colaborar con el Gobierno de España y con Europa. Estamos en seguir perteneciendo a un proyecto común que es España y que es Europa. Entendemos que juntos somos muchísimo más fuertes. La independencia sería una absoluta catástrofe en todos los sentidos.
Comprenderá que pueda parecer una incoherencia apelar a motivos “éticos” en Vitoria mientras se cierran acuerdos en Pamplona o en Madrid.
Pues no lo es. Porque una cosa es firmar acuerdos puntuales y otra cosa es firmar un acuerdo de Gobierno o compartir un Gobierno con EH Bildu. Nosotros no estamos en ningún Gobierno con EH Bildu. Lo que estamos haciendo es dialogar con todas las fuerzas políticas y, si hay una acción positiva que permite mejorar la vida de la ciudadanía, como la revalorización de las pensiones, subir el salario mínimo interprofesional, incrementar las becas o proteger a quien más lo necesita, siempre vamos a estar en esa dinámica. Todos los acuerdos que permitan mejorar la vida de la gente serán bienvenidos para el partido socialista. Ojalá el PP también estuviera en esa dinámica. Pero lo vemos en todo lo contrario. Al PP no le importa en absoluto perjudicar a una mayoría de este país con tal de sacar un rédito político.
¿Una moción de censura en Pamplona y cinco pactos presupuestarios en Navarra son acuerdos “puntuales”?
Sí. Claro que sí. Son acuerdos que permiten precisamente poner en práctica políticas que mejoran la vida de la gente. Y eso es algo evidente. Cuando los presupuestos están centrados precisamente en eso y no en otras cosas, a mí me parece positivo. Siempre decimos que somos un partido de Gobierno y que dota de estabilidad a las instituciones. Y, para tener estabilidad, hay que llegar a acuerdos. A mí no me parece incompatible una cosa con la otra.
¿Qué opinión le merece el perfil de Imanol Pradales?
Al igual que Pello Otxandiano, representa la continuidad. Por un lado, es la continuidad del proyecto del PNV y de Iñigo Urkullu, Y, por otro lado, la del proyecto de Arnaldo Otegi y de EH Bildu en favor de la independencia. Creo que son dos perfiles continuistas.
Le preguntaba por Pradales. Como candidato de izquierdas, ¿le gusta lo que plantea sobre los 'okupas' o sobre la inseguridad en las calles?
Lo veo como una mera estrategia para captar voto del PP. Ese tipo de discursos oportunistas nunca me han gustado. Creo que generar alarma o incluso, en algún momento, estigmatizar y abrazar esos postulados del PP me parece un tanto peligroso. Evidentemente, no los comparto en absoluto.
¿Se ve como vicelehendakari de Pradales?
Nunca planteo estas elecciones por mi futuro personal. Estaremos donde decida la ciudadanía que tenemos que estar.
Hablaba de que desean tener más fuerza en el Gobierno. ¿Podría concretar un poquito más? ¿Quieren más carteras? ¿Quieren la presidencia del Parlamento? ¿Quieren tener el cargo de vicelehendakari primero?
Cuando llegue el momento y la ciudadanía vasca ya haya hablado, será cuando toque hablar de esas cosas. A mí no me gusta hacer, por ejemplo, lo que ha hecho el señor Otxandiano, un ofrecimiento de que gobierne la lista más votada. Me parece que repartirnos los sillones antes de que la ciudadanía vasca vote es una estrategia muy propia del PP. Hay que ser más respetuoso con la ciudadanía vasca.
¿Ha quedado desdibujado el PSE-EE en las coaliciones con Urkullu en los últimos ocho años?
Todo lo contrario. Si ha habido una legislatura en la que el PSE-EE ha mostrado perfil propio, alzado la voz y demostrado que tenemos capacidad de influencia, ha sido ésta. Un claro ejemplo de todo ello es la propia ley de Educación. El PSE-EE está aquí para condicionar las políticas y para que esas políticas tengan un carácter progresista. Hemos demostrado que sabemos gobernar y gestionar muchísimo mejor que el PNV.
Le voy a poner un ejemplo de un tema concreto. El PSE-EE dirige el área de Vivienda y el Gobierno vasco, por decisión del PNV, ha recurrido la ley estatal en el Constitucional…
…con el voto en contra de los consejeros socialistas. Evidentemente no lo compartimos. Creemos que esta ley dota de un marco jurídico que nos permite poner en marcha más políticas. Con ella vamos a intentar evitar la especulación y, después, condicionar y rebajar el precio de las viviendas, especialmente en las que están en régimen de alquiler. Creo que es una ley muy positiva. Pero ya sabemos que al PNV las políticas de Vivienda y las leyes de Vivienda no le gustan. Luego sacan pecho de la gestión que hacemos los socialistas en el Gobierno vasco en materia de Vivienda… Tenemos que recordar que el PNV también votó en contra de la ley vasca de Vivienda impulsada por el PSE-EE. Para que las políticas sean efectivas te las tienes que creer, cosa que el PNV no hace.
¿Teme que el PNV les retire la cartera de Vivienda si continúa la coalición de Gobierno en la próxima legislatura?
No. No tengo esa preocupación. Estamos en campaña y no es momento de preocuparnos por esas cosas. Lo que sí tengo muy claro es que lo mejor que le podría pasar al futuro Gobierno vasco es que el PSE-EE liderara ese Gobierno y liderara todas aquellas carteras que tienen una incidencia muy directa en el bienestar de la ciudadanía vasca, como puede ser Educación, Sanidad, Vivienda o Empleo. Y también, dadas las circunstancias, Seguridad.
Mencionaba la ley vasca de Vivienda de 2015. Esa ley la pactaron con EH Bildu. ¿No será que les une más a una formación de izquierdas que al PNV?
Esa ley de Vivienda la aprobamos con EH Bildu… y con UPyD. Vamos a decir que esos dos partidos están en posiciones ideológicas un tanto diferentes, ¿no? Fuimos capaces, a través del diálogo y de la negociación, de sacar adelante una ley que se ha demostrado que está siendo muy efectiva y muy necesaria, sobre todo para esos jóvenes que a través de nuestras ayudas y de nuestra acción están pudiendo acceder a una vivienda y emanciparse. Efectivamente, en esos casos tenemos nexos de unión no sólo con EH Bildu sino con partidos que ya están desaparecidos, como era UPyD.
En un acto reciente ponía en valor el trabajo del Gobierno vasco en Transportes, en Empleo o en Turismo. Son sus áreas. Añadió que no podía decir lo mismo en Sanidad, Educación o Ertzaintza, que son las las carteras del PNV. Empecemos con Osakidetza.
Creo que Osakidetza tiene unos síntomas inequívocos de agotamiento. Tiene problemas estructurales para abordar las necesidades actuales y, desde luego, las de un futuro próximo de envejecimiento de la sociedad vasca. Lógicamente, fruto de la pandemia, se le vieron las costuras. Pero en esta situación pospandémica me parece que la atención primaria y las listas de espera ya no tienen ningún tipo de justificación. Tenemos que poner en marcha también, por ejemplo, una estrategia en materia de salud mental y de crónicos, políticas preventivas en materia de oncología, de ictus o de diabetes e inversiones en investigación, en infraestructuras y en material quirúrgico y material sanitario de última generación. Tengo muy claro que el PSE-EE fue quien puso en marcha Osakidetza y el PSE-EE es quien ha situado a Osakidetza históricamente en los puestos de mayor excelencia. Por lo tanto, también tengo muy claro que ahora a Osakidetza le hace falta un socialista al frente para volverlo a situar donde entiendo que se merece la ciudadanía vasca.
¿Piden la cartera de Sanidad para la próxima legislatura, entonces?
El PSE-EE sabe qué necesita Euskadi. Si en un momento dado construimos Osakidetza y la pusimos en puestos de excelencia, como hicimos posible la escuela pública vasca y la situamos en puestos de excelencia, qué mejor que el PSE-EE para gestionar todo eso que de verdad importa a la ciudadanía vasca. Lo mismo puedo decir de Seguridad. El último convenio que se firmó en la Ertzaintza lo firmó un consejero socialista que se llamaba Rodolfo Ares. Nosotros somos lo que necesita Euskadi. Nosotros tenemos las soluciones.
Mencionaba el tema de la Ertzaintza. ¿El PNV también lo ha hecho mal en Seguridad?
Es evidente que existe un enfrentamiento y un descontento claro en el seno de la Ertzaintza con la gestión del PNV. Creo que los ertzainas reconocen que cuando el PSE-EE gestionó Interior con Ares las cosas eran muy diferentes y se atendían sus demandas. Se firmó un convenio laboral y, desde luego, la Ertzaintza contaba con medios materiales y humanos suficientes.
En el Parlamento Vasco, en esta legislatura, no se han caracterizado precisamente por desmarcarse del PNV en las votaciones, ni siquiera en estos temas que ahora están criticando como Sanidad o Seguridad.
Yo repasaría mi último discurso en el último debate de política general…
Mencionó la polémica de Vivienda, por ejemplo, y comparó a Iñigo Urkullu con Isabel Díaz Ayuso por recurrir la ley estatal.
No sólo hablé de Vivienda. Hablé de Sanidad, hablé de Educación y hablé de Seguridad. En la tramitación de la ley de Educación en el Parlamento Vasco hemos marcado mucho perfil, como también en la tramitación de la ley de lucha contra el Cambio Climático. Y hemos marcado muy claramente nuestras distancias con el PNV en materia de Sanidad. Creo que es evidente que el PSE-EE ha alzado la voz frente al PNV en muchísimos momentos en el Parlamento y en entrevistas y otros actos públicos. Creo que el PSE-EE ha demostrado que tiene voz propia y que, desde luego, tiene un perfil propio que está lejos del perfil del PNV.
Hablemos de Educación. El hecho de que la ley mantenga los modelos lingüísticos, incluido el de enseñanza en castellano (A), fue en buena medida por exigencia del PSE-EE.
Sí, pero no me quedaría sólo con el tema de los modelos. Tenemos una buena ley de Educación que, entre otras cosas, pone en el centro lo que nos debe de importar, el papel de la escuela pública vasca, que es una herramienta inequívoca de igualdad, de equidad y de justicia social. También conseguir un mejor rendimiento en el alumnado, atajar el ‘bullying’, regular el uso de los móviles en las aulas o dotar de más medios para los niños con necesidades especiales. No es una ley, tal y como pretendían el PNV y EH Bildu, para educar en identidades. El principal valor de la ley es que se centra en lo importante. También, por supuesto, en implantar un modelo educativo trilingüe que no sólo permita a los alumnos y a las alumnas manejar adecuadamente el castellano y el euskera, sino también una tercera lengua que va a ser fundamental a la hora de incorporarse al mercado laboral.
Mencionaba la escuela pública pero la ley no cambia que el 50% del alumnado sigue matriculado en centros de titularidad privada.
Tenemos un ecosistema educativo muy particular. Invito a todos ésos que hacen ese tipo de discursos a que vean cuáles son las condiciones de la escuela concertada en otras comunidades autónomas y cuáles son las condiciones que tienen la escuela concertada en Euskadi, que es muy equiparable a las condiciones que tiene la escuela pública. Nosotros vamos a seguir apostando siempre por la escuela pública. Y priorizándola. Pero también tenemos que ser conscientes del ecosistema educativo que tenemos, ¿no?
Pero en otras comunidades que han tenido presidentes autonómicos socialistas se ha aprovechado la bajada de la natalidad para ir reduciendo el perímetro de la concertada. ¿Apoya esto?
Repito y reitero que el ecosistema educativo que tenemos en Euskadi nada tiene que ver con el de Castilla y León, con el de Castilla-La Mancha o con el de Murcia. Nosotros tenemos unas peculiaridades y unas circunstancias concretas y gestionamos de acuerdo a esas circunstancias.
En las dos anteriores campañas, Idoia Mendia mencionaba que las exigencias de euskera eran exageradas en la Administración. ¿Lo siguen compartiendo? Se acaba de aprobar un decreto para impulsar el euskera.
Un decreto que sin duda se ajusta muchísimo más a la realidad sociolingüística que tenemos y en el que se han tenido en cuenta las exigencias del PSE-EE, como que hubiera más flexibilidad a la hora de exigir el euskera de acuerdo al puesto que se va a ocupar en las Administraciones públicas. Entre derechos laborales y derechos lingüísticos, nosotros siempre vamos a primar los derechos laborales. El euskera nunca lo vamos a ver como una herramienta impositiva, sino como algo que forma parte de nuestra cultura y también de nuestra identidad. Pero hay que vivirlo siempre desde parámetros de libertad.
Mendia, como vicelehendakari, ha gestionado, entre otras materias, la renta de garantía de ingresos (RGI). El PP ha llegado a plantear que, como contraprestación, los perceptores de ayudas tengan que “adoquinar calles”.
Me parece que el señor Javier de Andrés tiende a estigmatizar mucho a los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos. Le diría que aterrizara un poquito en Euskadi, que ha pasado demasiado tiempo en Madrid. No conoce una realidad que forma parte del día a día de Euskadi. Hay muchísima gente que es perceptora de la Renta de Garantía de ingresos -una mayoría- que no pueden acceder a un empleo por diferentes motivos. Lo de adoquinar calles me parece una falta de respeto y una falta de conocimiento absoluto de cuáles son los perfiles de esas personas. Me parece un comentario absolutamente supremacista, más propio de la extrema derecha que de un partido que se supone moderado.
A su izquierda comparecen dos listas divididas, Sumar y Elkarrekin Podemos Alianza Verde. ¿Esto beneficia al PSE-EE?
El PSE-EE es la única referencia útil en estos momentos en la izquierda. Es la única izquierda que construye y que desde la acción de Gobierno pone en marcha políticas progresistas que hacen posible la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía vasca. El voto útil en la izquierda en estas elecciones es el voto al PSE-EE, porque votar a Sumar o a Podemos no va a contribuir absolutamente a nada. Somos la mejor garantía de que el Gobierno haga políticas progresistas y de que ese voto no se pierda, que no se vaya por el sumidero.
¿Hay que reformar el Estatuto vasco? ¿Cree que PNV y EH Bildu retomarán su acuerdo de bases de hace unos años?
Sí, hay que renovar el Estatuto de Autonomía de Gernika. Siempre nos hemos mostrado partidarios. Después de 44 años, los dos únicos estatutos que quedan por reformar son el vasco y el gallego. Es muy significativo. Pero si no se ha renovado hasta la fecha es precisamente porque el PNV y EH Bildu no han querido; han primado siempre sus intereses independentistas. Conviene blindar los derechos sociales y conviene también sentar las bases del futuro de Euskadi. De una Euskadi en convivencia, que respete la pluralidad y la diversidad, que respete al que piensa diferente. En definitiva, una Euskadi en paz y en libertad después de ETA. Pero nosotros no vamos a perder el tiempo -ni hacerle perder el tiempo a la ciudadanía vasca- con cantos de sirena y proyectos que no pretenden renovar el Estatuto sino construir un nuevo estatus, que es algo muy diferente. Si lo que se pretende es la independencia de Euskadi y meter a la ciudadanía vasca en un ‘procés’ a la vasca, no vamos a participar. Queremos reformar el Estatuto para blindar los derechos sociales, no un futuro que clasifique a los vascos en función de si son más nacionalistas o menos nacionalistas.
¿Euskadi es una nación?
¡Claro que es una nación! Está perfectamente reconocida en la Constitución de 1978, con su carácter plurinacional. Por supuesto que sí. Claro que sí. Porque tiene sus peculiaridades culturales y sus señas de de identidad. Esa singularidad está perfectamente reconocida en la Constitución y yo me reconozco en esa plurinacionalidad y en esa Constitución.
Se acerca el 14 de abril y usted es de Eibar. ¿Desea una tercera República para España?
Deseo vivir en un país en convivencia, pero efectivamente tengo muy claro que hay estamentos que se han quedado muy lejos de lo que deberían. Las instituciones también han de evolucionar. En estos momentos, la monarquía española está bastante por detrás de lo que necesita y de lo que quiere la ciudadanía española en su conjunto.
¿Cree que les pasará factura la corrupción del ‘caso Koldo’?
Si algo ha demostrado el PSOE es contundencia frente a la corrupción. Lo primero que ha hecho el PSOE es poner todos los instrumentos a su alcance para que se investigue hasta el final, para que la Justicia actúe y, desde luego, para que pague quien tenga que pagar. Se ha exigido el acta de diputado y se ha expulsado del partido a quien consideramos que es el responsable político de eso [por José Luis Ábalos]. Otros no pueden decir lo mismo. Otros no se atreven ni a denunciar ni a alzar la voz ante casos de corrupción dentro de su partido. Les puede pasar exactamente lo mismo que le pasó al señor [Pablo] Casado cuando denunció el caso de corrupción que acechaba a la señora Ayuso.
Koldo García es vasco y algunas de las empresas de la trama están residenciadas en Euskadi. ¿Ha tenido alguna relación el PSE-EE con todo esto?
No, no hemos tenido ninguna relación. Evidentemente, era la persona que acompañaba al exministro y al exmiembro del PSOE, al señor Ábalos. Y, como acompañante, evidentemente lo hemos tenido de visita por aquí en Euskadi. Pero nada más.
¿Verdaderamente cree que hay pocas cosas más vanguardistas que ir a los toros y que es el espectáculo más democrático?
Mire, yo opino muchísimas cosas en mi ámbito personal y eso pertenece a mi esfera personal. A mí lo que me llama la atención es que se ponga el acento en eso y no en que me gusta el fútbol, en que me gusta cocinar, en que me gusta ir al monte y en que tengo un perro maravilloso al que le quiero muchísimo.
Pongo el acento porque el 2 de junio de 2021, como portavoz del grupo del PSE-EE en el Parlamento Vasco, firmó con el PNV una proposición de ley para proteger los derechos de los animales, que tiene artículos concretos contra el contra el maltrato. ¿Hay que proteger los derechos de un perro en un rodaje pero se puede matar a un toro en una plaza?
Esa ley excluye la caza y los festejos taurinos regulados, como excluye muchas otras cosas. Yo siempre he sido partidario de la libertad y de no de poner etiquetas absolutamente a nadie. Repito y reitero: a mí me gusta mucho el fútbol, soy socio del Eibar desde hace 42 años y me gusta ir mucho con mis hijos a ver al fútbol. También me gusta mucho pasear por el monte con mi perro. Me gusta cocinar y me gusta compartir mis ratos libres con mis amigos. Me gustan muchísimas cosas. Pero a mí lo que me extraña es que algunos dirigentes políticos o algunos candidatos pongan el acento en mis cuestiones personales. En fin, pocos argumentos deben de tener para solucionar los problemas de la ciudadanía vasca cuando les preocupa tanto lo que le gusta a otro candidato. Le puedo asegurar que los gustos personales de ellos no me preocupan en absoluto.
Voy a insistir en una última ocasión: ¿Cree que es coherente querer proteger a un animal doméstico en un mercado, en un rodaje o en un circo y sostener que se pueda matar a otro animal en una plaza de toros?
Tengo un perro absolutamente maravilloso que está perfectamente cuidado, al que le quiero muchísimo y que es muy feliz conviviendo conmigo en mi casa, con mi mujer y con mis cuatro hijos.