Criopreservación: la técnica con la que cinco españoles esperan a -196ºC volver a la vida
Max no quería aceptar que su padre iba a morir. Por eso cuando supo en 2016 que le quedaba menos de un año de vida debido a un cáncer de páncreas comenzó a investigar cómo podía evitar su muerte, o al menos alargar al máximo el tiempo que les iba a robar la enfermedad. Una noche se topó con una alternativa mejor en internet: la criopreservación . Vio un vídeo de Alcor, una de las empresas que se dedican a la biostasis en Estados Unidos, que explicaba el procedimiento. Su padre moriría, pero siguiendo esta técnica volvería con él en el futuro, pensó. Iba a activar el botón de la pausa biológica en su cuerpo -congelándolo- para volver a pulsarlo cuando la ciencia tuviera la forma de revitalizarlo. Max se puso rápido en acción y lo organizó todo tras tener el beneplácito de su progenitor y el visto bueno del doctor que le cuidaba en la frontera francesa con los Pirineos. El 16 de junio de 2017 su padre dejó de respirar, y 20 minutos después estaba dentro de un ataúd, cubierto de hielo seco y rumbo a Holanda en una «marcha fúnebre» que duró 14 horas. «Durante el viaje yo dormía encima del ataúd, no podía despegarme de él. El frío traspasaba la madera, pero me reconfortaba», explica el joven, a la vez que confiesa que realmente descansó poco. No podía dejar de pensar que cada minuto que pasaba era decisivo para llegar 'a salvo' al destino final, Rusia. Allí el cuerpo de su padre se quedaría en un contenedor con nitrógeno líquido a -196ºC en las instalaciones de KrioRus. Noticias Relacionadas estandar No Guerra de patentes en los tribunales para llevar a las farmacias un genérico de la alternativa al sintrom Nuria Ramírez de Castro estandar No Un fármaco reduce el deterioro motor en pacientes con párkinson R. Ibarra Su odisea forma parte de la historia de uno de los cinco casos de españoles que se encuentran en pausa biológica, dispersados por todo el mundo. La primera española criopreservada fue una joven que en 1996 murió de un ataque cardíaco a los 21 años. A ella le siguió su abuela en 2002. Ambas están actualmente criopreservadas en Alcor. El padre de Max Olivier fue el cuarto español criopreservado del país. Se encuentra en Rusia Tania Sieria José Luis Cordeiro, ingeniero e impulsor de la criogenización, tiene grabado en la memoria el 10 de febrero de 2016 como si fuera la fecha de un cumpleaños más en su familia. Ese día, su amigo Javier Ruiz, con apenas 50 años, sufrió un ataque al corazón. Cordeiro, ingeniero experto en temas de longevidad, coordinó entonces la que fue la primera criopreservación en la Península Ibérica y la tercera en el país. 500 . Españoles esperan a ser criogenizados. En todo el mundo son 5.000 los socios que están en la lista de espera El último español -en concreto su cerebro- fue criogenizado hace unos días, en el que Cordeiro considera como «el mejor centro para la criopreservación» que existe actualmente, la Fundación Europea de Biostasis, en Suiza. Su familia prefiere no dar más detalles y quedar en el anonimato, porque sienten que España «les ha fallado» al no permitir que se conservara criogenizado el cuerpo entero en el país. Sin legislación en España Los propulsores en España de estas técnicas, de hecho, luchan porque la legislación actual regule estas prácticas. Lo equiparan a una técnica más como el entierro o la cremación, solo que la criopreservación «les asegura» un final distinto a desaparecer de nuestro mundo. Lia Asatian, la viuda de Javier Ruiz, y el experto José Luis Cordeiro Tania Sieria Otra cuestión por la que quieren un cambio legislativo es el dinero. Dependiendo de la fundación, el precio de 'dormir' en un tanque de nitrógeno líquido oscila entre un mínimo de 12.000 euros por reguardar solo el cerebro hasta los 200.000 si es el cuerpo completo. En todo el mundo, ya son más de 500 las personas en este estado de conservación; el mayor número está en Estados Unidos, alrededor de 100 en Rusia y el resto en diferentes países como China o Suiza. Hay una lista de espera de 5.000 personas que esperan su turno para ser criopreservados, de los que 500 son españoles. En qué consiste la criopreservación Es el proceso en el cual las células o tejidos son congelados mediante nitrógeno líquido a -196 °C para disminuir las funciones vitales de un organismo y poder mantenerlo en condiciones de vida suspendida por mucho tiempo. La sangre es reemplazada por una solución para preservar los órganos. Es una técnica que se basa en la vitrificación, utilizada para congelar de la misma manera espermatozoides, óvulos o incluso embriones para almacenarlos. Se inicia tras la declaración legal de muerte de un paciente. Un equipo de respuesta rápida enfría el cuerpo a una temperatura muy baja y realiza un proceso de masaje cardiopulmonar para mantener el flujo de sangre en el cerebro y en los principales órganos vitales. Luego, el paciente se traslada a una instalación de biostasis humana, donde se bombea una solución de conservación de órganos a través de las venas antes de sumergir el cuerpo en nitrógeno líquido. Sobre cuándo será posible 'reanimar', Cordeiro apunta con esperanza que no habrá que esperar más de 30 años. «La ciencia avanza tan rápido que en breve las personas declaradas como fallecidas serán biológicamente recuperables. Y es que el mismo concepto de la muerte ha ido evolucionando: ahora resulta que aunque a alguien no le funcione el corazón, todavía está vivo y podemos reanimarlo. Nosotros creemos lo mismo del cerebro«.