El presidente de La Floresta, Pablo Pedro González, se quejó amargamente de lo que considera una “persecución” que está viviendo su club: “Esta Federación lo único que hace es sancionarnos a puerta cerrada. Llevamos más de 1.600 euros en multas”. La gota que colmó el vaso para que el mandatario explotase se dio hace un par de semanas: “Fuimos con el juvenil de Primera a jugar a Torreforta. Un padre de la grada, que para más inri era un exárbitro, empezó a insultar a nuestros jugadores. Un chico, menor de edad, en la grada le afeó la conducta y este hombre le pegó un puñetazo, y entonces ya se lió y acabaron viniendo los Mossos”. Esto es lo que sucedió en el campo, pero la queja llega después cuando “sin ser nuestro campo, habiendo un informador federativo allí que corroboró que el padre era del Torreforta, nos sancionan a nosotros con 100 euros y nos cierran el campo un partido. ¿Qué tengo yo que ver con el chico de la grada? Si no era ni mi campo. Además, para que no se me olvidase, me llamó incluso el delegado de la federación para advertirme de la clausura de mi campo”. Pablo Pedro González tiene claro que esto no es casual: “Van a por nosotros. Como saben que no soy de la cuerda del presidente, y que hablo con Juanjo Isern, que era el otro candidato, van a perjudicarnos. Impotencia máxima”.
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