Este país contaría con los recursos para sobrevivir a una tercera guerra mundial, según estudio internacional
Un reciente estudio científico ha revelado cuál sería el país más preparado para enfrentar las consecuencias devastadoras de una tercera guerra mundial. Investigadores de la Universidad de Rutgers basaron sus resultados en diferentes escenarios de conflicto nuclear, e identificaron naciones que, debido a su ubicación geográfica y resiliencia agrícola, podrían sobrevivir a un invierno nuclear.
Los resultados son alarmantes para la mayoría del mundo, donde la producción de alimentos se vería gravemente afectada, llevando a que la mayoría de personas terminen con una debilidad extrema por falta de alimentos, conocido como inanición masiva. Sin embargo, algunos países cuentan con ventajas estratégicas que les permitirían mantener la producción calórica necesaria para sustentar a sus poblaciones, así evitar el peor de los desastres.
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¿Cuál es el país que sobreviviría a la tercera guerra mundial?
Los investigadores concluyeron que Australia se perfila como el país con mayores posibilidades de sobrevivir a un conflicto nuclear a gran escala. Este análisis, realizado por la Universidad de Rutgers, ha destacado que la capacidad de Australia para producir alimentos se mantendría incluso en un escenario extremo de invierno nuclear. Esta conclusión se basa, principalmente, en la ubicación geográfica que favorece un clima menos afectado por la radiación y las bajas temperaturas posnucleares.
"”, señalan los investigadores, quienes también resaltan que —pese a la guerra— su producción de trigo le permitiría aún atender a las necesidades calóricas de la población. Algo similar ocurriría en su país vecino.
Nueva Zelanda también se menciona en el estudio como posible superviviente, gracias a su autosuficiencia alimentaria y menores niveles de dependencia de las importaciones. Sin embargo, la situación sería drásticamente diferente en la mayoría de las naciones del hemisferio norte, que enfrentarían una grave crisis alimentaria debido a la disminución en la producción agrícola.
¿En qué consiste el estudio?
El estudio de la Universidad de Rutgers modeló varios escenarios de guerra nuclear, destacando particularmente un conflicto a gran escala entre Estados Unidos y Rusia. Los resultados muestran que una tercera guerra mundial podría desencadenar un invierno nuclear, caracterizado por una caída significativa de las temperaturas globales y una disminución drástica en la luz solar debido al hollín (sustancia crasa y negra que el humo deposita en la superficie de los cuerpos) en la atmósfera.
Para su estimación usaron una herramienta del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), la cual les permitió realizar pronósticos país por país, valorar los cambios en los pastos y también en la pesca mundial. Las conclusiones fueron alarmantes.
En el peor de los casos, más del 75% del planeta terminaría padeciendo o muriendo de hambre en cuestión de dos años, lo que ocasionaría la inanición de hasta 5.000 millones de personas.
¿Por qué Australia tiene más posibilidades de sobrevivir?
La resiliencia de Australia frente a un invierno nuclear se debe a varios factores clave. En primer lugar, su sistema agrícola es altamente adaptable y menos dependiente de las condiciones climáticas favorables en comparación con otras regiones. Además, la ubicación geográfica de Australia proporciona una ventaja significativa, ya que está menos expuesta a las precipitaciones radiactivas y al enfriamiento extremo que se espera en las latitudes más altas.
El estudio también señala que Australia cuenta con una población relativamente baja en comparación con su capacidad agrícola, lo que significa que tendría suficientes recursos para alimentar a sus habitantes incluso en un escenario de producción limitada. Estos factores combinados hacen que Australia sea considerado como el país con más esperanza de vida en el caso de una catástrofe nuclear global.
Cabe indicar que los investigadores reconocen que podría haber limitaciones en su estudio, cuyos resultados se basan en los datos que maneja la FAO a una escala nacional: “Dentro de cada nación, particularmente las grandes, puede existir grandes desigualdades regionales impulsadas por limitaciones de infraestructura, estructuras económicas y políticas gubernamentales”.