¿Por qué siguen muriendo caballos en El Rocío cada año?
Pase lo que pase y por mucho cuidado o no que se tenga, cada año mueren varios caballos en la romería de El Rocío. Este año, cuando todavía queda todo el fin de semana y los caminos de vuelta, ya son cuatro los équidos fallecidos (una mula y tres caballos), y es probable que mientras se escriben estas líneas haya muerto el sexto.
Las cifras son más que preocupantes, y tirando de hemeroteca se localizan los 13 muertos en 2014, 23 en 2023, 13 en 2012; 11 en 2011, 23 en 2009 o 25, en 2008. En 2002 la Junta de Andalucía llegó a felicitase porque aquel año murieron siete, cuando el año anterior habían caído 18.
Mientras los defensores de que la estadística va en contra de los animales -a más caballos, más posibilidad de víctimas-, lo cierto es que es raro que muera alguna persona en la aldea o en los caminos, cuando allí se reúne más de un millón de personas. Si se atienden las cifras más altas de cálculo de caballos en la aldea (40.000), habría muerto el 0,00125 %. Ese porcentaje elevado a personas “justificaría” la muerte de 1.250 personas en la romería, atendiendo a la cifra de un millón concentrada en la aldea durante el fin de semana, con lo que la estadística como justificación no parece sostenerse.
Las causas de la muerte
En las cuatro muertes contabilizadas hasta ahora hay un infarto que acabó con la vida de la mula, la caída de una viga en una cuadra, un nuevo infarto y un cólico, el que acabó la pasada tarde con un caballo en Palacio del Rey, punto donde han muerto dos caballos, en el Raya Real del camino rociero.
Lo de los cólicos es algo que hay que cuidar y mucho en los caballos. Se llaman en argot “cólicos por torsión”, y hacen que el estómago del animal se “anude”. Pueden estar provocados por múltiples factores: un gran esfuerzo puntual o continuado, un cambio de alimentación, falta de agua, o por cuestiones genéticas incluso.
Si es por falta de alimentación o agua, tiene solución. A los caballos hay que darles agua antes de salir, incluso refuerzos de potasio, darles descanso cada dos horas, e incluso en esos descansos quitarles la silla. Que descansen en zona de sombra es una obviedad, más que una condición.
“Reclamamos la máxima información”
Ante esta situación, el Partido Animalista (Pacma) ha reclamado la máxima información sobre estas muertes. Su coordinadora en Sevilla, Clara Márquez, ha solicitado “las explicaciones pertinentes a las autoridades”, y recuerda que este colectivo ha podido constatar de manera fehaciente el incumplimiento del artículo 65.7 de la Ley de Bienestar Animal, que prohíbe el uso de animales en romerías y eventos festivos donde se utilicen elementos pirotécnicos, ya que “testigos directos nos han informado que varias hermandades han estado usando pirotecnia durante su recorrido en la romería”, indica.
Concretamente, el miércoles 15 de mayo, desde las 6:00 hasta las 11:00 aproximadamente, la Hermandad de Benacazón (Sevilla) lanzó cohetes continuamente, culminando con una traca de más de un minuto de duración, y situaciones similares ocurrieron a su paso por Villamanrique de la Condesa y con la Hermandad de Huelva, donde se lanzaron cohetes al pasar por la Comandancia de Marina.
Ha recordado que a comienzo del mes de abril, Antonio Sanz, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, anunció mejoras de seguridad para este año en la romería del Rocío, incluyendo medidas para la protección de los animales en un plan que anunció como “sin precedentes en Europa”.
Además, el Partido Animalista ha considerado insuficiente la cifra de 15 puntos de agua y zonas de sombra para los animales entre equinos y bueyes esperados en la romería“, además de que ”no se ha proporcionado información sobre las medidas tomadas durante la peregrinación ni para el camino de vuelta, que es el tramo más delicado de la romería“.
“En años anteriores, hemos observado casos de animales abandonados, como un buey atado a un árbol a la entrada de Sevilla”, ha terminado.