5 cosas de las que puedes hablar en terapia si no sabes cómo empezar
La salud mental es un tema cada vez más presente y cada vez somos más conscientes de lo importante que resulta estar bien en todos los sentidos para sentirnos realizados y felices. Cuando falta la salud física no dudamos en acudir a los profesionales que puedan darnos una solución, pero cuando es la salud mental la que tenemos que curar, parece que cuesta un poco más, por suerte parece que las cosas están cambiando. En España, el 26% de la población reconoce acudir al psicólogo o al psiquiatra, según datos de la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña.
Los motivos que nos alejan de las consultas de estos profesionales pueden ser muy variados, desde los económicos a los prejuicios que todavía rodean todo lo relacionado con la salud mental y su cuidado. También puede suceder que no tengamos claro cómo afrontar el problema que tenemos una vez que lleguemos a la consulta, algo que sucede con mayor frecuencia de lo que pensamos. Saber por dónde empezar no siempre es sencillo, pero tener algunos tips puede hacerlo más llevadero.
Cosas de las que puedes hablar en terapia
Tomar la decisión de pedir ayuda no siempre es sencillo, por eso, una vez que somos conscientes de que la necesitamos y acudimos a un profesional, lo mejor es prepararse adecuadamente para ello. No es necesario planear lo que vamos a decir al detalle, pero sí tener unas nociones generales sobre cuáles son nuestras metas y qué esperamos del tratamiento. No siempre es sencillo encontrar temas para hablar en terapia, pero siguiendo estos tips puede que resulte más accesible.
- Experiencias cotidianas. Habla sobre cómo fue tu día, lo que has hecho y lo que estás sintiendo o pensando. Hablar con naturalidad hará que te sientas más cómodo al compartir con tu psicólogo y también puede poner de manifiesto preocupaciones que han quedado en un segundo plano.
- Usa frases de arranque. En ocasiones nos cuesta un poco dar ese primer paso, nos quedamos en blanco, por lo que emplear frases que nos asistan pude ser una gran ayuda, como “necesito discutir sobre…” u “hoy me siento…”.
- Di lo primero que te viene a la mente. Poco importa si lo que dices es relevante o no te lo parece, nadie te está juzgando, no habrá consecuencias negativas. Lo importante es que puedas comprender mejor lo que te pasa, sea por el camino que sea.
- Habla de los sentimientos que tienes en ese momento. Puede que pensaras dedicar el día a un tema, pero si en el momento necesitas comentar algo que ha pasado y que te agobia u ocupa tu mente, no lo dejes de lado solo porque no sea ‘ese’ tema.
- Comparte tus temores, así como lo que esperas de la terapia, esto puede ayudar al terapeuta a diseñar su plan, un plan que siempre puede estar sujeto a cambios si así lo necesitamos, si no estás satisfecho con la terapia, no dudes en hacerlo saber, incluso si es necesario cambiar de terapeuta, porque la conexión es importante. Eso sí, ten presente que conseguir los objetivos no es cosa de un día, requiere trabajo y tiempo.
Dedica unos minutos de tu tiempo antes de la sesión para reflexionar sobre las cosas que quieres hablar y tus razones para acudir a terapia, reflexiona sobre lo que está pasando con tu vida y te incomoda, sobre los motivos que te han llevado a acudir a terapia, toma nota de tus sentimientos y experiencias. No dudes en apuntarlo si fuera necesario.
Referencias
Psicoterapia – Mayo Clinic. (2023, 29 junio). https://www.mayoclinic.org/es/tests-procedures/psychotherapy/about/pac-20384616