No hay paz para
River. Se clasificó cómodo para octavos de la Libertadores. Ganó por goleada los dos primeros partidos de la liga local. Pero una noche se le cruza en el camino un modesto equipo de Segunda División, lo elimina de la
Copa Argentina y otra vez quedan envueltos en una inmensa incógnita el equipo y Martín Demichelis. Es que se trata de un papelón, la peor caída de este ciclo post Marcelo Gallardo. No hay equivalencias entre los millonarios y este Temperley que disfruta un impacto histórico que generó con valentía.
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