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Hay más franquicias pero cada vez con menos empleados por local

El modelo de franquicias en la Argentina tiene un largo recorrido y muchas veces a contramano de las crisis macroeconómicas que todo lo afecta, y así volvieron a demostrarlo durante 2023 con un crecimiento superior al 8% y una proyección aún más alentadora para este 2024.

En el marco de la presentación de Expo Franquicias que se realizará el 30 y 31 de mayo en La Rural, la organizadora Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF) dio a conocer su estudio del sector que relevó que durante 2023 se incorporaron 157 nuevas marcas franquiciantes al mercado.

Con este ingreso de propuestas de negocios, las redes de puntos de venta crecieron un 8,8% en promedio y el 79% de las marcas relevadas realizó nuevas aperturas, por lo que se estima que a principios de 2024 existen en Argentina 1783 marcas franquiciantes con de 50.100 puntos de venta.

Así, el sector que genera aproximadamente 245.000 empleos en forma directa, tiene planes para este 2024 de abrir un total de 2060 nuevos puntos de venta, lo que equivaldría a un crecimiento del 12,5% frente a lo ocurrido en un 2023 también complejo.

Qué pasa con el empleo

El mundo de las franquicias es un fuerte generador de empleo capacitado, y lo exhibe como una de las principales fortalezas del sistema. Se estima  que durante 2023, se crearon unos 12.600 empleos directos, lo que equivale a un crecimiento del 5,4% de la fuerza laboral, alcanzando un total de aproximadamente 245.000 puestos de trabajo. 

Pero esto confirma una tendencia que se viene dando de forma sostenida en los últimos 10 años y que es la baja de la cantidad de empleos promedio generados por cada nuevo punto de venta que se abre, siempre de acuerdo al seguimiento que viene realizando la AAMF. 

Mientras que en 2014 era de 7,1 empleados promedio por Punto de Venta (PDV), durante 2022 fue de 5,1 y en 2023 de 4,9. 

Las marcas franquiciantes durante 2023 crearon unos 12.600 empleos directos

Este fenómeno obedece a múltiples causas, entre ellas: la incorporación de tecnología y procesos más eficientes que permiten que los comercios puedan operarse con menor cantidad de personal, el desarrollo de modelos de negocio más pequeños (microfraquicias) adaptados a niveles de inversión menores y localizaciones más descentralizadas.

También se identifica entre las marcas la precaución frente a la necesidad de incorporación de nuevos empleados dado el alto nivel de conflictividad laboral y costos de desvinculación.

Las marcas y la macro

Gabriel Sperandini, Vicepresidente Segundo y Director Internacional de la AAMF, consideró que "frente al contexto económico que se está viviendo en Argentina, la situación se refleja en los comercios y en las franquicias a nivel general fundamentalmente con una baja de cantidad de tickets y de ticket promedio". 

"Sin embargo, continúan las aperturas de puntos de venta tanto de locales propios como franquiciados, es decir, no se frenaron las nuevas aperturas ni las concreciones de contratos porque las franquicias lograron adaptarse o ajustar su modelo de negocio, como históricamente lo hacen en la Argentina", aseguró el directivo.

Las principales restricciones que encuentran las marcas que se abren a nuevos socios para sostener los planes de expansión de sus redes justamente son sobre temas relacionados al financiamiento de las inversiones.

"Tasas demasiado elevadas, poca disponibilidad de crédito, plazos muy acotados", enumera Sperandini,  quien entiende que "se podría generar más empleo y mayores oportunidades para emprendedores si existieran opciones de financiamiento más accesibles, incluso generaría un impacto positivo en la economía en general".

"Un ecosistema de financiamiento robusto y accesible es crucial para aprovechar el potencial del sector de franquicias en Argentina. A medida que bajen las tasas y aumente la previsibilidad, esto ayudará al ecosistema emprendedor que tiene ganas de sumarse a un proyecto de franquicia, pero no cuenta con el capital", sentenció. 

El relevamiento de la AAMF reflejó, en ese mismo sentido, de las principales restricciones que encuentran las empresas para sostener sus planes de expansión de sus redes, a lo que el 49% respondió sobre temas relacionados al financiamiento de nuevas inversiones.

El 38% mencionó temas relacionados con la excesiva carga impositiva, la burocracia de la legislación laboral y regulaciones en general y el 36% mencionó cuestiones relacionadas con la dificultad en encontrar y retener los recursos humanos necesarios para la operación de sus negocios.

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