Alférez de la PNP sospechoso de feminicidio en Ventanilla
Un nuevo presunto feminicidio se reportó en el distrito chalaco de Ventanilla y el principal sospechoso sería un alférez de la PNP, con quien la víctima ya no mantenía una relación amorosa.
Al promediar las 2 de la madrugada de ayer, el cadáver de Rosa Luz Huertas Soto, de 26 años, fue encontrado en un descampado por sus vecinos del asentamiento humano Cuatro Suyos, muy cerca de su casa.
El cuerpo de la joven que vendía cremas de belleza por internet tenía cuatro impactos de bala. Ella deja en la orfandad a un menor de solo tres años de edad.
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“Mi hermana no tenía enemigos, sospechamos de su expareja Christian Rojas, un alférez de la Policía que le habría pedido regresar”, afirmó su hermano Luis Huertas a La República.
“Hay una vecina que me dice que afuera de la casa lo vieron al chico parado, en sandalias, con un celular en la mano (...) Mi hermana me dijo que consumía drogas y que era tóxico”, contó María Isabel Huertas Soto.
El oficial sindicado ya había sido detenido y se investigaba su participación. Y es que ya existía una denuncia por una gresca que mantuvieron ambos.
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Más crímenes
En las últimas 24 horas, Lima volvió a vivir un día de terror: se reportaron tres dobles asesinatos en vísperas del Día del Padre.
Según la Policía, las seis víctimas fueron acribilladas en la vía pública de Ate, Puente Piedra y San Juan de Lurigancho (SJL).
En Ate, tres sujetos abrieron fuego en medio de una pollada y mataron a Alberto Taipe Escobar (34) y Elvis Torres Reymundo (35) en el asentamiento humano Barbadillo Alto. Se trataría de un ajuste de cuentas vinculado con un presunto tráfico de terrenos.
Otras dos personas fueron asesinadas en la Mz A de Sol de Copacabana, en Puente Piedra.
Una de las víctimas fue identificada como Mario Antonio Hernández (51), de nacionalidad venezolana. La PNP halló más de 30 casquillos en el lugar.
En tanto, en Huáscar (SJL), otros dos sujetos también fueron eliminados a tiros. Ellos habían salido de una fiesta cuando fueron sorprendidos por sicarios. Uno de ellos murió en el lugar y el otro cuando era trasladado al Hospital de Canto Grande.